¿Elecciones antes o después?, falso dilema
En la compleja situación que atraviesa actualmente nuestro país hemos visto, en las redes sociales, opiniones que plantean una solución dicotómica, elecciones solo deben realizarse después de la caída del régimen. Esta tesis sólo podría hacerse efectiva si Nicolás Maduro renuncia o si lo derrocan, y ambas posibilidades dependen de hechos ajenos a la voluntad de los que proclaman su salida.
Otra visión política consiste en que para resolver la crisis actual se requiere el cumplimiento de las condiciones previas tales como liberación de los presos politicos, reconocimiento de la Asamblea Nacional, fijación del cronograma electoral y apertura de canales para la ayuda humanitaria.
Es evidente que para que se logren esas condiciones preliminares, la presión política interna e internacional continuará, subiéndole el costo político al gobierno hasta hacerle aceptar que esa es la mejor manera de negociar los acuerdos que permitan una transición pacífica y el restablecimiento del orden democrático en nuestro país.
En todo caso, para lograr que el país vuelva a la normalidad, la realización de elecciones libres es y será siempre un requisito sine qua non.
¿Cuándo ocurrirá ? Hoy nadie lo sabe a ciencia cierta, porque estamos en una etapa de confrontación política en la que aún no se han alcanzado los resultados definitivos y concluyentes para que cualquiera de las partes enfrentadas cante victoria.
Esto no se debería convertir en un juego suma cero, en el cual una de las partes se lleva todo en detrimento de la otra. Se debe tener confianza en que prevalecerá la inteligencia, cordura y mesura y esperar que el amor por Venezuela ayude a reconocer que se requiere negociar la transición democrática.
