Nuevo atentado contra la Justicia en Pakistán cobra dos muertos
Al menos dos personas murieron y otras diez resultaron heridas en un ataque suicida contra un vehículo en el que viajaban varios jueces en la ciudad noroccidental de Peshawar, en el segundo atentado del día en Pakistán.
Un atacante suicida que viajaba hizo explotar las bombas que portaba en su motocicleta cerca de una furgoneta que transportaba a cuatro jueces en la zona de Hayatabad, indicó a EFE el portavoz policial Mohamed Alí.
En la explosión murieron el insurgente suicida y el conductor de la furgoneta, además de resultar heridas 10 personas, entre ellas los magistrados.
La zona donde ocurrió el atentado acoge varias instituciones gubernamentales, colegios y un hospital.
Se trata del segundo atentado suicida de la jornada tras el que esta mañana acabó con la vida de siete personas, entre ellas tres policías y dos civiles, en un asalto contra unas oficinas gubernamentales en la zona tribal de Mohmand, también en el noroeste del país.
Las acciones de hoy se producen dos días después de otro atentado suicida en la ciudad de Lahore (este) durante una manifestación, que causó 14 muertos y 94 heridos.
El grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar (JuA), escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), reivindicó la autoría del atentado de Lahore y amenazó con una campaña de atentados.
El lunes también murieron dos especialistas en desactivación de bombas cuando trataban de desactivar un explosivo en la ciudad de Quetta (oeste).
Poco después del ataque de hoy contra los jueces, la oficina del primer ministro, Nawaz Sharif, informó en un comunicado de que altos cargos del país, entre ellos el propio mandatario, el jefe del Ejército, Javed Bajwa, y varios ministros mantuvieron una reunión para analizar la situación de seguridad tras los sucesos de Lahore, Quetta, Mohmand y Peshawar.
«Se acordó que los logros obtenidos en las operaciones del Ejército y Policía no se perderán y que el Estado garantizará que el terrorismo no resurja», afirma la nota.
Pakistán lanzó en junio de 2014 una operación militar en las zonas tribales que ha conllevado una reducción significativa de las acciones insurgentes, en un operativo que ha causado la muerte de 3.500 supuestos terroristas, según datos del Ejército.
A pesar de la mejora en la seguridad, continúan produciéndose ataques de envergadura, como la matanza de 72 abogados en un hospital de Quetta en agosto pasado y la muerte de 62 cadetes en una academia policial de esa misma ciudad en octubre.
