Mundo Empresarial

Ugandi: ropa de segunda mano con calidad de primera

Comprar y vender ropa usada a través de Internet. Este es el concepto con el que Fernando Martínez y Nicolás Iragorri concibieron Ugandi, una tienda online que desde enero comercializa ropa de segunda mano, pero con calidad de primera.

Sus padres les inculcaron la semilla del emprendimiento desde que eran muy jóvenes, por lo que supieron identificar una oportunidad de negocio en las constantes reuniones de amigas que los rodeaban e intercambiaban ropa entre ellas para mantener su armario renovado en todo momento. La idea visionaria de Martínez e Iragorri consiste en ampliar esa red que ya existía y formalizarla.

Estos dos ingenieros de sistemas graduados en la Universidad Metropolitana explican de qué manera utilizaron sus conocimientos de tecnología para sacar provecho a las circunstancias del país, donde aumenta cada vez más una tendencia marcada por el abandono del mercado por parte de las grandes tiendas de ropa, para sacar adelante su proyecto.

—¿En qué consiste el tema del cambalache?
—N: En Ugandi queremos ir un poquito más allá del simple intercambio. Nuestra intención es brindar un sello de calidad, y ello lo logramos gracias a un proceso de verificación de cada prenda para estar seguros de que está en perfecto estado y con calidad óptima antes de venderla. Incluso, algunas de nuestras piezas tienen aún la etiqueta de compra original.

—¿De qué manera verifican esa ropa?
—F: En la página web tenemos varias fotos con ejemplos de ropa que no aceptamos. De esa manera, nuestro cliente puede darse una idea de qué es lo que estamos buscando.

Una vez que el cliente hace su limpieza de clóset y ve que la ropa está perfecta, la mandamos a buscar a su casa de forma gratuita. Cuando nos llega, hacemos una revisión exhaustiva con un foco de luz fuerte. De esa manera medimos que la prenda realmente esté excelente.

—¿Cuál es su valor diferenciador?
—F: A diferencia de otras plataformas que ponen en contacto al comprador y al vendedor, aquí somos nosotros quienes vendemos directamente al cliente, por lo que somos responsables y respondemos ante cualquier problema que pueda surgir.

—Por ahora solo venden ropa para mujeres. ¿Por qué decidieron atacar primero ese mercado?
—F: La diferencia entre los hombres y las mujeres es que las mujeres utilizan una camisa para una reunión en el día, otra para la media tarde y una completamente distinta para la noche. En cambio los hombres podemos llevar una misma camisa desde el día hasta la noche. Las mujeres tienen más necesidades en ese aspecto.

—N: Sí, las mujeres tienen esa necesidad de reinventar su look, de no repetir la misma prenda.

—¿Cómo fue el proceso para arrancar con el negocio?
—F: La recolección comenzó hace un año, para tener suficiente inventario a la hora de inaugurar el negocio. Los primeros tres meses este paso fue muy difícil: en un principio intentamos colectar ropa de mujeres allegadas, familiares y amigas, y de ponerlo a consignación para no tener que invertir tanto.
Sin embargo, por más que se trate de una mejor amiga, prima o tía, si no tienen el incentivo, es mentira que se van a poner a limpiar su clóset. En ese momento decidimos reconsiderar la estrategia e invertir una cantidad que, para nosotros, era significativa para comprar la ropa directamente. Allí fue cuando comenzamos a tener mayor respuesta.

Finalmente, empezó una especie de círculo en el que nos contactaban amigas de amigas que nos habían vendido sus prendas.

—¿Cuáles fueron los mayores obstáculos a la hora de iniciar su emprendimiento?

—N: Creo que todos los emprendimientos tienen sus retos. Yo diría que no tengo uno significativo, sino la suma de cosas que tuvimos que hacer para llevar a cabo todo. El proceso logístico es complicado, para el de mercadeo fue necesario invertir bastante tiempo y dinero. Además, es importante consolidar un equipo adecuado. De hecho, yo creo que el reto más importante es, precisamente, consolidar un equipo que crea en el proyecto, que trabaje en él.

—F: Además de eso, como este es un proyecto nuevo, tienes que explicarle constantemente a la gente en qué consiste. No es como cuando montas un restaurante, que ya todo el mundo sabe lo que es. Romper esa barrera de desconocimiento yo creo que ha sido lo más difícil.

—¿El nivel de aceptación superó sus expectativas?

—F: ¡Totalmente! Durante la recolección teníamos una discusión: él (Nicolás) pensaba que era más difícil la venta y yo pensaba que era más difícil la recolección, por el tema de incentivar a la gente a sacar un vestido de su clóset y vendérnoslo a nosotros, porque no estamos buscando la ropa que se dona a las iglesias, sino esa prenda que ya no usas, pero te da lástima botar.

Sin embargo, comenzamos a vender en enero y la aceptación que tuvimos nos sorprendió bastante. Al final tuve que darle la razón a Nico y decirle que quizá era cierto que la venta podía ser más difícil. Pero te confieso que desde marzo, que se empezó a regar verdaderamente la voz, ninguna de las dos cosas han sido complicadas.

Nosotros estamos muy satisfechos con los resultados. Somos los primeros que sacamos al mercado una tienda de icomers de ropa de segunda mano, pero de primera calidad, algo que no había aparecido en ningún lado hasta el momento.

—¿Cuáles son sus objetivos para este 2015?

—N: Que todas las mujeres en Venezuela sepan que tienen a su disposición una tienda en la que pueden conseguir ropa de primera calidad a unos precios increíbles.

—¿Cuáles son los planes de crecimiento de Ugandi?

—F: Más adelante nos queremos expandirnos también hacia otras categorías: hombres, niños, entre otros. Pero eso sucederá cuando estemos más maduros y tengamos más conocimientos en el área.

—¿Han pensado en la internacionalización?

—F: Por ahora no. Nuestro mercado es Venezuela. Queremos apostar por este país, que la gente apenas limpie su clóset, piense inmediatamente en Ugandi. Ya más adelante veremos qué nos depara el destino.

—¿Qué los motivó a emprender en Venezuela en una época tan difícil como la que estamos viviendo?

—N: Hay una frase que yo escuché una vez y es muy buena, dice que en chino la palabra “crisis” se escribe con dos caracteres, que son el de peligro y el de oportunidad. La crisis es lo que precede a un crecimiento. Si bien es una época riesgosa, porque yo sí creo que puede que el país esté pasando por una situación difícil, aún así es un buen momento para trabajar por el país, para quedarse aquí y para invertir los recursos que uno tenga aquí. Además, de esa manera también se puede beneficiar al país. Brindar un servicio es un aporte que uno también ofrece a la sociedad.

—¿Qué consejos le darían a una persona que quiera emprender?

—N: Que el riesgo siempre existe, pero Venezuela todavía es un país en el que se puede invertir y que tiene muchísimo potencial y futuro.

—F: Yo he visto ideas fabulosas de emprendimiento y que en verdad solucionan un problema. No quiero decir que una persona se vaya a lanzar al emprendimiento sin pensar y sin premeditar todo muy bien, pero creo que no se debería perder mucho tiempo en la etapa de estar pensando y analizando. De hecho, eso fue lo que nos pasó a nosotros: estuvimos varios meses, creo que hasta un punto sobreanalizándolo. Yo diría: ejecútalo y vas a aprender en el camino.

La mamá de Nico nos dijo una vez: “No esperes aprender para hacer, sino aprende haciendo”. Yo creo que ese consejo es muy útil. Particularmente nosotros no estábamos listos cuando empezamos, pero al primer mes nos obligamos a estar listos. Y esa es una constante que he escuchado de todos los emprendedores con los que he hablado. El proyecto nunca va a estar listo. Ejecútalo y en el camino vas mejorando los problemas.

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Un comentario

  1. España se está pareciendo a países como EEUU, Uk, Alemania, Francia que llevan comprando y vendiendo ropa de segunda mano desde siempre.

    Este mes en Madrid, la tienda http://milmodelitos.es/ cumple 3 años, yo llevo comprando desde entonces, y al principio solo compraba personas latinas y pocas españolas, ahora se pelean por la ropa de marca, y como son prendas únicas, es normal, ver clientas esperando a las 10 a que abra la tienda, ya que todos los dias hay ropa nueva.
    desde luego la compra de ropa de segunda mano se ha generalizado en España

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