Atrapados sin salida
Uno de nuestros principales errores siempre ha sido colocar todos los huevos en una misma canasta y digo nuestros porque la oposición, somos todos quienes nos oponemos al chavismo despótico. En estos momentos de crisis profunda y las amenazas del régimen para obstaculizar las salidas democráticas, la MUD debería estar haciendo las consultas para unificar las candidaturas a las elecciones de gobernadores, porque en la práctica, quedan apenas tres meses para que empiece la campaña electoral de las mismas. Es decir que nada impide que una cosa se lleve a cabo a la par de la otra.
Mientras escribo estas líneas el régimen nos tiene exactamente donde quiere. La oposición está agotando todas sus fuerzas en validar las primeras firmas, digo las primeras porque después de que las valide y el CNE gaste sus días hábiles hasta el siete de septiembre (sí, el mismo septiembre cuando comienza la campaña de gobernadores), vendrá la recogida del 20% de las firmas necesarias entre el ocho y el doce de ese mes. Cuatro millones de firmas, que deberán ser al menos seis para evitar las estafas de un CNE del que tampoco vemos movimiento opositor para sacarlos de sus cargos, porque ya tienen vencido el plazo y de esta forma, con el respaldo de quienes votamos por la Asamblea Nacional el 6 de diciembre, despojarlos de otro Poder secuestrado por ellos para que los demócratas asuman el control legítimo. Es decir, que este año deberíamos arrasar con 22 gobernaciones arrancándole 651 mil cargos del aparato chavista y el CNE quedaría, por primera vez en diecisiete años en poder de los demócratas. Independientemente que se diera el revocatorio o no, porque repito, no es solo el revocatorio lo que importa, sino restarle todo el poder posible a la revolución comunista.
¿A qué le temen hoy más el chavismo y Nicolás Maduro? A las elecciones, a medirse en las urnas electorales con la oposición, a perder dramáticamente y quedar derrotados de por vida con una paliza histórica. Entonces, imaginemos por un instante que el revocatorio es lo más importante, pero ahora imaginemos también un diciembre con todas las gobernaciones en poder de la oposición, el CNE democrático y una mayoría aplastante en la Asamblea Nacional. Ahora hablemos del escenario posible, que este régimen hará, como lo está haciendo hoy, lo imposible para evitar que el revocatorio se de este año porque ya tiene como fecha tentativa el 10 o el 15 de enero del 2016 y que el TSJ, otro Poder que no hemos recuperado, en cumplimiento con su obediencia a la revolución Castro-chavista-madurista nos mande, al mismo lugar a donde nos ha mandado en los últimos cien días. Pero imaginemos también que trasladamos a Diciembre de 2017 las gobernaciones para que se hagan con las municipales que es lo que quiere el régimen, como mínimo, estaremos exactamente iguales en ese escenario, Maduro estará allí por la fuerza del TSJ, todo el poder chavista de movilización estará hasta finales de 2017 y nosotros haremos un referendo, que al sacar a Maduro del poder pero no al régimen comunista, habrá perdido absolutamente todo el sentido.
Esa es la apuesta del gobierno que para ello sembró el dialogo, neutralizó a la OEA, neutralizó a Macri, a Mercosur, a los votos del caribe en Cuba y también neutralizó a los Estados Unidos. Prometiendo lo que todos sabemos no va a cumplir y que va a romper. Están ganando tiempo y desgastando la psiquis y la paciencia de todos los venezolanos.
¿Que veo hoy? Que este régimen nos está llevando a un callejón sin salida aun cuando tenemos los instrumentos constitucionales para neutralizarlos, un Poder legítimo como la Asamblea Nacional para demostrar su ilegitimidad por violar de forma constante y descarada la Constitución Nacional y el respaldo incondicional, por primera vez después de 17 años de un Secretario General de la OEA, contamos pues con la fuerza suficiente para que los acorralados sean ellos, porque que quienes han destruido a nuestro país y pretenden perpetuarse en el poder, no se les puede dar por solo un lado, no hay que dejarlos respirar cuando está finalmente entre las cuerdas ante el mundo y apostar todo a un solo caballo, esto es lo peor que nuevamente podemos hacer.
