Emprender en Venezuela

Por Jonny Cabrera
@jonjoca

Emprender, no es solamente una palabra que se está poniendo de moda, tampoco se trata de utilizarla en nuestro vocabulario para describir el empezar un nuevo negocio o poner mucho empeño en realizar una acción particular, no es una solución mágica por medio de la cual desaparezcan sus problemas económicos de la noche a la mañana, muchos menos significa ser anárquico y hacer lo que uno quiera.

Emprender es sacrificio, es golpearse duro con el muro transparente de la realidad, significa salir de la zona de confort que para muchos es el vivir del quince y último, es aprender a vivir bajo incertidumbre, es luchar por conseguir tu primer cliente, es explicarle a todo el mundo tu idea de negocio, es abrazar un estilo de vida muy demandante, no tener horario, es momentos de frustración o estrés y en la mayoría de los casos significa fracasar una o varias veces.

Emprender al final del día, es hacer algo que realmente te gusta, es aprender siempre de cada situación, es intentarlo nuevamente, es conquistar tus miedos profesionales y personales, es aprender a manejar tus finanzas, es mirar hacia atrás y con satisfacción ver hasta donde has llegado, es imaginar hasta donde quieres llegar, es formar lazos y preocuparte por las personas que te acompañan en el viaje. Es lograr ser muy disciplinado, es el trabajo más difícil de mundo pero el más satisfactorio.

Lo anterior describe en breves párrafos las ideas principales de lo que se necesita para arrancar su propia idea de negocios, no solamente se habla de sacrificios sino también de recompensas.

En general es un camino complicado lleno de retos, pero para muchos representa un entorno de constante aprendizaje. No todos los emprendimientos son exitosos, por cada éxito nueve se quedaron en el camino. Esto es como un iceberg, se juzga solo por el 30% que todos ven, pero nadie sabe del 70% de esfuerzo que hay bajo la superficie.

Puede pasar una vida entera leyendo, aprendiendo y consultando consigo mismo si tiene madera de emprendedor o no, pero al final lo que cuenta es lanzarse al agua y aprender a nadar sobre la marcha.

En los negocios, la información es oro y se debe aprender a trabajar bajo escenarios. Lo que para alguien funciono, no necesariamente es una regla que se debe seguir punto a punto. Si tienes potencial saldrá a relucir en las dificultades, pero el mejor filtro es sin duda el esfuerzo, él será el factor clave que te indicará si tienes madera o no para pelear por tu idea.

Todo comienzo en complicado y cuesta arriba, si a eso se le suma las particularidades de nuestro entorno, la cosa hasta parece imposible, para todo hay peros, desde lo más sencillo como es constituir una empresa, hasta cosas más complejas y vitales como contratar personal o cobrarle a un cliente, la seguridad jurídica prácticamente inexistente, la inflación, la inseguridad sin duda alguna no es un panorama nada alentador.

Aunque muchos por diferentes circunstancias y situaciones personales estén saliendo del país, hay otros pocos que apuestan por intentarlo. Para ello toca innovar a nivel de servicios y de productos, ya no sirve solamente, comprar en el exterior para revender. Por eso lo intentamos, porque nos hemos convertido en un país con exceso de necesidades y cada vez menos gente preparada que las cubra. Por ello consolidar una marca, hacer un nombre y crear una reputación de buen trabajo es lo mejor en estos tiempos que vivimos.

Anclarse en lo tradicional es algo que puede funcionar, sin embargo parte del éxito significa dar una vuelta de tuerca, analizar el entorno y tener una estrategia es vital. Se debe buscar un enfoque en elementos que agreguen valor y permitan que seas diferente a tu competencia, aprender a ganarse y tratar a los clientes. En tiempos como los que vivimos, lo primero debe ser sobrevivir y segundo consolidarse en el país como bandera en el sector que estén desarrollando.

Para terminar, ten en cuenta que un trabajo estable siempre estará allí, esperando por alguien que cubra la vacante, sin embargo las oportunidades no esperan, son para cualquiera que tenga la suficiente visión de ubicarla entre esa calima densa que cubre de momento el país.

Soñar y dedicarse a cumplir con una meta no es imposible, el renacimiento y el crecimiento de nuestro país dependerá de que la mayoría se atreva a emprender y recuperemos la confianza de que en Venezuela si es posible.

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