“Qué mejor regalo que el amor de un gato”. – Charles Dickens
Mucho se ha dicho sobre los beneficios de tener una mascota para los niños y también para los adultos. Podríamos ahondar en el tema y contar nuevamente lo que señalan los estudios científicos sobre el tema.
Nada más el año pasado un estudio confirmó que los niños que desde su nacimiento comparten con una mascota son menos propensos a sufrir de alergias y asma, lo cual, además, echó por tierra de que los pelitos que botan perros y gatos son causas de alergias infantiles.
Las mascotas no solo son excelentes compañeras, sino que además por solo cuidarlas y alimentarlas te retribuye el gesto con afecto. Por ejemplo, un perrito en casa estimula la actividad física familiar porque debes sacarlo al menos dos veces al día y caminar con él, si llevas una vida sedentaria y llega un cachorro canino a tu hogar te aseguro que esto se acabó.
Aunque a algunas personas les preocupa que puedan ser portadores de algunas enfermedades, lo que debes saber es que con buenos cuidados veterinarios y una atención adecuada, respetando su alimentación y prestando atención a cualquier anormalidad, garantizarás la salud y la vida de tu mascota y no tendrás de que preocuparte.
Estructura y responsabilidad
Los humanos somos una especie que necesita estructura y rutina. Una mascota nos obliga a establecer horarios, porque debemos alimentarlos, sacarlos a pasear en el caso de los perros, limpiar la caja de arena en el caso de los gatitos y todo esto nos hace estructurar nuestros días y nuestra vida.
Si tienes hijos y quieres que comiencen a tener responsabilidades en el hogar, una mascota es de gran ayuda porque puedes ir estableciendo horarios y rutinas, es decir, la estructura de la que hablábamos anteriormente y que es necesaria para hacer de nuestras vidas seguras y de nosotros seres confiados.
Expresión emocional
Las mascotas pueden ayudarnos de anclaje emocional en momentos de perdidas o rupturas. Psicólogos y terapeutas de la conducta aseguran que el afecto que las mascotas nos dan y la expresión de nuestras emociones hacia ellos, pueden ayudar a las personas a superar el dolor de una perdida importante bien sea por el fallecimiento de un familiar o por la ruptura de una relación.
Con un perrito o un gato en casa nunca te sentirás solo, porque al llegar estará allí esperándote , te recibirá y acompañará. En el caso específico de los mininos, está demostrado que acariciarlos puede disminuir la ansiedad y el ronroneo de ellos ayuda a liberar el estrés de la cotidianidad.
En el caso de los gatos, podemos asegurar que son animales especialmente expresivos con sus emociones, lo cual nos obliga a los seres humanos a dejar salir nuestros sentimientos, cuando un gato quiere cariño te lo hará saber y tu no tendrás otra alternativa que darles afecto.
Diversión garantizada
Por otra parte, cualquiera que tenga un gato te diré lo divertidos que son. Juegan, cazan y son capaces de hacer sus propios circuitos y dar brincos por toda tu casa y hacerte divertir un montón, lo que te hará reír y esta es una gran terapia para liberar tensiones y estrés.
Jugar con un perrito a lanzarle la pelota no solo te activará físicamente sino que te garantiza distracción gratis, unos minutos al día para olvidarte de los problemas y simplemente poner tu mente en blanco y descansar.
