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Apertura petrolera vs desarrollo: la cruda realidad

El país parece estar entrando en una etapa de euforia parecida a las de años anteriores, cuando los precios del petróleo subieron signifcativamente.

Se entiende, porque la prolongada crisis que agobia a los venezolanos ha producido graves estragos en todos los estratos de la sociedad. Se explica, por las expectativas y esperanzas que la Apertura Petrolera provoca entre sus fieles creyentes, ya que aún es muy prematuro apreciar sus resultados reales y concretos (incluyendo consecuencias).

De ahí que la Gerencia de PDVSA haya planteado su reorganización justo en este momento, segura que en las circunstancias actuales muy pocos venezolanos se ocuparan de analizar seriamente los planteamientos y sus consecuencias.

Aún cuando no es mi propósito en este momento dedicarme a analizar la reorganización de PDVSA, considero propicia la ocasion para senalar que a mi juicio, seria beneficioso para Venezuela explorar otra solución.

1 – Restituir la rectoria del Ministerio de Energia y Minas sobre el sector, pasandole las atribuciónes y funciónes de PDVSA, segun correspondan.

2 – Restituir la Corporación Venezolana de Petróleo a sus orígenes cuando fue creada, pasándole las atribuciónes operativas de PDVSA para que quede como la empresa operativa pública de la nación.

3 – Privatizar el resto de las Operadoras, siguiendo cualquier esquema y patrón que se considere conveniente y adecuado para el país según sus órganos políticos y ejecutivos competentes, incluyendo consulta a los venezolanos, los propietatrios del recurso y beneficiarios de sus frutos. Habiendo muchas opciones, se aseguraría la participación de venezolanos como dueños y como empleados.

Continuando con el tema de la Apertura Petrolera, la euforia que se siente en el ambiente se debe a las expectativas y esperanzas que los lideres del país han producido en los que tienen depositada su fe para ser conducidos a la felicidad que les pomete proporciónar el tan deseado bienestar económico, social y político de la siembra del petróleo con inteligencia.

Pero la CRUDA REALIDAD es (o será) otra. Aparte de expectativas frustradas, lo ÚNICO que la Apertura puede ofrecer en concreto es el financiamiento para comprar y consumir bienes y servicios importados. Como no podemos consumir directamiente todo el petróleo que producimos, lo cambiamos en el exterior por divisas, que representan los valores de lo producido por otros pueblos, su trabajo incorporado. Estas divisas únicamente nos permiten importar, comprando afuera los bienes y servicios que no producimos, sea porque no sabemos o podemos hacerlo, sea porque no queremos hacerlo (a menos que nos conformemos con mantenerlas en cuentas bancarias en el exterior y sentirnos ricos y poderosos).

Con las divisas no educamos a los venezolanos, no les damos salud, no construimos carreteras, no pagamos sueldos y tampoco producimos bolivares para gastarlos en el país en educación, salud o carreteras (aunque si tenemos bolivares, podemos comprar esas divisas para viajar a Miami como turistas).

Al concentrar su atención sobre la Apertura, el país deja de prestarle atención a lo que realmente interesa; tales como, crear oportunidades de empleo productivo y bien remunerado, crear mecanismos para reducir los problemás sociales en el corto plazo (desnutrición, analfabetismo, descomposición de la unidad familiar, inseguridad personal, contaminación de barrios sobrepoblados, etc.), crear mecanismos para eliminar los focos de corrupción (especialmente provenientes del narcotráfico) y profundizar el proceso de democratización mediante la decentralización, participación civil y la uninominalidad electoral.

Con la Apertura, el gobierno y las élites del poder tienen la oportunidad de COMPRAR tiempo, gastando divisas con la pretención de soluciónar problemás., Permite a las élites dedicarse a discutir si el Estado debe o no continuar siendo rentista, para asi poder concluir que la solución es la privatización, sin realmente aclarar conceptos ni concretar proposiciones. Les permite discutir cuanto es lo que debe invertirse en la Apertura para así poder disfrutar de los miles de millones de dólares que vamos a gozar en pocos años, sin explicar para que queremos más divisas de las que podemos absorber productivamente. Y les permite vocear que tienen la inteligencia para evitar los errores del pasado, sin concretar el contenido preciso de los conceptos manejados.

Así, vemos como más de uno mantiene que el culpable de todos los males es EL ESTADO, «convertido en gigantesco monstruo capaz de devorarse todo lo que encuentre»(H.Calderon Berti), disculpando con ello a los verdaderos responsables (los que manejan o se dejan manejar por ese ESTADO). Presentan al Estado como si fuese un ente extrarrestre, autónomo, omnipotente, con vida propia y sin posibilidad de control alguno. Como si no fuese el Estado de los venezolanos y como si no fuesemos los venezolanos los verdaderos responsables de ese «gigantesco monstruo». Y al hacer esto, quienes presentan esta fantasía no hacen otra cosa que servir en bandeja de plata el argumento de privatización para los que predican el reinado del mercado y la muerte del Estado promotor del desarrollo, sin analizar seriamente las causas del fracaso y apenas exigiendo que el país tome un rumbo distinto.

Otro de los que apoyan abiertamente la Apertura Petrolera (Alberto Quiros Corradi), recientemente planteo CON TODA RAZÓN que no ha habido un «verdadero debate nacional que desmenuce, analice y vuelva a armar la globalidad desagregada». Estoy de acuerdo, a pesar de que ya es algo tarde para que sea realmente efectivo. Sin embargo, más vale tarde que nunca.

AQC propone la venezolanización del proceso mediante la participación de empresas naciónales y de todos los venezolanos . El planteamiento es muy atractivo, pero falta determinar su factibilidad real y efectiva. Más importante, sin embargo, es discutir el objetivo del proponente que «los venezolanos sean socios directos de la explotación de los recursos naturales y no meros expectadores del derroche que hace el Estado, como ahora».

Sin embargo, hay que recordar como funciona el capitalismo y sus empresas privadas. Ser acciónista de una empresa o dueño de una participación de un Fondo Mutual no evita el derroche por parte de la directiva (aunque no sea el Estado), ni convierte al accionista o participante en socio activo con motivación y poder de influencia. La gran mayoria de accionistas y socios en el mundo entero son «meros expectadores».

Se conocen muchos casos en que los fundadores de empresas exitósas han descubierto que pueden mantener control y recibir beneficios con un bajísimo porcentaje de acciones de su propiedad, en vez de la casi totalidad que tenían al principio. Tambien se conocen muchos casos en que las directivas de empresas hacen y deshacen a su libre albeldrio lo que les viene en gana (especialmente dándose abusivos paquetes económicos), todo siempre legal pero no siempre favoreciendo a los acciónistas.

Hoy día, muchísimás empresas son controladas por verdaderos empleados (en vez de propietarios) porque son dueños de pocas acciones, mientras que la gran mayoría de propietarios (dueños de acciones) son «meros espectadores».

Tampoco debe perderse contacto con la verdadera Venezuela, con el argumento que acabaremos con el petro-Estado rentista si «invertimos másivamente para aumentar la producción de barriles de petróleo» (AQC), asegurando que ese gasto másivo sea para adquirir bienes y servicios producidos en su Venezuela imaginaria.

Lo cierto es que el efecto multiplicador de las inversiones en el sector petrolero siempre ha sido bajo, continúa hoy siendo bajo y toma tiempo elevarlo, mucho más tiempo que el previsto por la Apertura Petrolera. Para ser consecuente consigo mismo, AQC tendria que exigir la suspension de la Apertura Petrolera hasta tanto la economía nacional este en condiciones de producir los bienes y servicios que requieren las inversiones para la expansión de la producción petrolera, en vez de escribir simplemente que «en un país rico en materias primas y con energía barata esto no debería ser muy díficil».

Para acabar con el petro-Estado, AQC propone la creación de fondos especiales con parte de las regalías petroleras, como si el problema fuese la falta de recursos. Luego acusa al Estado de ser incompetente y propone la administración de los fondos a las comunidades organizadas. ¿No sabe acaso que los fondos que propone necesitan bolívares, mientrás que las regalías son en divisas que solo sirven para importar lo que el mismo dice debe producirse en el país? ¿No sabe que la conversión a bolívares de esas divisas solo produce presión inflacionaria, a menos que la mayor parte del gasto se haga en el exterior, reconvirtiendo los bolívares en divisas para pagar lo importado?

AQC támpoco parece conocer el concepto de TRASIEGO de propiedad y como se aplica en el caso del petróleo venezolano, ni el concepto de indigestión económica y la capacidad limitada de cualquier sistema económico para convertir recursos líquidos en recursos productivos, particularmente en el corto plazo. Tampoco parece tomar en cuenta que muchos de los venezolanos organizados en sus comunidades civiles fueron antes o son ahora burocratas de ese Estado derrochador, corrupto e ineficiente que tanto crítica.

Otro tema para el debate naciónal es el de los precios del petróleo. No ha habido debate sobre este importante tema, que considero más importante que el del volumen de producción.

Se ha escrito (sin debate) sobre la conveniencia (necesidad para algunos) de aumentar la producción de petróleo para hacer de PDVSA una gran transnacional (como si esto fuese algo bueno en si mismo) y para que los venezolanos disfrutemos de los ingresos que obtendríamos por su venta en el exterior.

Pero muy poco o nada se ha escrito (ni debatido) sobre los precios de ese petróleo. Por ejemplo, que en términos reales están muy bajos hoy en día y podría ser más beneficioso elevar los precios que la producción, recuperando el valor pérdido por el efecto inflaciónario ocurrido a lo largo del tiempo. Y otro ejemplo, que la elevación de la producción por los productores de petróleo podría presionar los precios hacia la baja, en detrimento de los dueños del recurso y en beneficio de los consumidores de energía barata de países ricos y desarrollados.

Son muchos los problemás y dificiles sus soluciones, pero lo que si se puede aseverar sin duda y sin titubeo es que la falta de divisas petroleras no esta entre esos problemas, porque estamos recibiendo hoy sin la Apertura más divisas de las que podemos absorber productivamente. Y esto, a pesar de los bajos precios del petróleo en términos reales (su poder adquisitivo).

La ineficiencia y la corrupción no se resuelven con divisas petroleras, como tampoco la falta de inversión privada y las malas políticas económicas. Con divisas petroleras podemos importar alimentos y medicamentos, como también equipos e instrumentos de trabajo, lo cual es muy importante, pero no podemos importar la disciplina, la organización, la persistencia y la tenacidad necesarias para elevar la productividad y la eficiencia (lo cual requiere de educación, capacitación y entrenamiento, que tampoco necesitan divisas).

Segun la revista ECONOMIST de diciembre 1995, dos profesores de Harvard relacionaron abundancia de recursos naturales con crecimiento económico en 97 países entre 1971-89, concluyendo que entre los 18 de mejor desempeño, apenas 2 son ricos en recursos naturales (ninguno de estos es petrolero-Malasia y Mauricio). Y la misma revista nos cuenta que el Banco Mundial en un estudio parecido encontro que entre los 15 países con el mejor desempeño medido por el valor de su riqueza per capita, la fuente principal fue la población (el trabajo)en 12, los activos de capital en ninguno y los recursos naturales en 3 (ninguno de estos petrolero-Australia, Canada e Islandia).

Para terminar, propondría tres grandes temas para el debate.

1 — ¿Cómo convertir la hegemonía del petróleo en un activo positivo para el desarrollo del país? ¿Es posible hacerlo? ?Es la Apertura Petrolera el camino correcto?

2 – ¿Cómo reconstruir el Estado venezolano para restaurar su eficacia y honestidad ? ¿Es el reinvento privatizador el camino correcto? ¿Cúal es su límite?

3 — ¿Cómo establecer un proceso de desarrollo verdadero, humanista y participativo, que libere al ciudadano común de la miseria que lo agobia? ¿Es la Apertura Petrolera la estrategia correcta?

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