Economía

Pdvsa como eje del reencuentro nacional

Una lectura afinada de los sucesos vividos últimamente revela la clarividencia popular sobre el valor del asunto petrolero, y subraya su potencial rol como eje del reencuentro nacional. En otras palabras, agotada la retórica, la autoestima por el piso y fracturado el pacto social, Pdvsa estaría llamada a ser la pega que permita re-unir a los venezolanos en torno a un tópico de interés común tan concreto y convincente como es el petróleo.

Todos nos sentimos accionistas de Pdvsa, y bien dispuestos a convertir el sentimiento en vínculo real. Y más ahora en la conducción de Alí Rodríguez, franco defensor de la venezolanización de la Industria y oportuno conciliador de los acuerdos OPEP con nuestra inminente apertura a la inversión.

Hoy está claro que nuestra vieja estrategia de retraimiento y desinversión petrolera constituye la mayor causa del empobrecimiento nacional, que tiene que ver más con los requerimientos fiscales y el dogmatismo ideológico que con la defensa de los precios.

La prueba es que bajo los mismos compromisos y cuotas, desde la creación la OPEP a hoy, Arabia Saudita incrementó su producción en 5.8 millones de barriles diarios cuadruplicando su participación en el mercado, en tanto Venezuela la redujo a la cuarta parte, con la misma producción de 40 años atrás. De haberse compartido el aumento en forma proporcional, estaríamos produciendo 6 MBD sin variar la producción total de la OPEP, o sea a los mismos precios de hoy. Ello significa el 220% de nuestro actual ingreso petrolero, mas su enorme efecto multiplicador en el resto de la economía y en el nivel de empleo Aquí se origina nuestro proceso de empobrecimiento y lo demás es hipocresía y engaño.

Pdvsa conciencia de la Nación

Según las premisas de la Nueva Economía Institucional (Douglass North), la clave secreta de nuestra conducta reside en el sistema de incentivos que gobierna la sociedad.

El carácter hereditario de la monarquía saudita impone una perspectiva de largo plazo a su estrategia petrolera, o sea que sus incentivos se orientan hacia la producción y la ampliación del mercado mediante cuantiosas inversiones. Su magistral táctica consiste en mantener un margen de capacidad cerrada (hoy 3.3 MBD) que abrirá ante cualquier evento que reste producción a otro miembro de la OPEP, apropiándose sin más de la cuota ajena una vez superada la crisis.

Por nuestra parte, si bien la naturaleza de nuestra democracia nos impide emular la estrategia saudita dado que los incentivos de nuestros políticos se orientan a la satisfacción de necesidades inmediatas, contamos con el más eficaz instrumento compensatorio que es Pdvsa.

Milagro latinoamericano de excelencia y orgullo de los venezolanos, Pdvsa ha logrado preservar heroicamente su mística corporativa original como contrapeso al sistema de incentivos adverso a la inversión, aunque su tenaz labor de convencimiento a los políticos no haya sido siempre efectiva.

Nuestra propuesta de inscribir a Pdvsa o sus filiales en la Bolsa en pro del accionariado popular se orienta en la misma dirección, creando dolientes capaces de compensar la visión cortoplacista de los políticos.

Nuevo paradigma

A pesar de Pdvsa, nuestra economía petrolera sigue metida en la trampa de la falta de incentivos para la inversión estatal, sellada por un dogma ideológico que impide convocar en su reemplazo al sector privado, y lacrada por una Ley de Hidrocarburos esterilizadora, mientras el ahorro nacional deserta por falta de oportunidades de inversión y cunde el desempleo.

El viraje estratégico propuesto por el nuevo presidente de Pdvsa, reanimando nuestra relación con Estados Unidos en función de sus apremios energéticos, permitiría asegurar el mercado en condiciones privilegiadas a cambio de inversión masiva en el marco del nuevo paradigma, que significa:

1- Apertura a la industria nacional y a la inversión privada, privilegiando la participación local a través del mercado de capitales para estimular el regreso de nuestro ahorro, y

2- Asociación de los ciudadanos igualitariamente al negocio petrolero a través de sus fondos de pensiones.

Compartiendo el corazón y el bolsillo de cada ciudadano, Pdvsa tejerá la trama de inclusión de toda la familia venezolana.

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