En Vargas combos carniceros no bajan de bs. 170 mil
Marighzell Lucena – Vargas.-
@mlucen15
El alza de precios en los costos de las carnes rojas, ha obligado a los comerciantes del rubro en el estado Vargas a establecer combos como estrategia de venta obligatoria a un precio mínimo de bs. 170 mil. Los varguenses han reducido el consumo de la proteína a una vez por semana e incluso por mes, pues a pesar de hacer un gran esfuerzo por estirar el presupuesto familiar los ingresos no son lo suficiente.
Carlos Durán, comerciante con 15 años en el rubro en el Mercado Municipal de Maiquetía, sostiene que ante el aceleramiento en los costos y precios, se han visto en la obligación de recurrir a los combos para poder garantizar una venta mínima, y evitar así los riesgos de pérdidas. “Cada dos semanas tenemos un aumento de precios del 50%. Eso nos ha llevado a tener una venta mínima que sólo podemos lograr a través de los combos, y que tiene mayor salida en quincena. El consumo de carnes rojas ha mermado y para evitar que lo poco que compramos se pierda, hacemos los combos”, explicó.
Por un ejemplo, señaló que hasta hace una semana y media el combo más costoso estaba en bs. 240 mil, el mismo que ahora cuesta bs. 340 mil. Juan Ramírez, también comerciante, expresa mayor preocupación ante la situación pues de llegar a generar hasta 15 empleos, hoy sólo puede cubrir 5 y desconoce si podrá mantenerse hasta finales de año. “La situación sobre cómo mantenernos es bien incierta, la inflación nos consume y con ello las posibilidades de mantener nuestros establecimientos. Mientras la gente compra menos y come menos; nosotros viendo a ver qué vendemos para no cerrar definitivamente”, advirtió.
El combo más económico a bs.170 mil incluye ½ kg de bistec, 1kg de molida, 1 Kg de guisar, 1kig de desmechar y 1 kg de costilla. Mientras que un segundo combo a Bs. 340 añade1kg de desmechar y 2 kg de costilla. Magaly Campos, consumidora, añade que de comer carnes rojas hasta tres veces por semana, hoy a duras penas pueden una vez cada quince días, y que lo más grave es que no tienen posibilidades de sustituir la proteína por otros alimentos más accesibles. “Ni siquiera lentejas podemos comer en sustitución de las carnes, se trata entonces de sobrevivir con los pocos ingresos que tenemos. En casa hay cuatro sueldos y una pensión y aún así pedimos fíao en el abasto para poder medio completar el mercado”, comentó.
Otros consumidores como Ana Tovar asegura que en lugar de bistec y costilla ahora adquieren bofe y corazón, en un intento por mantener el consumo proteico, pues ni siquiera puede acceder a los combos.
