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Donde murió Bolívar y con 11 países, Colombia y Venezuela tendrán nuevo duelo

Por primera vez desde su inicio en 1938 los Juegos Bolivarianos tendrán como sede a Santa Marta, la ciudad donde murió El Libertador, y en su decimoctava edición el fuego olímpico empezará un nuevo ciclo para los 11 países participantes hacia el objetivo final: Tokio 2020.

Situada en el norte colombiano, bañada por el mar Caribe y al pie de la Sierra Nevada -la montaña costera más alta del mundo- Santa Marta es famosa también por ser la cuna de los futbolistas Carlos ‘el Pibe’ Valderrama y Radamel Falcao García así como del cantautor Carlos Vives.

Allí, además de Colombia, competirán entre el 11 y el 25 de noviembre por un total de 1.513 medallas las delegaciones de Bolivia, Ecuador, Chile, Panamá, Perú y Venezuela, miembros de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo), y las de El Salvador, Guatemala, Paraguay y República Dominicana en calidad de invitadas.

El fuego olímpico flameará a partir de este sábado en el complejo deportivo de Bureche, en las afueras de la ciudad, donde se construyeron los estadios de fútbol y atletismo y la pista de BMX.

Asimismo, se estrenarán los estadios de béisbol y sóftbol, el patinódromo, el complejo de raquetas, el de piscinas, la cancha de rugby y los coliseos mayor y menor, todos en la Ciudadela Bolivariana, ubicada en el centro.

En tanto, en el sector de Gaira está situado el coliseo donde se disputará el boxeo.

Para albergar la edición XVIII de los Juegos Bolivarianos se invirtieron unos 90,5 millones de dólares, por lo que Santa Marta está lista para recibir a unos 4.200 deportistas y alrededor de 25.000 turistas.

El alcalde de la ciudad, Rafael Martínez, dijo a Efe que el de los Juegos Bolivarianos es «el evento deportivo más importante en la historia de Santa Marta» y que los visitantes «podrán disfrutar del espectáculo de las competencias en todas sus disciplinas» porque encontrarán una sede «que lo tiene todo».

Este sábado 11, día de la inauguración, empezarán a circular 40.000 estampillas conmemorativas a los Juegos en las que sobresale la figura de «Ajaytuké», un erizo marino al que se le dio el nombre de una contracción que significa el saludo popular en la costa atlántica colombiana.

Con «Ajaytuké» el propósito fundamental es crear conciencia sobre la importancia de preservar el equilibrio en el mar Caribe.

Aunque Santa Marta es la sede principal de las justas, cuatro deportes se disputarán en la subsede de Cali: tiro deportivo, golf, bolo y ciclismo de pista, este último con la enorme expectación que despierta el debut de la colombiana Mariana Pajón, doble campeona olímpica de BMX.

La organización de los decimoctavos Juegos Bolivarianos decidió que Bogotá sea la segunda subsede y se cumplan allí las pruebas de ecuestre, en adiestramiento y salto, así como el esquí náutico.

Serán en total 34 deportes y 50 disciplinas las que entren a la escena bolivariana a partir del sábado, con Colombia y Venezuela de nuevo como los dos países llamados a ganar.

En la pasada edición de los Bolivarianos, celebrados en la ciudad peruana de Trujillo hace cuatro años, Colombia destronó a Venezuela, que antes había ganado en trece ocasiones. En las tres primeras se impuso Perú.

Colombia y Venezuela también librarán un particular duelo deportivo que se inició en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y que ha pasado a ser cumbre en la Liga Diamante: el de las atletas de salto triple Caterine Ibargüen y Yulimar Rojas.

La colombiana alcanzó la cúspide en Río al ganar el oro y le dejó a la venezolana la plata, pero este año los papeles se intercambiaron y la joven Yulimar saltó más largo en la Liga Diamante, por lo que llega además a estrenar el premio como mejor atleta latinoamericana de 2017 según las Asociaciones Nacionales de Comités Olímpicos (ANOC, por su sigla en inglés).

Ambos países también enviaron las más numerosas delegaciones de deportistas: Colombia alistó una de 690 y Venezuela, de 598. La más modesta en cantidad es la de El Salvador, que en su condición de invitada solo envió a 90.

Además de las dos reinas del salto triple, otras figuras que han marcado a fuego su clase y que seguramente darán brillo a los Juegos Bolivarianos son el boxeador venezolano Yoel Finol, medalla de bronce en los Olímpicos de Río 2016, y su compatriota Rubén Limardo, oro en espada masculina en los de Londres 2012.

Por el país anfitrión también destacan la ya mencionada Mariana Pajón, los medallistas olímpicos Yuri Alvear (judo) y Yuberjen Martínez (boxeo), el atleta Éider Arévalo, campeón mundial de marcha en Londres en agosto pasado, y el gimnasta Yossimar Calvo.

Chile trajo como sus principales cartas a las gemelas Melita y Antonia Abraham, campeonas mundiales sub’23, y a la patinadora María José Moya, bicampeona mundial este año en Polonia.

Alfredo Campo es la apuesta de Ecuador con sus dos títulos mundiales en BMX, el gimnasta Jorge Vela significa la esperanza de Guatemala y el nadador Benjamin Hockin, la de Paraguay.

Por Perú aparece como principal opción de medalla de oro la atleta Gladys Tejeda, ganadora del último maratón de México, mientras República Dominica encabeza su nómina con el también atleta Luguelin Santos, presea de plata en los 400 metros de Londres 2012.

El colombiano Yossimar Calvo será la primera figura que entre en competencia, este sábado en las pruebas de gimnasia artística y horas antes de la ceremonia inaugural, que será en el estadio de Bureche y que tendrá a Carlos Vives en el espectáculo central.

El pebetero llega este viernes a Santa Marta y estará encendido durante 15 días con el fuego deportivo y los mejores exponentes de estas justas que se cumplen en homenaje al libertador Simón Bolívar.

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