La deflación y sus efectos en la economía

Basil Bellorin
@Rendivalores ‏

El entorno económico de un país es determinado por el desempeño de una gran cantidad de variables, las cuales responden a las distintas políticas aplicadas tanto por el Gobierno como por el Banco Central. La inflación (el incremento generalizado de los precios), es una de las variables más conocidas y de importancia para la economía de un país. No obstante, existe otro concepto estrechamente relacionado con el anterior; y es el de deflación, de igual importancia pero desconocido por muchos.

La deflación es el espejo de la inflación, es decir, la disminución generalizada de los precios de una economía por un período de tiempo. Por esta razón también se le conoce como inflación negativa.

Esta se genera cuando existe una brecha sustancial entre los niveles de oferta y demanda y la primera supera a la segunda, ya sea por exceso de producción de bienes y servicios o por falta de consumidores que quieran adquirirlos.

A pesar de que a simple vista la deflación podría ser vista como algo bueno, ya que los consumidores tendrían la posibilidad de adquirir más bienes con la misma cantidad de dinero, la realidad es que puede resultar incluso más peligrosa que la inflación. Las expectativas juegan un papel importante en una situación de deflación, y es que si un consumidor espera que los precios de los productos bajen, entonces pospondrá sus compras para otro momento.

En este sentido, esta decisión de los consumidores provocará que las empresas mantengan un nivel de producción que no puede ser cubierto por la demanda actual y, por lo tanto, se verán en la necesidad de disminuirla. Esto afecta de forma negativa los márgenes de beneficios de las empresas obligándolas a reducir costos, en su mayoría en forma de despidos, lo que genera un incremento del nivel de desempleo y por lo tanto una demanda aún más baja, creándose así un ciclo de estancamiento en la economía, conocido como espiral deflacionaria.

Una de las maneras más comunes para combatir la deflación, es a través de la disminución de las tasas de interés por parte de los bancos centrales. Tasas de interés bajas genera que sea más barato pedir dinero prestado, alentando así a los consumidores a usar los créditos obtenidos para elevar su nivel de gastos y realizar nuevas inversiones.

De igual manera, también está la posibilidad de aplicar una medida menos convencional como es la colocación de tasas de interés negativas para los depósitos bancarios, es decir, en vez de que los clientes reciban intereses tendrían que pagar por mantener su dinero, esto se realiza con la finalidad de que las personas retiren su dinero de las instituciones bancarias y lo usen para el consumo.

A lo largo de la historia se han visto muchos casos de deflación; en Estados Unidos durante la gran depresión de 1929, en Japón durante la década de los 90’s y nuevamente en 2009, y más recientemente en la eurozona. Una inflación muy alta es peligrosa pero también lo es caer en una deflación, por esta razón los bancos centrales de las economías desarrolladas como Estados Unidos, Japón o la Unión Europea suelen tener un objetivo de inflación bajo pero sin llegar a ser negativo.