Iraq… sumergida en un nuevo conflicto

Algunos rumores indican que el conflicto iraquí está escalando internacionalmente. Siria participa en algunas escaramuzas fronterizas, Irán ha enviado cerca de 500 efectivos al área y EE.UU aspira proporcionar cierto apoyo aéreo, aún no definido, pero que evidentemente tendrá una utilidad limitada.

El siguiente análisis fue elaborado con informes de nuestros asociados de ‘WTRG Economics’ (www.wtrg.com), complementado con noticias recientes obtenidas de la prensa española y algunas consideraciones personales.Durante varios años, Iraq ha sido uno de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con mayores posibilidades de interrumpir el suministro de sus crudos; pero hasta ahora el impacto de los ataques ‘yihadistas’ del denominado ISIL (Estado Islámico de Irak y el Levante, según las siglas en inglés), también conocido como ISIS (Estado Islámico de Irak y de Siria, ídem), ha sido mínimo en cuanto a afectar la producción de petróleo y gas.

Pero antes de analizar las consecuencias petroleras del actual conflicto, comencemos por identificar a los actores del nuevo drama nacional. Desde lejos se aprecian tres (3) grupos distinguidos por la religión y el origen étnico. Los de ISIL son musulmanes sunnitas y árabes. La población kurda también es mayoritariamente sunita, y los árabes iraquíes son en su conjunto chiíes que conviven con una minoría suníes.
Por otro lado, los chiitas ocupan el Sur y el Este de la capital, Bagdad, donde también se concentra la producción del petróleo iraquí… así que el primer mapa a continuación nos ofrece una buena aproximación de esa situación.

Desde hace algún tiempo, el sitio ‘WTRG Economics’ ha venido sugiriendo que Iraq enfrenta una guerra civil. Unas 800 personas murieron durante el mes de mayo, antes de la reciente expansión del conflicto, y todo ello aunado al explosivo ambiente mezo oriental focalizado en principio en Siria, con la reciente situación ruso ucraniana aún en estado evolutivo.

Debido a sus vínculos con al-Qaeda, el grupo ISIL se identifica como una organización terrorista, pero ahora es mucho más que eso. Es un ejército perfeccionado por su experiencia en la lucha contra el gobierno de Al-Assad y las fuerzas iraníes en Siria. Antes de que ISIL tomara Mosul y marchara hacia el Sur, a través de Hawija y Tikrit, camino hacia Bagdad, ya tenía controlado gran parte de Anbar. Al respecto existen interesantes análisis y mapas en el sitio del ‘Instituto para el Estudio de la Guerra’…Institute for the Study of War. También es importante añadir que ISIL tiene cierta presencia en el Sur, así que los ataques contra la infraestructura petrolera no estaría fuera de consideración en el muy corto plazo puesto que ya los ‘yihadistas’ combaten en las propias puertas de la capital iraquí.

Hay fuerzas competentes y un grupo de militares incompetentes en esa guerra civil. La Peshmerga kurda es probablemente superior a la fuerza de ISIL. Ellos tuvieron la oportunidad de tomar el control de Kirkuk y varias ciudades más pequeñas de la zona. Recuérdese que Kirkuk tiene grandes recursos petroleros, significativos, y la zona es de interés histórico para los kurdos. Una buena fuente de información local es el sitio kurdo rudaw.net y un artículo de ese sitio, el ISIS Proposes Truce to Kurdish Peshmerga South of Kirkuk, recomendado por ‘WTRG Economics’, indica que ISIL le teme a los kurdos, que no está interesado en su territorio o no querría batallar en dos frentes, excepto por el petróleo bajo el territorio en disputa.

Las fuerzas de ISIL forman por sí solos un grupo claramente superior a las fuerzas gubernamentales iraquíes, las que no han sido probadas en habilidades y tácticas, aún cuando son mucho más numerosas. Hasta hace poco ISIL sólo le ha visto las espaldas a las fuerzas armadas iraquíes… pero si esos grupos, ISIL y Peshmerga, llegasen a sumar sus fuerzas, la capital caería irremediablemente dado que la capacidad de ISIL está mejorando cada día pues ahora tienen la ventaja del armamento capturado de esas mismas fuerzas iraquíes, y la gran mayoría de esas armas son una cortesía de los EE.UU, sobrantes de la ocupación anterior.

La repartición de culpas por la actual situación dependerá del horizonte de cada quién. Por un lado, la política del primer ministro Nuri al-Maliki de marginar a la minoría sunita ciertamente ha inflamado el ánimo del ISIS y les ha permitido tomar las zonas donde los sunnitas son mayoría. Recuérdese que Saddam Husein, antes que él, había marginado a los chiitas, así que las políticas de al-Maliki sólo pueden ser vistas como una oportunidad de venganza. A Obama, por su parte, se le culpa por la retirada de las tropas estadounidenses antes de que Irak hubiese formado un gobierno inclusivo… Barack se apresuró políticamente y ahora tendrá que administrar su factura histórica. A Bush hijo se le culpa de la invasión de Irak, en primera instancia, sin mayores razones valederas a mano salvo la misma sed de venganza… y otros actores como Carter, Reagan o los Saudís deberían señalarse por apoyar la fracasada invasión de Saddam a Irán.

Y si retrocedemos unos 100 años es probable que veamos más de cerca la verdadera causa de este conflicto, cuando británicos y franceses se repartieron el Medio Oriente. Ellos formularon un Iraq que, por la composición étnica y religiosa de árabes y kurdos, sunnitas y chiitas, prácticamente garantizaron esas luchas intestinas por largo tiempo.

En conclusión, si bien es posible que en los meses por venir el ISIL sea vapuleado nuevamente, dependiendo de la entrada en escena de actores internacionales interesados en el crudo iraquí, el resultado más probable es algo como lo mostrado en el primer mapa. La pregunta ahora es si ese mapa representa a tres países por separado, o a tres regiones autónomas dentro de un mismo estado.

En relación al petróleo, el riesgo no es fácil de visualizar a corto plazo, pues todas las fuerzas en conflicto necesitarían de esos ingresos para su propia subsistencia. Hasta ahora no ha habido una interrupción importante de la producción, aunque disminuyó la salida de crudo al Norte del país afectado por la disputa entre el gobierno central y los kurdos. Y si Bagdad pacta con ellos para disminuir las tensiones, entonces es posible que se reactive el suministro… aunque el principal problema es que los gasoductos pasan por territorios controlados por el ISIL, tal y como antes mostrado.

Antes de declararse el actual conflicto, la producción iraquí se acercaba a los 3,5 millones de barriles diarios (b/d), pero es probable que ahora esté por debajo de los 3 millones de b/d. Si toda esa capacidad productiva disminuyera bruscamente, pues no habría suficiente capacidad de reserva productiva en el mundo, conocida como spare capacity, para reemplazar ese suministro; según los números que maneja la Agencia Internacional de Energía (EIA).
Por otro lado, los Saudís poseen casi la totalidad de la capacidad de reserva productiva disponible en el planeta, a menos que los EE.UU levanten las sanciones contra Irán, que tiene cerca de un millón de b/d cerrados.

Así que no es muy difícil imaginar que pudiese pasar con los precios de los combustibles si por alguna eventualidad se redujera esa spare capacity a límites críticos, inferiores al millón de barriles diarios; cuyos efectos devastadores han sido comprobados fehacientemente durante los tres últimos lustros y en la presenta década, ella es la principal responsable de que los precios se hayan mantenido a niveles estables de ‘tres cifras significativas’… hasta el sol de hoy.