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Caída de la estatua moviente que es Maduro

Este hombre estatua, que hasta  hace pocos días aparecía desafiante, sin pestañear ante la inclemencia, manejando  el  carro loco que ha conformado como gobierno, ha comenzado a notársele las ojeras de conductor moribundo, incapaz de seguir el camino en el bus de esa desgracia, conformada por un  poco de locos de formación buhonera y de cicatrices infernales.

Un gobierno  que se pulveriza en un  ambiente de fealdad,  extraño al conocimiento y que  jamás ha practicado ni un pasito insignificante de ética y civismo.

Este hombre estatua, que no sabe lo que dice, se mueve al ritmo de un guasón desorientado, rinde pleitesía a los mal educados cubanos que descubrieron otra isla, para saquearla, al son de este grupete putrefacto, caído en el abismo  fangoso del poder, acorralado por sus mismos seguidores, desnudos por la intriga de los grupos de comerciantes y de traficantes que se llevan todo: El petróleo, el oro, los billetes, el ganado en pie, las gallinas y la historia de un país que fue ejemplo de grandeza.

Este hombre estatua, brillante profesional del saqueo, con Post Doctorado en manejo de turbas, será el retrato del tirano con risa de infamia y de perseguidor de sueños. Será el monumento de la ruina y la desesperación de un país ( las tres cuartas partes de 31  millones de habitantes) que sufren una devastadora crisis humanitaria, será el comandante que cierra los ojos ante los que mueren por falta de medicamentos, de alimentos, que ordena  disparar a jóvenes que sólo quieren un país y no una guarida de malandros, malpensantes, delincuentes de baja ralea,  que azotan los comercios y se ponen togas para decidir el futuro de un país que lucha hasta morir por no  seguir viviendo maniatado por estos pandilleros.

Este hombre estatua, encarna el misterio de una antigua esfinge egipcia de un hombre llamado Neb Senú, que a veces se balancea lentamente y por eso la califican de moviente, originando muchos sustos en el museo de Manchester, ya que gira sobre sí misma.

La diferencia es que en el museo nadie la toca, mientras este hombre estatua tropical, se mueve bajo órdenes fantasmales, con energías negativas del castrismo, del degenerado de Corea del Norte, y de todos los terroristas del mundo que han convertido a Venezuela en su aliviadero y desde allí perturban la paz del globo. La reliquia de Manchester fue encontrada en la tumba de una momia, mientras este hombre estatua no se sabe dónde nació y sólo aprendió a agredir. También es moviente, porque  gira bajo los hilos de los vagabundos y antidemocrátas del universo.

Este hombre estatua,  acerca su final y como todo tirano rodará por los precipicios de la infamia.

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