Ashtanga yoga, una disciplina con método
El yoga es una filosofía de vida que tiene el potencial de mostrar cuerpos radiantes, vibrantes, repletos de salud física, mental y emocional. El metodo Ashtanga Vinyasa Yoga es un estilo de yoga que trabaja una secuencia de posturas conectadas a la respiración. Cuando esta práctica se realiza de manera adecuada y con disciplina las posturas mueven la energía de una manera segura y se produce un efecto purificador en el cuerpo.
Claudia Figueredo, profesora certificada por Yoga Alliance, e instructora de este programa, explica que la serie primaria del metodo Ashtanga Vinyasa Yoga se trabaja por etapas. Se inicia con los saludos al sol, donde el cuerpo se mueve de una manera suave y armónica preparando la columna vertebral, los músculos y el sistema nervioso para recibir las próximas posturas. Luego le sigue un grupo de posturas de pie, para continuar con la parte más intensa de la serie que son las posturas de piso. El trabajo finaliza con la secuencia final. El objetivo de esta práctica es llevar al alumno gradualmente a descubrir su potencial en todos los niveles de consciencia- física, psicológica y espiritual para así llegar a estados de calma y meditación.
Los beneficios de la práctica de Ashtanga yoga se manifiestan en cinco cuerpos:
- El cuerpo físico. A medida que se practica esta disciplina, se obtiene mayor flexibilidad y fuerza, lo que se traduce en más soporte para mantenerse en una misma postura y poder meditar por largo tiempo.
- El cuerpo respiratorio. La respiración, explica Figueredo, es un cuerpo. Ocupa espacio y genera energía. Representa vida, quien no respira, muere.
- El cuerpo de los pensamientos. Debido a que todos los días se repiten las mismas posturas, la persona tiene que pensar menos porque no hay sorpresas ni expectativas con respecto a lo que viene. Es por ello que el cuerpo comienza a amoldarse y a ceder cada vez más. En este punto la respiración está muy presente, lo que hace que los pensamientos se alejen y la mente se relaje.
- Cuerpo emocional. Durante el tiempo que se practique la disciplina, la persona suele estar tranquila y, pese a que tenga algún problema en su vida personal, durante ese tiempo piensa menos en esa dificultad, por lo que las emociones tienden a calmarse, o por el contrario, terminan de salir para sanar. Cuando una persona adquiere práctica en el Ashtanga Vinyasa yoga, se da cuenta de que su mente genera emociones y falsas realidades que no son más que creencias. Es lo que se denomina «mirar hacia adentro», es decir, sentir la respiración propia y observar cómo la mente es capaz de jugar con una persona.
- Cuerpo espiritual. Finalmente, el último paso consiste en conectarse con el cuerpo interno, con el «ser». El «ser» no asume ninguno de los roles que representa la persona en su vida cotidiana -padre, hermano, esposo, posición de trabajo-. El “ser” es ajeno a lo que se llama “ego”, que son los roles. Cuando una persona se conecta con el cuerpo espiritual, así sea unos segundos, siente paz.
La especialista en Ashtanga recomienda que la serie se repita en un principio entre tres y cuatro veces a la semana para, gradualmente, llegar a seis veces a la semana. «Todos los días se contamina el cuerpo, así como te bañas todos los días, tienes que sanarte por dentro», explica.
El Ashtanga Vinyasa yoga es una actividad que puede realizar cualquier persona y de cualquier edad. No hay excusa para no practicarlo, ya que la serie puede variar para realizarse en solo 15 minutos, para quien no tiene mucho tiempo para inverti.
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