El Editorial
El triunfo de la UCV en Harvard
A pesar de tantas noticias aberrantes con las que invaden nuestra intimidad día a día hay al fin una, que más que reconfortante, es esperanzadora: el reciente triunfo de la delegación de la UCV en el modelo de las Naciones Unidas, organizado por la Universidad de Harvard.
Este triunfo es una prueba palpable de que a pesar de todo lo que han intentado hacer para quebrar la casa que vence las sombras, la UCV no sólo no se doblega sino que sale a luchar en terrenos de alta competencia académica, enfrentando algunas de las mejores universidades del planeta, y logra una vez más traer al país un merecido reconocimiento que premia la excelencia en la preparación y en la ejecución.
Pero si esto no fuese suficiente para sembrar en nuestros espíritus esperanza de un futuro mejor para Venezuela, también hay que reconocer el magistral desempeño del resto de las universidades venezolanas que participaron en el modelo, las cuales recibieron múltiples premios, demostrando que en nuestro país lo que sobra es talento.
Esa es la Venezuela joven, las que nos señala que nunca hay que rendirse, que el futuro será promisorio y que hay que trabajar con afán por nuestras metas, para que pronto, a pesar de tantos obstáculos, podamos alzar la copa mas importante, la de la libertad.
Quizá habría que hacerle un seguimiento a los estudiantes que han participado en otras oportunidades en la elaboración del ´´modelo´´ y que suele ser un trabajo en equipo con temas muy específicos para el tratamiento de problemas concretos dentro de esa especie de ejercicio académico a nivel de la ONU. ¿ Donde están los egresados ? ; ¿ Qué hacen ? ; ¿ Donde trabajan ? ; ¿ Capta Harvard a los mas destacados ?; ¿ Ingresan a nuestra Cancillería ?. Son preguntas normales que se hace cualquier persona para tratar de determinar si ser talentosos en el exterior tiene su correspondencia en el interior de nuestro país. Y esto tiene su valor si tomamos en cuenta el alto número de docentes e investigadores que de unos años para acá, cambian sus 30 $ – 100 $ de salario mensual por los 3000 $ – 5000 $ que les pagan en Ecuador o Colombia para ejercer la misma actividad pero con un mayor reconocimiento académico y hasta personal. Y es que lo mismo ocurre en otras áreas del conocimiento profesional, científico, técnico y por supuesto , con las consiguientes pérdidas de un capital humano que dentro de nuestras fronteras no tiene ninguna posibilidad real de destacar pues todas las condiciones les son muy adversas.
¿ Cómo medir el daño ocasionado por el régimen político vigente a las universidades venezolanas ? ; ¿ Hasta que punto se ha reducido la cantidad y calidad de la investigación pura y aplicada ? ; ¿ Cuál es el nivel de los cursos a nivel de maestrías, doctorados y pos doctorados ? . No hay duda de que el panorama es desalentador y tiende a peor. Sin presupuestos, sin reposición de cargos, sin insumos y donde el docente y el investigador están mas pendientes de que le corten la luz o le anulen su TDC, le roben la batería de su vehículo o lo asalten en pleno salón con estudiantes incluidos, no son los mejores alicientes para trabajar a gusto y con la serenidad y el tiempo necesario para cumplir bien con sus obligaciones como debe ser.
El país se ha rezagado en materia de educación universitaria en comparación con otras universidades del continente. Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia y alguno que otro, se han tomado muy en serio el efectuar transformaciones en el sector universitario. El viejo esquema de la educación tradicional heredada de la Colonia va siendo desplazada por una visión mas flexible y moderna. La memorización va dejando espacio a la reflexión y los programas de las carreras universitarias se van adecuando a las expectativas del estudiante en consonancia con su plan de vida profesional y los requerimientos del desarrollo nacional. Todo, en medio de de un alto grado de libertad individual compatible con el trabajo en equipo. Ese es el camino a seguir. Y es que no tiene sentido crear y crear nuevas universidades en detrimento de las ya consolidadas, y todo para ´´ideologizar´´ la masa estudiantil. De esa visión solo salen productos mal acabados y con una preparación menos que mediocre, incapaz de resolver hasta los problemas mas básicos. De ahí tanta frustración y desengaño cuando ese recién egresado constata que no hay una correspondencia entre su Título y la capacidad para resolver los problemas reales que le competen a su profesión…
´´ La educación universitaria es costosa, pero vale la pena cuando es de calidad´´.