Economía

Las dos crisis

Este último trimestre del año ha estado conmovido por dos crisis económicas, muy diferentes , pero que sin embargo comparten algo en común. La primera, más grande, importante y peligrosa, la crisis bancaria en los Estados Unidos. La segunda, más reducida, menos importante, y local, la crisis de las pirámides acá en Colombia.

La crisis de los créditos “sub prime” amenazó con generar una crisis de las proporciones del crash de 1929. Su historia es la siguiente: los bancos norteamericanos, ante el exceso de liquidez y la poca demanda de crédito, decidieron bajar los estándares de los requisitos para préstamos hipotecarios, otorgando hipotecas a personas que a la larga no cumplirían con esos préstamos, generando una nueva burbuja en el mercado norteamericano. Esto ocurrió hace algunos meses, generando la quiebra de importantes bancos, que jamás se pensarían llegarían a tener una crisis de tal magnitud.

Ante esa crisis , el gobierno norteamericano, actuó diligentemente y logró el apoyo del Congreso para inyectar ingentes cantidades de dólares, lo que previó una crisis de mayores proporciones, sin embargo dad la globalización de la economía, esta crisis ha vapuleado los mercados del mundo, ocasionando una fuerte en recesión en Europa y Asia, y trastocando los mercados latinoamericanos. Curiosamente éstos, que son los más débiles, han sido los menos afectados, dadas las medidas de protección que nuestras economías han aplicado luego de la crisis del tequila, que amenazó con derrumbar la economía mexicana y latinoamericana. Hoy en día, los mercados brasileño, mexicano, chileno, peruano y colombiano, aunque tocados por la crisis, no están en serio peligro de debacle. Lógicamente, los más afectados son los que más se alegraron de la crisis norteamericana : Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Argentina, y esto precisamente por no haber implementado las medidas previsoras que los otros mercados que si hicieron.

La culpa de esta crisis, la tiene dos instituciones: en primer lugar los mismos bancos, por haber actuado irresponsablemente, y no haber seguido las reglas del conducta que el mercado dicta respecto el otorgamiento de créditos; en segundo lugar, los organismos de control, que no le dieron la debida importancia a este comportamiento de los bancos, y al no actuar a tiempo, permitieron la generación de la crisis.

Se ha hablado exageradamente del fin del modelo liberal de mercado y una vuelta al Estado interventor. La intervención del gobierno norteamericano en el mercado financiero es provisional, y la crisis no ha hecho sino ratificar, que si se siguen las leyes del mercado, éste se autoregula. Lo que sucedió fue precisamente que se violaron las reglas y no hubo la debida supervisión.

Políticamente, esta crisis tuvo un efecto enorme, en primer lugar dio al traste con las posibilidades electorales de MacCain, permitiendo el fenómeno revolucionario del acceso al poder de un negro en Los Estados Unidos. Que efectos tendrá la presidencia de Obama, está por verse, lógicamente hay que darle el beneficio de la duda. Empero lo que se creía un período revolucionario, está demostrando antes de iniciarse, ser más bien un período moderado, con la designación del ejecutivo que hasta ahora ha hecho Obama, lo que se ve es el ascenso de figuras clintonianas, y el cambio prometido, pareceré que será más en el discurso, que en las acciones.

La crisis de las pirámides en Colombia, lógicamente es más pequeña y con repercusiones más limitadas. Si se quiere es una crisis macondiana, millones de colombianos, usaron sus ahorros y vendieron sus activos, para invertirlos en unos negocios llamados pirámides que ofrecían intereses astronómicos y que lógicamente no podrían cumplir. Desde hace algunos años esto se veía, pero la atracción de los ahorristas no hacía sino crecer, y el gobierno y la Fiscalía entidades que debían haber tomado cartas en el asunto, para prevenir la debacle, no lo hicieron, generando la catástrofe que hoy se ve.

Si a esto se agrega que esos negocios se localizaron en el área de influencia del negocio cocalero, lo que debería haber generado sobre la duda de la influencia del narcotráfico en ese negocio, y haber hecho que las autoridades intervinieran para castigar el lavado de dinero, puesto que no se hizo, permitió que el negocio creciera, tomara las magnitudes que tomaron y llevar a la crisis económica que hoy vive el país por culpa de la ineptitud para obrar de las autoridades económicas ( en particular la Superintendiencia financiera( cuyo jefe renunció) y la Fiscalía, que en mi concepto ha sido la gran culpable, pues no enjuició a los promotores de ese ilegal negocio como lo ha debido hacer.

Por supuesto que las consecuencias económicas de la crisis de las pirámides no pasará de castigar a los millones de irresponsables que se dejaron atraer por el sueño del dinero fácil, generando recesión local en aquellos departamentos ( Putumayo, Cauca, Nariño, Quindío y Risaralda) donde se concentró el negocio, pero en sí por su monto, menos del 0.4% del PIB, no tendrá una fuerte repercusión económica.

Todo lo contrario sucede en el aspecto político, sus secuelas apenas comienzan y amenazan seriamente la estabilidad política del país. En primer lugar, ha generado fricciones en el gabinete económico, por la culpabilización ( lógica) que se le hace por no haber actuado ha tiempo para prevenir la crisis. En segundo lugar generar otra crisis política al verse la penetración del narcotráfico en las pirámides, pero peor aún, el involucramiento de los más grandes capos de las drogas en el financiamiento de figuras políticas de primera importancia, para permitir el crecimiento a sus anchas de este negocio ilegal, el supuesto pago de cientos de millones de pesos para controlar al Congreso y permitir legislación favorable a este negocio ilegal, será la estocada final al desprestigiado legislativo, que luego del proceso 800, la parapolítica, la yidispolítica ,la farcpolítica y ahora la pirámide política, está en suelo, y no sobrevivirá al castigo del pueblo. Pero hasta ahora el ejecutivo se mantenía incólume, cosa no parece ser que ocurrirá ahora. El gabinete económico debe ser castigado por su negligencia en no prevenir esta catástrofe. Pero no sólo eso, la Fiscalía también debe ser castigada por no llamar a juicio a tales criminales. Pero lo peor, es que esta crisis parece tocar lo hasta ahora intocable: el presidente Uribe.

En una extraña actuación dos representantes conservadores no votaron la proposición de referendo para la reelección presidencial, me pregunto ¿ que tiene que ver una cosa con la otra? Afectando directamente las posibilidades de reelección de Uribe si es que éste se decide a ello. Repito enfáticamente mi posición contraria a ello, no por estar en contra del presidente Uribe, todo lo contrario, sino por los efectos que para la institucionalidad democrática, la reelección tendría y que ya he explicado en anteriores artículos.

Pero lo más grave que es parece estar conformándose un clima de opinión que culpa directamente a Uribe por no haber actuado a tiempo y enérgicamente para haber impedido esta crisis y que por primera vez tocaría sus índices de popularidad, de ser así las pirámides sería el factor que finalmente acabaría con el efecto teflón del presidente.

En conclusión, las dos crisis, la norteamericana y la colombiana, serían dos crisis económicas, que aunque muy diferentes, tendrían en común de ser crisis generadas por la falta de supervisión financiera y que habrían tenido profundas consecuencias políticas: la derrota de MacCain y el acceso al poder de Obama, que de otra manera hubiera sido improbable, y la supuesta culpabilización de Uribe, por la crisis, con una primera fuerte baja de popularidad del presidente, que hasta ahora no se había visto.

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