Francisco Valencia fue premiado por su labor en defensa de los derechos humanos
“Brindo también por quienes perdieron la vida en defensa del derecho a la vida”, con esas palabras cerró su discurso Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), luego de recibir el diploma y la insignia que lo acreditan como ganador de la 9ª edición del Premio de Derechos Humanos, que entregan en conjunto el Centro para la Paz y los Derechos Humanos “Padre Luis María Olaso” de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Embajada de Canadá en Venezuela.
Valencia fue galardonado por su incansable labor en defensa de los derechos de las personas trasplantadas, esfuerzo al que ha dedicado más de 14 años, desde que fuera miembro fundador de la ONG Amigos Trasplantados de Venezuela.
El activista de derechos humanos, quien recibió un trasplante de riñón de su madre, hace más de 17 años se mostró conmovido y agradecido en la ceremonia en la que aprovechó para dar un mensaje de aliento.
«Llegó el momento de que todos alcemos la voz ante la situación devastadora para que pronto tengamos una Venezuela distinta. Todos debemos asumir la defensa de las personas más vulnerables, la de nuestros niños, mujeres, abuelos y la de las personas con condiciones de salud crónica”, manifestó.
El reconocimiento resalta, también, su constante denuncia de la emergencia humanitaria, ocasionada por la escasez de medicinas y las dificultades en el acceso de fármacos de alto costo, que requieren los pacientes crónicos para continuar con vida y cuyo suministro, competencia exclusiva del Estado, mediante el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), se hace de forma irregular desde hace más de tres años.
Este año el premio, que se otorga desde 2009, incluyó una mención honorifica entregada a Aracelis Sánchez, defensora de derechos humanos, madre de una víctima; fundadora y directora de Organización de Familiares Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos, (Orfavideh), ONG que realiza una labor de acompañamiento psicológico, legal y social a familias que han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
El padre Arturo Herrera, director Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la UCV, destacó el rol de los activistas y de todos venezolanos en la situación actual que atraviesa el país: “Estamos destinados a proteger la vida, desarrollarla y elevarla a su máximo valor, en convivencia y en solidaridad con los otros”.
El jurado en esta ocasión estuvo presidido por el padre Raúl Herrera, s.j. y estuvo integrado por destacadas figuras del ámbito de los derechos humanos en Venezuela como: Hermana María José González, Mercedes de Freitas, Feliciano Reyna, Oscar Murillo y Keymer Ávila, y Lori Corriveau, encargada de Negocios, de la Embajada de Canadá.
