Alto costo de los bombillos genera empleo informal en calles de Mérida
Nora Sánchez – Mérida.-
@norasan16
Han transcurrido aproximadamente 10 meses desde que José David Fernández se dedicó a reparar bombillos de luz blanca en las calles de Mérida, porque vio en ese empleo la posibilidad de ganar más que un salario mínimo, trabajar para él mismo y además ofrecer una alternativa ante el elevado costo que ahora tienen los bombillos.
De profesión técnico en Informática, José David decidió ubicar un par de mesas y toldos en la avenida 3 del centro de Mérida para instalar allí una especie de centro de reparación de bombillos.
A ese lugar llegan decenas de merideños esperanzados en poder recuperar el bombillo que se les quemó y que dudan puedan reponer por uno nuevo, porque eso les puede costar hasta más de 200 mil bolívares.
El joven, ahora de oficio bombillero, recibe entre 200 y 300 bombillos por día, los cuales repara en un lapso de 20 a 30 minutos, dependiendo del daño que tenga el artículo.
Los precios a los que José David Fernández repara los bombillos varía dependiendo de la marca y el tamaño del mismo, eso se traduce en precios como 30 mil bolívares en adelante.
En la avenida 3 Independencia del centro de Mérida, José David ofrece no sólo la solución a la oscuridad que pueda reinar en un lugar debido a que se quemó un bombillo, sino que además, consciente de la escasez de papel moneada, cobra su trabajo ya sea en efectivo, por transferencia o por punto de venta.
El elevado precio de un bombillo genera en Mérida empleos informales, pues José David Fernández no es el único que hace este oficio en las calles del centro de la ciudad andina, que ya muestra, además de los buhoneros, varios puestos de bombilleros en esquinas estratégicas y muy transitadas del casco central merideño.
El horario en el que José David Fernández ofrece sus servicios es de lunes a sábado de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde y durante esas horas repara la mayor cantidad e bombillos, pues no le gusta llenarse de artículos, por eso insiste que la reparación es casi express.
A su puesto llegan decenas de personas todos lo días buscando la economía a través de una reparación porque “antes no se preocupaban por reparar los bombillos, pero como están tan caros y ya el gobierno no los da, pues vienen a que se los arregle”, dijo el bombillero.
