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Entre lágrimas y voz entrecortada Rivera escuchó testimonios de torturas en Venezuela

Con el tiempo contado y el aviso de que la luz se corta a las 11:00 am por el racionamiento eléctrico, Albert Rivera, diputado y presidente del partido Ciudadanos de España, se reunió con los familiares de los presos políticos para escuchar sus testimonios sobre las torturas que reciben estos venezolanos.

Con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, le mostró fotos del estado en el cual quedó su hija luego de que efectivos de la Guardia Nacional le dispararan a quema ropa en su rostro, ocasionándole su muerte el pasado 22 de febrero de 2014. “23 años tenía mi hija cuando la mataron. Hace 27 meses la asesinaron y todavía no tengo justicia”. Dos guardias de los implicados en el hecho se encuentran en la cárcel de Ramo Verde en Los Teques y otros dos, en los que se encuentra una mujer, tienen medidas cautelares y están libertad.

Moreno sigue insistiendo en que perdonó a los asesinos de su hija y así se lo hizo saber a Rivera. “Yo le pregunté al guardia por qué mató a mí y no me respondió, pero yo perdoné porque quiero que Venezuela y su alma (la de su hija) sean libres”. Exigió, con la voz quebrada por el llanto, que el Gobierno perdone a los presos políticos.

Señaló que el Gobierno hace referencia a 43 caídos durante las marchas del 2014 y que esas víctimas fueron agredidas por la “Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), por pensar diferente”, entre los cuales se encuentran, cinco estudiantes muertos “por tiros en la cabeza”, tres personas que sufrieron violación de derechos humanos, entre los que se encuentran su hija Geraldin Moreno, Kluiverth Roa, un menor de 14 años, asesinado en Táchira en 2015, Alejandro Márquez y siete personas más a las que “les dieron un tiro mientras levantaban escombros”.

La madre de Geraldin también alzó su voz por Marvinia Jiménez quien tiene la mitad del cuerpo dormido y fue agredida por una funcionaria de la Guardia del Pueblo; además recordó el caso de Juan Manuel Carrasco, el joven que fue violado con un fusil por el ano, y estudiantes que han sufrido descargas eléctricas como Gloria Trombon, de Táchira, “a quien le suministraron descargas eléctricas en los senos”, asimismo reveló que “existen 11 casos de asfixias por bolsas negras, tres casos de quemaduras y 75 casos de fuertes golpizas y con hematomas en el cuerpo”.

Más testimonios

Carolina González, esposa de Gilberto Sojo, también fue otra de los familiares que pudo conersar con Rivera. Ella por primera vez reveló las fuertes agresiones que ha sufrido su marido en las instalaciones del Sebin, donde afirma que está secuestrado. Por causa de los golpes y las torturas Sojo tuvo que ser enviado de emergencia a la clínica, donde duró 22 días internado. “Hasta el colchón donde dormía se lo botaron (…) cuando torturaban a Leopoldo (López) también lo agarraban a él”.

Reveló que personas del gobierno lo han ido a visitar en la madrugada “para negociar a las 2:00 de la mañana su libertad con la condición de que hable mal de Leopoldo”.

Nancy Márquez, contó que su hermano, Alejandro Márquez, observó cómo unos guardias disparaban a una manifestación y grabó los hechos con su celular el cual le quisieron quitar y al no entregarlo “le costó la vida”.

“A mi hermano un guardia nacional decidió quitarle la vida el 23 de febrero de 2014 por grabar lo que pasaba frente a su casa. El corrió para que no le quitaran el teléfono y ellos lo alcanzaron tumbándolo en el piso para golpearlo. Le patearon la cabeza hasta ocasionarle un traumatismo craneoencefálico”. Márquez duró tres días en coma antes de ser declarado con muerte cerebral. Su hermana relató cómo después de dos años todavía no han hecho justicia y recordó que “el presidente de la Asamblea Nacional para ese momento (Diosdado Cabello) lo calificó de sicario y de haber querido asesinar al presidente Maduro”.

Ana María Da Costa, hermana de Vasco Da Costa, también contó su caso.  A él lo acusas de terrorista y lo tuvieron preso en una celda de castigo en la cárcel 26 de Julio, ubicada en San Juan De Los Morros, donde las celdas no tienen techos sino solo rejas y tampoco tienen privacidad.

Da Costa aseguró que la fiscalía declaró que en el caso de su hermano no existía terrorismo pero que aun así sigue preso. “Lo que quieren es aterrorizarnos, no quieren que digamos la verdad”.

“Mi hermano es politólogo y ellos convirtieron a mi hermano en un hombre que solo puede ver la luz del día tras las rejas”. Con dolor le dijo a Rivera que lleva sin ver a su hermano dos años porque cada vez que va a visitarlo le exigen desnudarse y en ocasiones hasta le “revisan sus partes íntimas”.

Rivera, al escuchar estos testimonios le costó iniciar su derecho de palabra. Tenía los ojos aguados y la voz ronca por el llanto aguantado. Les expresó su solidaridad a los familiares y les prometió que “esto que pasa aquí (en Venezuela) lo vamos a contar a toda España y Europa (…) España está con ustedes”.

Señaló que la mayoría de los españoles son demócratas y que siempre estarán interesados en lo que ocurre en Venezuela. Para Rivera las democracias no son solo elecciones, también debe existir respeto a los derechos humanos y las libertades deben estar garantizadas.

Agradeció la invitación de la Asamblea Nacional, “la mayoría parlamentaria, la mayoría en urnas, y la mayoría que un día gobernará en este país”. Rivera describió lo que pasa en Venezuela como “una fuertes crisis humanitaria porque lo que está pasando aquí no es humano” y afirmó que los derechos humanos hay que defenderlos en cualquier rincón del mundo.

Hizo un llamado al Gobierno a aceptar la ayuda internacional y no bloquear su entrada. “Yo quiero ayudar, España quiere ayudar, no bloqueen la ayuda internacional” e invitó a los familiares a que sigan luchando y no pierdan sus esperanzas, “no pararemos hasta que sean un país libre”.

“Son un país rico en muchos sentidos, y aunque reciban ayuda desde fuera son ustedes quienes deben tomar las riendas de su país. Tranquilos que en España no voltearemos el rostros a su situación”, concluyó.

Una vez finalizada su reunión con los familiares de los presos políticos, se dirigió hacia la cárcel de Ramo Verde, donde le impidieron la entrada para visitar al dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, al igual que le negaron ver a los alcaldes Antonio Ledezma y Daniel Ceballos.

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