El camino de Venezuela es el electoral
Por Pedro Pérez B
Desde el año 2002 no se sentía tanto deseo de cambio, ya hasta uno sueña como sería este cambio. En aquel entonces y luego de la extraordinaria marcha del 11 de abril vino el día siguiente, el 12 de abril en el cual unos pocos truncaron nuestro sueño de cambio con un golpe de Estado, que nos trajo el 13 de abril la resurrección y el inicio de la radicalización de un modelo económico y político estadista e intervencionista, que nos dejó un control de cambio que hoy todavía existe; inseguridad y violencia, así como el éxodo de la clase media promovido por el propio régimen: «mejor se que vayan, así no nos fastidian», seguramente dijeron.
La respuesta política opositora se equivocó con el paro nacional, la abstención y las guarimbas que solo agravaron todo.
La inmadurez política de entonces y el ocaso de la terrible antipolítica solo vinieron a empeorar todo y asentar la desesperanza.
¿Hemos madurado? ¿Hemos aprendido como se hace política? Espero que sí, las elecciones de la Asamblea Nacional es un buen ejemplo, contra todos los nefastos augurios y pronósticos que hoy ya olvidamos, porque eso nos caracteriza a los venezolanos, no tenemos buena memoria.
El camino es uno solo, para quienes queremos paz y construir un país, y no sepultarlo en el caos y la anarquía. Sí podemos estar peor, aunque parezca imposible, y aunque sea más largo y tortuoso el camino lo correcto es lograr un cronograma de elecciones, tal como establece la Constitución Nacional, y apoyar esa nueva dirigencia política como la de Miguel Pizarro y a la vieja como la de Henry Ramos Allup. Ese es el mío al menos, no tengo otro.
