Si quieres ser un «trading» debes conocer la historia de Jesse Lauriston
Por Bryan Aleixo
@Rendivalores
Cuando de estereotipos se trata con respecto a especuladores y traders, pocos se asemejan al arquetipo maniaco, eufórico y depresivo, propio de las inversiones bursátiles, tanto como el llamado rey de la especulación, Jesse Lauriston Livermore.
Livermore nació el 26 de Julio de 1877, en Shrewsbury, Massachusetts. A los 14 años huyó de su casa con la ayuda de su madre para escapar de la vida de granjero que su padre tenía planeada para él. Se dirigió a Boston, donde comenzó a trabajar actualizando las pizarras de precios de las acciones en la casa de bolsa Paine Webber. Comenzó su carrera de trading inviritiendo en “bucket shops” y no en acciones.
Los bucket shops eran establecimientos pequeños en los que se realizaban apuestas basadas en el precio de la acción pero no había una transacción ni una tenencia del título.
Tan solo un año después, ya había ganado $1.000 (aproximadamente $26.000 actuales), continuó varios años transando en estos establecimientos, hasta que eventualmente fue baneado de todos ellos debido a su racha ganadora. Fue en este momento en que decidió mudarse a Nueva York, donde comenzó oficialmente como trader personal.
Jesse Livermore fue conocido por sus especulaciones con respecto a las acciones, tales como vender Pacific Union Railroad justo antes del terremoto de 1906, logrando posteriormente hacer una fortuna de 3 millones de dólares en la crisis de 1907.
Sin embargo, tiempo después perdió la totalidad de ese dinero y quedó deudor de 1 millón de dólares, declarándose en bancarrota. En los años venideros logró pagar su deuda con el mercado alcista de la primera guerra mundial y obtuvo ganancias en los años veinte.
En 1929, sospechó nuevamente una situación de euforia y ánimo en los mercados, que se asemejaba a 1907 y comenzó a abrir operaciones en corto y a cerrar sus posiciones alcistas. Fue en esta crisis que fue conocido como el rey de la especulación, logró obtener un total de 100 millones de dólares, aproximadamente $1.4 millardos actuales.
Este sería su mejor logro bursátil a lo largo de su vida. Sin embargo, por razones desconocidas, perdió casi la totalidad de este dinero en los años siguientes, se especula que fue porque compró antes de hubiera una confirmación de haber llegado al fondo de la crisis.
Livermore contrajo matrimonio tres veces, el primero a sus 23 años, con Netit Jordan en 1900, al año había quebrado y le pidió a su esposa que empeñara las joyas que él le había regalado para recuperar dinero, pero esta se rehusó, lo que empeoró el panorama. Se divorciaron en 1917, y 1918 se casó nuevamente con Dorothea Wendt, con quien tuvo dos hijos, Jesse (Jr) y Paul. En 1931,
Dorothy pidió el divorcio y se fue con sus 2 hijos a casa de su amante en Nevada. Finalmente, su último matrimonio fue en marzo de 1933, con Harriet Metz Noble, quien recientemente había enviudado de su segundo esposo después de que este se suicidara por la crisis de 1929.
El 28 de noviembre de 1940, Jesse Livermore fue encontrado muerto en el cuarto de relojes del hotel Sherry Netherland en Manhattan. Su nota de suicidio iba escrita hacia Nina, su actual esposa y decía: “Mi querida Nina: No puedo evitarlo, las cosas han sido malas conmigo, estoy cansado de quebrar, no puedo más con esto, esta es la única manera de salir, no soy digno de tu amor, soy un fracaso, lo siento mucho. Con amor, Jesse Laurie Livermore”.
Para el momento de su muerte, Jesse contaba con un patrimonio de $5 millones.
Todo el que desee entrar en el negocio del trading, sin importar en que mercado sea, debería conocer esta historia. Jesse Livermore dejó dos libros importantes para los traders, el primero de ellos llamado “How to trade in stocks”, basado en el proceso racional de la toma de decisiones por parte de los inversionista; y el segundo de ellos “Reminiscences of a stock operator”, el cual fue escrito en años posteriores por Edwin Lefevre, en dedicatoria a Jesse Livermore y trata de un trader ficticio, sin duda, este es el libro más popular que se ha escrito sobre la especulación.
Jesse Livermore fue considerado el mejor operador de bolsa del siglo XX, de quien cuya capacidad de análisis técnicos pocos dudan, pero fue su imposibilidad de mantener las emociones encerradas los que causaron su trágico fin.
