El 6D, una elección crucial

El 6D no es una elección más en un país en que las elecciones han perdido majestad por lo frecuente y reiteradamente que se llama a la población a votar.

El 6D lo que está en juego es el modelo político que regirá los destinos del país desde el órgano más importante de todo sistema democrático, el Parlamento o Asamblea Nacional.

Hasta ahora, la pluralidad necesaria de todo parlamento ha sido asfixiada por el control hegemónico de una mayoría precaria, que sin haber ganado la mayoría del voto popular controló, por la desigual composición de la geografía política del país, el número de diputados que le garantizaban manejar a su libre albedrío, todo lo que en condiciones normales en una democracia tenía que discutirse y negociarse con quienes obtuvieron la mayor cantidad de votos a nivel nacional.

Ahora las circunstancias han cambiado y las encuestas muestran que la oposición -si las elecciones son transparentes- será la primera fuerza en la Asamblea y, por lo tanto, podrá desempeñar, entre otras, la tan necesaria función de controlar al Poder Ejecutivo y restablecer el equilibrio entre los diversos poderes del Estado.

Por eso esta elección es fundamental para abrir cauces hacia el restablecimiento pleno de la democracia en Venezuela y sentar las bases para un verdadero estado de derecho que permita que todo ciudadano encuentre la protección de sus derechos en el marco de la ley.