Guyana no tiene la razón, pero…

Si se tratara solo de establecer la validez o invalidez del Laudo no pudiera haber cabida para soluciones satisfactorias para el arreglo de la controversia porque ese tipo de acuerdo es meta jurídico.

Como ahora la canciller guyanesa insiste en afirmar que no hay controversia territorial y que lo único pendiente es la delimitación de áreas marinas y submarinas, el tema se complica aún más ya que no solo prescinde de la aplicación del Acuerdo de Ginebra, sino que pretende extender la Plataforma Continental de Guyana a lo que, indiscutiblemente son aguas venezolanas que forman parte de nuestra fachada Atlántica,

Lo grave es que, presumiblemente, por razones de naturaleza ideológica, el régimen imperante en Venezuela le ha restado importancia a la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial y no solo ha renunciado a defender la reclamación del territorio Esequibo en el marco del Acuerdo de Ginebra, sino que además con su silencio frente a las aspiraciones guyanesas de ampliar su plataforma continental le estaría concediendo a Guyana vastas zonas de lo que es actualmente un espacio en el que Venezuela tiene derechos soberanos sobre los recursos que allí existen.

No importa cual sea el gobierno que esté en el poder este debe cumplir con  la obligación constitucional de preservar la integridad territorial y la soberanía de nuestro país y de no hacerlo  podría estar incurso en el delito de traición a la patria.