Cómo manejar las emociones cuando no gana el candidato de su preferencia
No hay duda de que las elecciones presidenciales de Estados Unidos mantuvieron a más de uno con los nervios de punta. Es que las decisiones que se toman en la nación norteamericana repercuten en el porvenir del mundo. Ahora que el nuevo presidente de ese país será el magnate Donald Trump, hay muchos hispanos preocupados por el porvenir de las relaciones de Latinoamérica con Estados Unidos, en especial porque el empresario tiene entre sus planes la construcción de un muro que separe a su tierra de México.
Tal nivel de estrés deja secuelas en la salud de la población. De hecho, según estudios llevados a cabo en Cardiología Experimental del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela, el estrés puede afectar la salud física.
El cardiólogo Iván Mendoza asegura que los sentimientos negativos como la rabia, cinismo, desconfianza, desesperanza, inflexibilidad y pesimismo, aceleran el ritmo cardíaco y provocan arritmias graves, aumentan la presión arterial y los niveles de azúcar y grasa en la sangre.
El estrés también es causante de numerosas patologías, entre ellas migraña, dificultad para respirar, subidas de tensión, fatiga, insomnio, estreñimiento, gastritis, infecciones a repetición, entre otras.
Técnicas que ayudan
Aunque algunas personas afectadas por la decisión del nuevo presidente requerirán de terapia farmacológica, el psiquiatra José Miguel López considera que es necesario contar con herramientas para enfrentarse a la nueva situación. Cabe acotar que estos ejercicios sirven para cualquier momento de estrés.
Inundación o saturación: Repetirse una y otra vez mentalmente que nada se va a lograr estando angustiado, salvo sentirse mal, hasta que la ansiedad disminuya.
Respiración: En ritmos de cuatro por cuatro; es decir, inhalar, aguantar, exhalar, aguantar, en cada uno contar lentamente hasta cuatro, repetir varias veces.
Count down: Contar hasta diez antes de perder la calma en caso de irritabilidad.
Stop: Decirse mentalmente «ya, para» y detener el pensamiento que me hace daño. Hay variantes en las que la persona mentalmente hace que griten stop miles de personas como si estuviesen en un estadio.
