Debemos trascender la pura política electoral
Las dos semanas que estuve sin escribir esta columna los dedique a revisar y a reflexionar sobre las cosas que he escrito desde el 2002 hasta hoy, y me resulta casi que penoso constatar la continuidad que ha tenido la crisis política del país desde entonces. Nada ha cambiado en términos de estrategias, tanto del lado del gobierno como de la oposición.
El gobierno continúa en su estrategia de desconocimiento del Estado de Derecho y de violación de la Constitución que ellos mismo redactaron y aprobaron el 15 de diciembre de 1999. Mientras que en la oposición continuamos pretendiendo resolver la compleja situación política y geopolítica del país con la sola política electoral, lo cual mantiene la situación de incertidumbre de los últimos 15 años, mientras que en las recientes elecciones primarias del 10 de Sep. 2017, se produjo un intento de fragmentación sectaria en tres Estados del país.
La alianza política de la MUD, no puede verse como una alianza tradicional de partidos que tiene como un único objetivo el reparto del poder. La hoja de ruta de la MUD no puede ser únicamente las elecciones, en tanto la situación política y geopolítica del país se inscribe en el difícil y complejo conflicto de la lucha por un Nuevo Orden Mundial (NOM)
Parafraseando a Henry Ramos Allup apunto que no podemos descansar únicamente en los analgésicos numerológicos de las encuestas que dan como derrotado en cualquier escenario electoral al gobierno, pues tenemos la necesidad de profundizar en el análisis para asimilar e interpretar la realidad geopolítica y geoestratégica donde se mueve el chavismo, para que a partir de acá podamos construir una política que vaya más allá de lo puramente electoral, de lo contrario en mi opinión, continuaremos empantanados como hasta ahora.
La participación de la gente en las primarias del domingo 10 de Sep. 2017 fue menor del 10%, es decir, de un padrón electoral de 19.805.002 electores, concurrieron menos de 2 millones de electores, lo que mi opinión merece un detenido y profundo análisis. En el Zulia (Estado donde resido) el padrón electoral es 2.456.677, y sólo concurrieron a votar 200 mil, lo cual representa sólo el 8,14% del padrón electoral.
Esta Web (analítica.com), en su editorial del 18 de Sep. 2017 apuntaba lo siguiente: “Las peores costuras se vieron el pasado 10 de septiembre, cuando a las 8:00 pm se tenían los resultados de las primarias para escoger a los candidatos de la Unidad, que buscarán ganarle a los del partido de gobierno PSUV, y fue a las 12:14 am, luego de una gran presión, que se atrevieron a hablar y destapar la caja de pandora” (…) “Cada una de las contradicciones públicas entre los actores de la oposición, lo que hacen es mermar la esperanza de miles de venezolanos».
Si bien las diferencias existen y sanamente deben estar presentes, porque de eso se trata la democracia, la Unidad está quedando muy mal al no saber llevar las negociaciones internas de la mejor manera y al no ser clara en cuanto a las salidas que busca” (…) “Es hora de frenar y pensar cómo se va a conquistar a una población, que en su mayoría, está descontenta y desesperanzada esperando que un “líder” o un grupo de “líderes” den fin al hambre y a la pobreza a la cual se enfrenta el país.” Estos parágrafos del Editorial de analítica.com, en cierta manera revindica lo que durante todos años he venido manteniendo en esta columna, es decir, requerimos mucho más que la sola política electoral.
Nuestra dirigencia política (la de la oposición), no puede continuar jugando con las expectativas y las emociones electorales de la población. Requerimos de un mayor análisis y profundización de la compleja situación política y geopolítica que viene atravesando el país desde el 2002. Visto que la sola política electoral hasta ahora ha sido insuficiente.
La sola política electoral y el uso predominante de las maquinarias partidistas se nos revelado hasta ahora, como una estrategia pueril con muchas limitaciones teóricas que reduce y subestima la compleja situación política y geopolítica por la cual atraviesa Venezuela. He insisto una vez más, tenemos que habilitar en la oposición un espacio para un debate mucho más profundo que trascienda la pura política electoral. El análisis debe conducirnos a lo que es factible de verdad en esta compleja realidad política y geopolítica y lo que es solamente humo electoral.
