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¿A qué le teme el mundo?

Conocerse a uno mismo es vital para saber en dónde se quiere estar y sobre todo, cómo llegar alcanzar nuestras metas, ya que al conocernos sabremos nuestros alcances y limitaciones para obtener la consecución de las mismas. Sin embargo no habitamos en una isla desierta, y se necesita conocer el entorno para comprender cómo los demás afectan nuestros planes. Bajo esa premisa también deberían actuar los jefes de Estado, buscando conocer a sus ciudadanos y al resto de quien les rodea.

Es así como todo gobierno que desee  emprender con éxito alguna estrategia dentro del contexto internacional, debe saber en qué se cree y teme hoy, y cuáles son las expectativas del mañana dentro su población y la de otros países. Solo así habrá congruencia en los planes de política nacional y exterior, pues aunque gusta a veces negarlo, la opinión pública y los grupos de interés si tienen un peso en interrumpir, perturbar y entorpecer cualquier actividad de gobierno (véase el caso del presidente Obama en Estados Unidos). Asimismo, menos será la improvisación en lidiar con los conflictos que nos aquejan.

El instituto Pew Research Center, realizó un estudio entre marzo y junio de este año dado a conocer públicamente a mediados de mes, y el cual nos revela a qué le teme el mundo, ya que se encargó de investigar lo que se considera una amenaza para los ciudadanos mayores de 18 años de más de 40 países. Sus resultados fueron tan diversos como a los países investigados, pero nos enseña igual rasgos interesantes.

A nivel global la violencia étnica y religiosa se aprecia como la amenaza más creciente en el mundo, ya que fue el aspecto que mayor porcentaje obtuvo entre las categorías, con un 34%.  Y ¿a quién le preocupa más?, pues Medio Oriente fue la región que le concedió ese porcentaje. La región que menos lo consideró fue América Latina, otorgándole un 9%, sintiéndose totalmente ajena a esos sentimientos y situaciones, y en consecuencia, dando más relevancia a las armas nucleares y los problemas de contaminación ambiental, en un 26 y 25% respectivamente.

Esta encuesta nos resalta particularmente como no hay consenso dentro de la población de los países al ponderar los temas que pueden poner en peligro al mundo, pues se obtuvo una valoración con poca distancia numérica en los distintos temas. Por ejemplo en Medio Oriente, la segunda amenaza al mundo la constituye las armas nucleares con 20% y la desigualdad con 18%. A las enfermedades sexuales y la contaminación es lo que menos temen entre 9 y 10%.

El tiempo de la encuesta fue antes del auge ISIS, sin embargo la población sintió el aspecto religioso y étnico como determinante.

De 7 países solo 2 no consideraron la violencia religiosa una amenaza, siendo Turquía y Jordania. Para Turquía en primer lugar están las armas nucleares con 34% y con 31% para Jordania la desigualdad.

No obstante, el país que ve como mayor amenaza el odio religioso y étnico es el Líbano, con un 58%.  A quien por cierto, muchos proponen como el ejemplo de sistema de gobierno para los países de la primavera árabe. Su percepción no es sorprendente, y hasta es de esperarse pues sus fronteras sufren los embates de las disputas actuales en la región, al limitar con Siria, Israel y Palestina.

De igual manera, se revela que el nivel de desarrollo condiciona el concepto de amenaza. En consecuencia los países desarrollados temen más a la desigualdad, casi el doble que los países en vía de desarrollo. El primer mundo (por así decirlo) con Europa de ejemplo, ve como mayor amenaza la desigualdad, con un 32% y después las armas nucleares con 19%, el odio religioso y étnico con 15 % se establece en tercer lugar seguido por la contaminación y las enfermedades sexuales (14% y 5%). Asimismo, para Estados Unidos, la desigualdad es la mayor amenaza.

España y Grecia dentro de Europa, consideran la desigualdad con mayor atención, siendo Reino Unido y Francia más sensible al odio religioso y étnico. En contraste, Rusia y Ucrania la proliferación nuclear es el mayor peligro.

En África, compuesta por países que consideran fallidos, de tercer mundo y en desarrollo, con un 29% las mayores preocupaciones oscilan en las enfermedades sexuales, el odio religioso y étnico con un 24% en segundo lugar, las armas nucleares un 22% para posicionarse en tercer lugar, la desigualdad un 18% y la contaminación al final con un 7%.

En algunas regiones, las personas ven el mundo de acuerdo a su realidad. Al menos así nos revela Asia y África en su percepción. A la primera región le preocupa enormemente la contaminación con un 22%, las armas nucleares con un 21%, le sigue la desigualdad con un 18% y el odio étnico con un 13%. De último lugar se encuentras las enfermedades sexuales con un 12%. Del grupo de países, la India le preocupa más el odio étnico con un 25% en contraste con Pakistán que le preocupa las armas nucleares en un 30%. El odio étnico representa para éste un 13% y para la India la cuestión nuclear representa un 19% de importancia.

Al país que más le preocupa las armas nucleares en el continente asiático y que también es a quien más le preocupa en el mundo, es Japón con un 49%. Quien de hecho ha sido el único país víctima hasta los momentos de la bomba nuclear.

En el tema de enfermedades de transmisión sexual, quien más considera este tema una amenaza es Uganda con un 44% y quien menos, es Alemania con un 1%.

Otra conclusión importante es que la edad para ver el mundo, importa. En Japón los jóvenes de 18 y 29 años se preocupan menos por las armas nucleares que aquellas personas que pasan los 50 años. En África los más jóvenes temen a las enfermedades sexuales.

Finalmente, la ideología efectivamente condiciona. En Estados Unidos y Europa los derechistas y conservadores se preocupan más por la violencia étnica y religiosa que los demócratas e izquierdistas. Siendo la mayor preocupación de éstos la desigualdad y el ambiente.

Estos datos no deben ser tomados de forma exacta, pero si son una guía hacia lo que las personas consideran más agobiante. En comparación con la encuesta de hace 7 años, el odio religioso y étnico, en conjunto con la proliferación de armas nucleares son percepciones de amenaza que han aumentado. La desigualdad mantiene niveles parecidos, y la preocupación respecto al medio ambiente y las enfermedades de transmisión sexual han bajado.

Como región, Europa es quien ha aumentado sus preocupaciones referentes a la desigualdad, y Medio Oriente respecto al odio religioso y étnico.

Sin duda buscar una respuesta global a todos los padecimientos será imposible, pero lo preocupante será determinar hasta qué punto lo que es percibido como una amenaza verdaderamente lo es, y por consiguiente, si los jefes de Estado y de gobierno actuaran con base en la opinión pública o con base en su raciocinio de lo que es el interés nacional. Para analistas como George Friedman la opinión pública importa donde los asuntos no son intereses fundamentales para una nación, y para Robert Kaplan, la opinión pública no tiene una percepción que permita ventajas estratégicas. En mi opinión, lo estratégico al menos se compone por saber y reconocer los temores del otro. Eso al menos ha enseñado la expansión de la OTAN y la anexión de Crimea por parte de Rusia.

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