Cultura

Javier Hidalgo: Expresionismo Insurgente

El arte insurgente   ha  logrado romper la censura   por    las redes sociales,   espacios  virtuales  que develan una estética   disidente. Estos Lenguajes visuales  han nacido  del desgarramiento interior ante  la  persecución  de   la voluntad creativa,  signo de libertad y la democracia, valores negados por un  régimen que cada vez  tiende más  hacia el  totalitarismo y el militarismo. Entre los artistas emergentes que han indagado  esta dimensión,   destaca la obra de Javier Hidalgo,  quien tanto en sus  esculturas como en su obra pictórica,  se hace eco de la trágico-comedia de nuestra realidad, a través de una ecléctica sintaxis plástica  donde  brotan  con el nuevo siglo  seres híbridos.

El artista  crea  un  bestiario  de seres ruines, que lamentablemente  no hacen referencia a  los círculos del infierno de la divina comedia, escrita por Dante Alighieri,  sino que pululan  en nuestras calles a través de grupos de exterminio, o las fuerzas represivas que  intentan  desmontar los logros de la democracia   e imponer una dictadura de partido.    Son figuras delineadas en trazos espontáneos, entre formas grotescas y lúdicas.   Autómatas con rostros encapsulados con antenas, y llaves de cuerda para dar la noción de la pérdida de autonomía interior   y de cómo se es manipulado ´por el régimen.

Fusiona el artista  rasgos expresionistas con  animales emblemáticos como   cochinos y  ratas, que hacen referencia a una significación despectiva que rebaja la humanidad y la asimila a un ser sucio, rastrero,  inmoral que necesitan para existir crear podredumbre moral  caos.

 Esculturas híbridas:

Las piezas    tridimensionales, son  ensambladas    a través de fragmentos del  imaginario contemporáneo. Desde  la cultura del grafiti, el comic hasta  la manga, de ahí que el artista asuma  en estas esculturas  personajes  de diversas naturaleza con figuras  como Mazinger, Astroboy,  o Mickimouse,   fusiona  este universo con la cultura    del llano a través del caballo, al unir  trozos de estos personajes   en cuerpos equinos  intervenidos, asociadas a sus cuadros  centrados en   este  majestuoso ser, en series anteriores

Al fusionar naturalezas distintas,      transmite a las piezas   la noción de monstruosidad humana,  que se ha ido engendrado y creado en  nuestro    contexto histórico. Para crear una sociedad dominada por  antivalores  como  la sumisión,  tal como es el presente” bizzare” de Venezuela.   Esta ciudanía del nuevo  siglo la  expresa el artista en  personajes   contrahechos con cabezas de las brotan cachos de toros, rostros con narices de cochino y orejas de ratón. Estas formas estéticas recuerdan   al Frankenstein (1818) creado por   Mary Shelley,  al ser impresionada por   las investigaciones de Luigui Galvani  al experimentar el poder de la electricidad para transmitir  movimientos a ranas y cadáveres. Así, escribe la primera novela de ciencia y ficción, donde el científico Víctor Frankenstein  genera vida de fragmentos de cadáveres y electricidad.  A este ser monstruoso la escritora  lo asocia a una vida contrecha,  sin alma y sin amor, ecos   que el creador   guariqueño logro materializar en sus  esculturas de  pequeño formato.  Piezas tridimensionales ensambladas que emanan brutalidad, ignorancia, carencia de  conciencia.     Rasgos que se reflejan en su apariencia exterior,  y  que se asocian  a un  pueblo fanatizado.   Y  que ha perdido la capacidad de distinguir el bien del mal y por tanto  modelar  su existencia.

El Mickitauro mira jocosamente lo que ocurre a su alrededor,    mutación  que devela como   el impulso libertario del llanero y del equino son dominados  por el cómico  roedor de Walt Disney, sus rasgos burlescos  se   asocian  a la paradójica  viveza criolla,   actitud burlesca      que ríe de su ruindad sin percatarse de su miseria interior, tal como ocurre con los cuentos de “Tío Tigre y Tío Conejo”.

Astrotauro en lugar de poseer  pies con cohetes posee, tiene un cuerpo  que  le impide  volar,   y actuar  como héroe.  A diferencia el   Mazintauro,  en su hibridación manifiesta su cercanía con la máquina,   fusionada  a lo humano. De una calavera con un torso robótico brotan sus  ojos rojos, expresan su carácter demoniaco. El cuerpo  equino es cubierto de amarres, telas, que crean una especie de montura de retazos que le transmiten  un colorido bufonesco.

A esta  serie las une el simbolismo del  caballo, que representa la fuerza telúrica, el vigor  de la naturaleza que es pervertida por  el dominio de estos personajes  del comic y la manga japonesa. Metáforas de lo que sucede en el alma del venezolano. Al perder el contacto con eros, al convertirnos en ciudadanos violentos,  oscuros, enceguecidos, sometidos. Y  que en la mitología moderna podríamos asociar a los orcos,    personajes creados por  J.R.R.Tolkien en la saga del Señor de los Anillos, representan    a seres ignorantes, torpes, de escasa inteligencia, miserables y deformes pero  astutos en sus estrategias de sobrevivencia.   Están llenos de odio a  todo lo existente, incluso a ellos mismos y a sus líderes, a quienes sirven por temor.  Se convierten así estas piezas  en  iconos de la perversión del alma colectiva,  que ha perdido  contacto con los valores vinculados a eros y la vida.

Estas esculturas hibridas    poseen  fuerza estética, al integrar una nueva zoología y robótica  y  crear     símbolos estéticos  que proyecten nuestra realidad.  Así, un lenguaje que podría ser considerado fantástico o surrelista,  tiene una fuerte carga socio-política.

Androzomorfismo:

En la obra  bidimensional , coexisten   lo  pictóricos y lo  significativo entre un cromatismo  desprejuiciado y líneas juguetonas,  en personajes vestidos con  trajes espaciales asociados a personajes de la manga, como se materializa en  el “Robitroll, Sobre Memoria”, 2014;  en lugar de cerebros  tienen  bombillos,  en   referencia a la ignorancia , y la incapacidad para   un  pensamiento crítico,  rasgo que desea sembrar  el  Estado  como  propedéutica para cimentar el totalitarismo y la dictadura como forma de gobierno, ideología y religión.   Los fondos  nos enfrentan    a la dimensión  filosófica de la verdad,   entre atmosferas  de   manchas     surgen palabras, frases, oraciones  que se convierte en poemas visuales, o como diría el artista en dinamismos poéticos; que develan entre brochazos  relaciones   simbólicas y políticas:

Vacuna no,  

Existe  cagado,

virus,  x  virus es el mismo estado.

Palabras que    están asociadas a la trágica realidad en que estamos  inmersos.  Pues en esta obra en particular se critica  el fanatismo que siembran las religiosidades políticas,  emociones que  son tan contaminantes   como la risa y el temor, por esta razón el artista lo asocia al virus de la    gripe porcina, el AH1N1.  Sentidos que el espectador  descubrirá y  redescubrirá, al adentrarse en esta geografía  poético de significaciones estéticas, que  hacen temblar el alma.

El cuadro “O Marchan o los Marcho, 2014   recrea las estrategias para desmovilizar la rebelión estudiantil brotado el 12F por el régimen, a través de  las contra- marchas  oficialistas convertidas  en una rutina laboral, donde los empleados públicos son obligados o manipulados económicamente a marchar como respuesta a cada marcha de la disidencia. Esto se expresa de manera contundente, en el toro  esbirro con pistola y rolo entre sus manos, que hace marchar a la gente, que por complicidad le hacen juego al sistema, de ahí la frase que los acompaña “o marchan o los marcho”.  Palabras  lapidaria con doble sentido,  sobre el desenlace planificado por las fuerzas represivas de muchas de las manifestaciones,  que terminaron con asesinatos, represión,  y detenciones.

El arte se funde a la ética al provocar la obra    reflexión  en el espectador, no solo se está ante una búsqueda estética, sino ante una indagación sobre nuestra realidad, este sentido se expresa  en una caligrafía espontánea: Ética o prefieres estética. Es esta  una las  directrices de este lenguaje visual, el expresionismo  como vía para desenmascarar la realidad socio-política de un país caribeño. Los líderes  que dirigen la marcha de este cuadro,  son representados con  torpes movimientos, como  evidencia de que son manejados de una u otra manera   por el régimen, de ahí que en la parte inferior del cuadro una serie de cruces de muerte, acompañen la frase pago, pago… Pues la muerte de estudiantes como Bassil Da Costa, Roberto Redman, Génesis Carmona, Geraldine Moreno…fue parte el pago que cobro el régimen por estas movilizaciones en búsqueda de liberta, que a través de la brutal represión, intentaron desactivar la insurgencia. Así la  estética  se transforma en una toma de posición ante nuestra realidad al transformarse  en belleza formal, ensayo y poesía visual.

La composición de la obra “Bam Bam”, 2014,   semeja el movimiento envolvente del Yin y el Yan, pero no afirma el dinamismo que mantiene simbólicamente el equilibrio del cosmos, sino  se  hace  eco del espiral de violencia  que destruye   nuestra sociedad.  No se está ante  gotas acuosas que  se integran,  sino ante  dos armas de fuego  que  escupen muerte, y dejan casquillos de  balas como huellas de la impunidad que domina en  la Venezuela forajida.  Este  centro visual    se transforma en emblema simbólico de la dura realidad a la que nos enfrentamos: la polaridad del  odio que lleva a la sociedad a  la auto-destrucción,  por los impulsos de muerte desatados.

 Ni Mazinger te salva,

arma negra y arma blanca,

 cada cartucho ya tiene su nombre.

  Mato, sangre, bam bam.

En la triada familiar del cuadro  Mega familia, 2014 la figuración se combina con planos de palabras, que rompen con la linealidad  y potencian estéticamente  la figuración, entre una  poética cromática de tono suaves que hacen resaltar las insignias del padre y el hijo: M y $ se abre la significación de la obra.  En este cuadro como en la serie estamos  ante diversos planos: la dimensión pictórica caracterizada por el expresionismo, el desenfado formal y que en este cuadro  recrea paradigmas sociales de la  familia, como  reproductora de los valores ideológicos del totalitarismo, el cual paradójicamente se sustenta la esperanza  de existir en un futuro  paraíso pleno de mercancías. Se moviliza así la psicología de masas  a través   del  conductismo, rasgos que unen  tanto del capitalismo como al socialismo y al comunismo en una escatología mercantilista. Así la Megafamilia autómata, tras la pérdida de su voluntad es  vivida   en lugar de vivir. Estos Androzomorfismo     evidencian el absurdo de nuestra realidad, al  negar el sentido trascendente de la vida. Las palabras  que brotan de las capas pictóricas, afirman esto a través de la dualidad, al oponer  frases como la belleza, la vida- robots políticos. Sentido negador que asume una dimensión mitológica,   presente en  la línea que sale de la palabra vida y se direcciona  a un  triangulo invertido. Esta forma geométrica, se asocia a lo femenino y a la vagina,  estructura que es acompañada de la palabra Pachama, que entre quechuas se identifica a la Madre Tierra, acompañada de la palabra Inti, o padre sol, cuya unión representa la familia con un sentido de armonía cósmica, que se  opone a la intrascendente familia fanatizada y manipulada.

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