Vicepresidenta de Panamá viaja a Lima para reunión especial sobre Venezuela
La vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo, viaja este martes a Lima para asistir a la reunión convocada de urgencia para este martes por el Gobierno de Perú, en la que una docena de países de la región analizará la crisis de Venezuela.
De Saint Malo apostará ante sus homólogos por «encontrar una salida negociada, respetar los principios democráticos y anteponer el bienestar del pueblo venezolano», indicó la Cancillería en un comunicado.
Está previsto que también asistan a la cita los cancilleres de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Paraguay.
La reunión fue convocada la semana pasada por el ministro peruano de Exteriores, Ricardo Luna, para tratar de buscar una posición conjunta sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
Se espera que tras el encuentro se emita una resolución conjunta sobre el orden constitucional en Venezuela, el rechazo a la nueva Asamblea Constituyente y a favor de los derechos humanos del pueblo venezolano.
Además, se prevé que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ofrezca declaraciones tras la reunión.
Al principio de la crisis venezolana, el Gobierno de Panamá se mostró dialogante y apostó por el entendimiento, pero en los últimos días ha endurecido su discurso y se está planteando incluso retirar a su embajador.
El pasado 4 de agosto el Gobierno panameño concedió protección internacional a dos magistrados venezolanos nombrados en julio pasado por el parlamento -de mayoría opositora-, quienes acudieron a la residencia del embajador en Caracas ante el riesgo de ser detenidos.
Ese mismo día el presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo que su país dará asilo político «a cualquiera que defienda la democracia en Venezuela».
Venezuela vive desde el 1 de abril una serie de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno que han dejado más de 120 muertos y cuya violencia se ha recrudecido desde la instalación de la Asamblea Constituyente el pasado viernes, que no reconocen ni la oposición ni varios Gobiernos y organismos internacionales.
