Apostando por el desarrollo tecnológico

¿Qué haríamos sin tecnología? Muchos podrían contestar que seríamos mejores personas, conectadas realmente con nuestro mundo, otros por el contrario no lo pueden siquiera imaginar, porque sencillamente es parte integral de ellos, han nacido con ella, la entienden y consumen en prácticamente todo lo que hacen a diario. Sin embargo, sea cual el punto de vista que se tenga, lo cierto es que ella va dibujando la forma en que coexistimos todos con nuestro entorno, es decir, con nuestro planeta.                                                

En el breve lapso geológico que lleva la humanidad desarrollándose, el conjunto de conocimiento técnico que se ha ido acumulando ha permitido el auge y caída de imperios, mejorar nuestra esperanza de vida o simplemente conocer otros mundos. Aquello que están en la búsqueda constante de la cima de la innovación y desarrollo tecnológico son los que indirectamente cimientan su poder político, militar y económico, porque la necesidad del hombre sobre armamento, la energía, el transporte, la alimentación y la salud. Es decir, los pilares fundamentales que soportan a la sociedad, nunca serán cubiertas del todo.

No es nada sencillo comenzar a sembrar una semilla costosa y a la que no se le ven frutos a corto plazo. Los países tiene problemas específicos y puntuales que deben ser atendidos, priorizar las necesidades básicas de sus habitantes debe ser la regla, dar este salto requiere de una estrategia sostenible en el tiempo, con hitos y logros que permitan medir el grado de avance hacia un escenario de real independencia. Ver esto solamente como una oportunidad para capitalizar publicidad por un momento determinado es simplemente malgastar recursos.

Como etapas iniciales se requiera la unión de los entes públicos, la empresa privada y los centros educativos, así como también la inyección de recursos, económicos, técnicos y humanos  de forma constante. La acción conjunta, permitirá  el acceso a las personas desde su niñez a las herramientas necesarias para comenzar a familiarizarse, aprender y así con el paso del tiempo diseñar soluciones para nuestros problemas cotidianos. Con ello se germinan las semillas necesarias para que en un futuro próximo podamos recoger frutos como pueden ser una sociedad más organizada, menos violenta, consiente de su potencial y abierta a apostar por la creación de cosas nuevas.

Este desarrollo beneficia a todos los sectores antes mencionados, el sector privado puede capitalizar sus inversiones con la creación de nuevas patentes y productos innovadores que puedan ser ofrecidos tanto en su país de origen como a nivel regional o global. El sector público, se beneficia por medio de imagen progresista, sustituir exportaciones, generar nuevos puestos de trabajo, protege su aparato productivo y eleva la calidad de vida de sus habitantes ofreciendo mejores servicios. Los centros educativos se beneficias de las creaciones de sus estudiantes, de la investigación y desarrollo que pueden llevarse a cabo en sus aulas, de esta forma no esta sometidas únicamente al dinero que puedan recibir por parte del gobierno o la matrícula de sus estudiantes, hablamos de diversificar sus ingresos. Finalmente la sociedad, eleva sus capacidades técnicas, potencia el emprendimiento nacional, lo importante no es solo conocer nuestros derechos sino también nuestros deberes, por ello se mejora la conciencia colectiva de hacia donde se quiere ir como país.

Como toda apuesta, conlleva un riesgo inherente, hace falta una voluntad de hierro para mantenerse constante a pesar de los reveses que se puedan acumular, los beneficios poco a poco irán saliendo a la luz. Sin importar el país, se debe analizar la fotografía inicial, ¿cómo obtiene ingresos el país?, ¿cuales son los productos de exportación? ¿cómo subsisto si ese producto desaparece? ¿cómo vemos el país en 100 años?

Estas son solo algunas de las preguntas que se deben hacer para entender que el momento de empezar no es cuando sea obligado por la situación, era hace 20 años, es hoy, cuando el problema sea la subsistencia tal vez ya sea muy tarde.