Los datos que se expresan en el cuadro anterior, permiten proyectar un incremento de 20% trimestral, que situaría a estas variables en sus puntos críticos en los meses de septiembre-octubre. | | Descontento | 75% | | Molesto | 73% | | Disconforme | 79% | | Intranquilo | 48% | | Frustrado | 33% | | Triste | 58% | A efectos de este análisis, se considera que dentro del abanico de categorías del clima socioemocional, algunas variables o sus contrapartes ofrecen mayor contenido para ilustrar los bordes donde puede situarse un posible escenario de conflicto y mayor confrontación, a saber: | Descontento | 75% | | Molesto | 73% | | Disconforme | 79% | | Intranquilo | 48% | | Frustrado | 33% | | Triste | 58% | Justamente los meses de septiembre y octubre serían, así se prevé, aquellos en los que los factores políticos, de Oposición particularmente, ejercerán mayor presión desde el punto de vista discursivo y de movilización para que se efectúe el referéndum revocatorio antes del 10 de enero de 2017, con la consecuente crítica y rechazo del Oficialismo. | Descontento | 95% | | Molesto | 93% | | Disconforme | 99% | | Intranquilo | 68% | | Frustrado | 53% | | Triste | 78% | Proyección septiembre-octubre Ahora bien, durante las últimas semanas se ha observado una participación cada vez más activa del componente militar en sectores otrora ajenos, como el de servicios petroleros y alimentación, éste último de particular atención tras la creación de la Gran Misión “Abastecimiento Soberano y Seguro”, bajo la dirección del presidente Nicolás Maduro y el recientemente ratificado ministro de la Defensa, G/J Vladimir Padrino López. Todo parece indicar que desde el Ejecutivo se ve a las FANB como un muro de contención al estallido de la crisis, pero si bien éstas gozan del mayor respaldo popular (38,7%) cuando de instituciones afectas al Oficialismo se trata, tienen un rechazo tan elevado que acaban siendo un muro de contención endeble que difícilmente podrá evitar un desmoronamiento, si las condiciones empujan hacia ese escenario. Algo que resulta palpable es que son pocas las dudas respecto a la posibilidad de una transición de gobierno, éstas más bien se centran en el cómo y cuándo se produciría. En concordancia con ello, la ratificación de Padrino López podría tener como doble lectura la búsqueda de una administración “ordenada” de la transición, tomando en consideración que repite en un puesto clave que no conviene reestructurar en turbulencia y que goza de buen prestigio en las filas militares, las cuales fungen como custodios finales de las decisiones políticas -por aquello de que en ellas reposa el monopolio de la violencia legítima del Estado, en términos weberianos-. Padrino López, que se ha manifestado abiertamente seguidor de los ideales del expresidente Hugo Chávez, tendrá que sortear diversos obstáculos que van desde la credibilidad de su liderazgo hasta su posición ante el posible quiebre institucional. ¿Privará más su simpatía política? Debe recordarse que si algo caracteriza a los militares es su pragmatismo. Mientras los rumores de supremacía del poder militar sobre el poder civil en el Ejecutivo continúan –la ausencia del presidente NMM en la conmemoración de la Batalla Naval del Lago, por ejemplo, los acrecientan- es inevitable el deterioro social y económico, tras un desgaste que se evidencia en lo político con el hasta ahora infructífero debate entre diálogo y referéndum revocatorio. Lo sensato es preguntarse si la explosión social y económica podrá evitarse, en este punto, con alguna solución política. En pocos meses, diversas han sido las medidas que ha diseñado el Ejecutivo para resolver la crisis económica, o para al menos reducir el impacto de la escasez y el desabastecimiento, pero la situación resulta tan compleja que las soluciones que se requieren deben ser de corto plazo, de efecto casi inmediato, pero el camino que se ha seguido no es ese. En tanto, los engranajes del clima socioemocional del venezolano siguen deteriorándose y el riesgo es que el descontento, la disconformidad, la intranquilidad, frustración, tristeza y molestia se alineen en un proceso social con graves consecuencias para la gobernabilidad democrática. En definitiva, los meses que siguen estarán plagados de enseñanzas y aprendizajes, aunque no de sorpresas. |
