Desgarre constitucional y posición militar
Comenzamos a creer que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) no va a actuar a fin de restituir la Constitución sino en un único escenario previsto en la actual Carta Magna: la violación de la voluntad popular en contienda libre, pacífica y constitucional. Es decir: si se estimara que en la próxima contienda presidencial- si es que se realiza- los resultados electorales hubieran sido tergiversados o manipulados, la FANB intercedería. El pasado reciente indica que cuando en las elecciones para la Asamblea, en diciembre del año 2015, el ciudadano Ministro de la Defensa, General en Jefe, Vladimir Padrino López, intervino en cadena de medios-dicen que presionado- para expresar la posición de la institución armada: ” no permitirían la alteración de tales cifras”. Similar situación tuvimos cuando en reciente intervención de este Oficial escuchamos que solo los procesos electorales con voto universal y secreto serian respetados por ellos, palabras más palabras menos.
En cuyo caso, y si así fuera, nos plantearíamos las siguientes interrogantes:
¿Han sido vanos entonces los admirables, arriesgados y valientes esfuerzos libertarios que un sector claramente mayoritario de venezolanos, liderado por jóvenes héroes y una dirigencia política UNITARIA, ha adelantado a un alto coste de presos, heridos y trágicamente caídos?, sacrificio éste que la patria eternamente reconocerá.
¿Es que la larga lista de violaciones groseras y obvias a la Constitución, no cuentan?
¿Es que sólo definen a la democracia los procesos electorales?
¿Acaso no existen ejemplos verificables de groseros e ilegales descensos hacia el despotismo totalitario en el inmediato pretérito?
¿Es que la FANB ha optado por situarse al lado de los valores más oscuros, primitivos y anti históricos del quehacer político nacional?
¿No hay, por cierto, desprendimientos esenciales del esqueleto democrático patrio?, como han sido:
– inexistencia constatada de separación de poderes;
-politización desvergonzada del estamento militar, contrariando abierta y groseramente el artículo 328 de nuestra Ley primordial;
-obvia subordinación al Ejecutivo de todos los demás poderes;
-desfachatada hegemonía comunicacional;
-selección parcial tracalera del Tribunal Supremo;
-utilización de Tribunales Militares para el enjuiciamiento de civiles bajo la falsa e insidiosa pretensión de calificar a las pacíficas y multitudinarias manifestaciones de “terroristas”;
-insolente disminución de los poderes constitucionales de la Asamblea General, con miras a su total desaparición;
-ilegitimo arrebato del REFERENDUM presidencial y prorroga, igualmente indebida, de las contiendas regionales hasta nueva ocasión propicia.
Y, lo que es imperdonable, casi ocho decenas de víctimas mortales, programadas por la asesoría cubana, y ocurridas bajo armas militares y bandas civiles gansteriles, en los últimos tres meses. ¿Es que aún no lo han visto así en ese segmento uniformado?, cuándo, lamentablemente, Venezuela vuelve a requerirlos para, en esta ocasión, restituir la constitución del 99 y salvar al país del totalitarismo marxista, excluyente de la condición natural independiente de la naturaleza del venezolano.
No ha sido suficiente todo lo anterior para concientizar a la Fuerza Armada Nacional (FAN), que no bolivariana, de algo de lo cual un mayoritario sector de compatriotas civiles están ya convencidos, es decir: del declive del régimen hacia una despótica tiranía absolutista. Acaso no reconfirma la manifiesta condición INCONSTITUCIONAL del mandato la súbita imposición de una CONSTITUYENTE COMUNAL COORPORATIVA, diáfanamente espuria y el repentino y voluntario RETIRO de la administración socialista de la Organización de Estados Americanos (OEA). En cuanto a la primera, pareciera que adelantan así, en vista de las inesperadas y peligrosas circunstancias que atraviesan, el paso parcial o absoluto hacia la ya pronosticada “Ruptura Revolucionaria”, pero dentro de un parapeto “legal”, obligado por las armas. En ese espasmo, qué otra cosa no es, muy posiblemente darán al traste con valores insustituibles de la democracia liberal y representativa occidental, como las elecciones libres y universales y, quizás, hasta una reducción del concepto de propiedad privada, o su total abolición. Respecto del segundo, evitan, de esta manera, por ahora, una vergonzante suspensión perdiendo, de tal forma, su caparazón democrática internacional. RETIRO éste que más temprano que tarde habrá de ser reconvertido en SUSPENSION pero no del país sino de la ilegitima y pérfida administración que se ha adueñado de Venezuela. En próximo futuro, aspiramos que al menos 23 votos libres y civilizados, lo proclamarán al mundo, a pesar de los muchos intereses pecuniarios que aún revolotean en ese espacio interamericano. Allí -en el Consejo de la Organización de Estados Americanos (OEA)- la Venezuela mayoritaria y democrática espera el decisivo apoyo simbólico de la Comunidad Latinoamericana democrática.
Cristalino queda entonces el manifiesto desgarre que el gobierno ha generado en nuestra Carta Magna por la búsqueda descabellada de un modelo IRRECONCILIABLE con el de Democracia/liberal, recogido en la Carta liderada por Chávez Frías en el 99, de la que rescatamos sus artículos 333 y 350, a objeto de atribuirle condición constitucional a esta ya cruenta e histórica epopeya.
