Esposa del general Ángel Vivas responsabiliza a Maduro de su «desaparición forzada»
Tres años después de que Nicolás Maduro ordenara la detención del general retirado Ángel Vivas, agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) sacaron «a la fuerza» al militar del estacionamiento de su casa en Caracas, según denuncia su esposa en una carta en la que hace responsable al presidente venezolano de esta «desaparición forzada».
Desde la cuenta de Twitter de su esposo, Estrella Vitora ha hecho pública esta misiva dirigida a Maduro en la que le exige «respeto por la vida» del general Vivas y le advierte de que «si se le infringen tratos crueles inhumanos o degradantes será responsabilidad del Estado venezolano».
El general Vivas fue detenido el pasado 7 de abril con una «trampa», denunció su hija Angélica en las redes sociales. Según su relato, un joven chocó contra el portón de su casa y cuando su padre fue a prestarle ayuda, los agentes se lo llevaron.
«No sabemos cuál de los cuerpos de seguridad del Estado practicó el violento secuestro del general Vivas», afirmó el pasado 13 de abril su abogado, José María Zaa, que desde la cadena televisiva CNN y exigía una prueba de vida tras su detención puesto que los rumores de tortura y muerte no dejaban de circular en redes sociales y las autoridades venezolanas se mantienen en silencio sobre su paradero.
Al día siguiente, el Defensor del Pueblo Tarek William Saab confirmaba que el general «tuvo su audiencia de presentación «ante un tribunal militar donde «le fueron leídos sus derechos y se le fijó la sede del Sebin como lugar de reclusión temporal» mientras «el tribunal de la causa prepara la audiencia preliminar para determinar su responsabilidad o no en hechos que se le imputa». Tarek William Saab añadía desde su Twitter que se le había asignado un abogado para garantizar su derecho a la defensa.
Los familiares del general respondían poco después exigiendo una fe de vida y una evaluación médica que certificara su estado de salud, así como que se les permitiera verle y que pudiera ser defendido por su propio abogado.
Desde entonces, tanto las hijas como la esposa de Ángel Vivas no han dejado de denunciar la falta de información oficial sobre su paradero. «A casi 17 días aún no sabemos dónde está, cómo está, no lo hemos visto, hablado, NADA. Ni familia o abogados», asegura su hija Angélica Vivas.
El general retirado Ángel Vivas hizo frente fusil en mano a las fuerzas venezolanas que se presentaron en su casa con orden de detenerlo acusado de incitar a la violencia. Aquel 23 de febrero de 2014 este veterano del Ejército venezolano convirtió su residencia de la urbanización de Prados del Este en Caracas en su fortaleza «de honor, de dignidad y de patriotismo», como él la describía. Allí resistió a esta «infame dictadura» por amor a su patria y «por decencia» porque «es inmoral no hacerlo», decía en una conversación con ABC. «Si me entregara sin duda sería asesinado», aseguraba.
