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Fidel Castro

El fallecimiento de Fidel Castro da pie para referirnos, en el marco de su dilatada actuación política, a su ubicación ideológica, a la crisis de octubre de 1962 por la instalación de misiles soviéticos en Cuba, y a su relación con Venezuela.

Cuando cae la dictadura cubana de Fulgencio Batista al triunfar el movimiento guerrillero que encabezó en la Sierra Maestra, Fidel Castro aparecía como un luchador democrático y no se le identificaba con el marxismo. Contaba con la simpatía y el apoyo de las fuerzas y gobiernos democráticos del mundo. Batista, al huir el 1º de enero de 1959 a la República Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo, entregó el poder a una junta militar que el 8 de enero, al entrar a La Habana los guerrilleros triunfantes, es sustituida por un Gobierno provisional de un presidente nominal, Manuel Urrutia, y un primer ministro  poderoso, Fidel Castro. Se ofreció que en ocho meses el pueblo sería convocado a elecciones generales.

Pocas semanas después, en abril de 1959, Fidel Castro aceptó la invitación de una asociación de editores de periódicos, la American Society of Newspaper Editors, para hablar en su reunión anual en Washington. En varias ocasiones, durante su visita a Estados Unidos, declaró que “no somos comunistas”, y que, según dice Tad Szulc en su libro Fidel, un retrato crítico, “Cuba no confiscará propiedades privadas extranjeras (lo que se refería a empresas de propiedad estadounidenses) y buscaría inversiones adicionales para procurar nuevos puestos de trabajo”. Todavía no había ocurrido lo que en ese momento se negaba. Durante los cinco días que pasó en Washington, Fidel Castro se reunió con el vicepresidente Nixon (el presidente Eisenhower estaba ¿deliberadamente? fuera de la ciudad), asistió a un almuerzo con el Secretario de Estado interino (Christian Herter), conversó con congresistas y fue entrevistado por la televisión y otros medios.

Dos años después, el 16 de abril de 1961, fue cuando Fidel Castro declaró que su revolución era de carácter “socialista”. El día anterior, aviones procedentes de Centroamérica, conducidos por exiliados cubanos, bombardearon varios aeropuertos de la isla, dejando un saldo de 7 muertos y decenas de heridos. En el acto del entierro, y considerando que la CIA fraguaba planes contra la Cuba revolucionaria, el líder guerrillero  proclamó su fe socialista: “Porque lo que el imperialismo no puede perdonarnos…es que hagamos hecho una Revolución socialista ante las narices de los Estados Unidos…¡y que defendamos con estos fusiles esta Revolución socialista!”. El día siguiente, 17 de abril, se produjo la invasión, que fracasó,  de Bahía de Cochinos

Ya antes, el 3 de enero, se habían roto las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, y en 1960 el gobierno revolucionario cubano había iniciado una ola de nacionalizaciones con la expropiación de las refinerías petroleras de la Standard Oil  y la Royal Dutch Shell y la confiscación de empresas industriales y agrarias estadounidenses, y EEUU había cancelado la cuota azucarera cubana.

Continuaremos el análisis la próxima semana.

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