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Jueves 1º de septiembre, Volver al futuro

Por muchos años ha sido evidente que el CNE viola el marco legal, al estar mayoritariamente integrado por individuos vinculados al partido del régimen, el PSUV, en lugar de reflejar la diversidad política del país, que cada vez se inclina más y más en favor del lado opositor, hoy MAYORÍA, por lo que aumentan el contraste y las violaciones a las leyes y normativas, la existencia de cuatro chavistas en cinco rectores que dirigen al CNE, un 80% de la rectoría del organismo electoral, en un país donde el chavismo a duras penas conforma el 30% del electorado. En el TSJ ocurre algo similar o peor, con el agravante de que la mayoría de sus integrantes no sólo responden a los intereses del ejecutivo, sino que fueron designados sin cumplir los requisitos que la Ley exige para ser magistrado del Poder Judicial, doble violación al marco legal, prueba de que no hay democracia en Venezuela, puesto que no es posible sin independencia y probidad de quienes ejercen los Poderes. Respecto del Personal en la Nómina del CNE y del TSJ por la conformación de sus directivas, no sólo podemos deducir que son -en su mayoría- fichas del Oficialismo, sino que esa aberración la han demostrado reiteradamente los propios jerarcas del chavismo al declarar ante la Opinión Pública nacional e internacional, que deben ser botados todos los empleados de la administración gubernamental que hayan manifestado simpatía o respaldo a iniciativas opositoras, como si los organismos públicos, Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías, Organismos autónomos, fuesen propiedad del PSUV, y no parte del vasto y complejo esquema que existe en cualquier Nación, para cumplir las funciones de gobierno, que deben abarcar a todo el territorio, y dar empleo sin discriminar por su posición política (acá, en lugar de exigir preparación es imprescindible la incondicionalidad).

Hemos visto que, en su desesperación por la gradual pero sostenida reducción del respaldo popular (derivado de la pésima situación de creciente escasez y desempleo, y las humillantes medidas que implementa el régimen, no para resolver los problemas, sino para ocultar el descontento y las protestas, así como las extenuantes colas para adquirir alimentos o fármacos mediante el embudo del terminal de la cédula de cada ciudadano), el régimen -ya desde el 2013, con el charlatán eterno fallecido -dos veces- y el indocumentado forzando el FRAUDE en abril (el CNE lo proclamó de manera express, sin atender la exigencia de revisar los Cuadernos de Votación, donde están las evidencias de los multicedulados que inflan delictivamente los votos a favor del oficialismo), aplicaban el insólito espionaje a los celulares o páginas en las redes, de los empleados públicos, para averiguar si tenían fotos de Capriles o textos de la campaña opositora. Altos funcionarios del régimen se entrometían en lo personal, lo privado de cada ciudadano, para castigarlo por pensar en desacuerdo con el circunstancial patrono. Una conducta emparentada con los tiempos medioevales de la Inquisición, y los más recientes del estalinismo, con el cual se relacionan enfermizamente los de la ultraizquierda. Pero desde la colosal derrota del oficialismo en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del 2015, perdieron totalmente la sindéresis, y -del indocumentado Maduro, hasta el más mediocre de los alcaldes chavistas, pasando por Ministros, Gobernadores y altos funcionarios del régimen-, han implementado una desinhibida cacería de brujas, comenzando por reprochar a quienes no votaron por los candidatos chavistas (que fueron mayoría en la AN, en el 2005 por la injustificada abstención convocada por la dirigencia opositora, y en el 2010 por la trampa del método Gerrymandering, o de la Salamandra, que permite más curules al bando que obtuvo menos votos), que ahora conforman sólo un tercio del Poder Legislativo. Con el mayor descaro y en cadena nacional de Radio y TV, Maduro amenazaba simultáneamente con no construir las viviendas que supuéstamente estaban planificadas para el inmediato futuro, porque “te pedí tu apoyo, y no me lo diste”, y convocaban a una entelequia, una “asamblea comunal” para desconocer a la legítima y recién electa Asamblea Nacional, con mayoría calificada de 112 diputados opositores. La ridiculez de la asamblea comunal no se ha corporizado en los ocho meses transcurridos desde su antidemocrático anuncio, pero el tribunal supremo de ¿justicia? (así, con minúsculas y signos de interrogación) sí ha emitido vergonzosos dictámenes, anulando 16 decisiones aprobadas por la AN, en desfachatado empeño por sostener al impopular e inepto régimen militarizado que, además, no ha respondido -como es su deber- a la solicitud formal dirigida a Maduro, de presentar la documentación que demuestre que no ha violado los requisitos constitucionales para ser candidato a la presidencia y/o ejercerla (ser venezolano por nacimiento, y no tener otra nacionalidad). Es útil señalar acá, que a Obama en su primera campaña para la presidencia de los EEUU, en 2008, le exigieron eso mismo, y él mostró enseguida la documentación que lo acreditaba como ciudadano estadounidense, nacido en Hawai, el 4 de agosto de 1961 (por cierto que uno de los demandantes fue Donald Trump, quien hoy compite con Maduro en su patética aspiración presidencial: Trump perderá el 8 de noviembre, nuestro indocumentado local usa todos los recursos a su alcance para retardar o impedir el Revocatorio que lo sacará inexorablemente de Miraflores, a donde llegó sin cumplir los trámites legales ni electorales).

La desesperación, a partir de la instalación de la nueva AN el 5 de enero este año, y por la agudización del grave desabastecimiento alimentario y fármaco-hospitalario, hizo metástasis y los voceros del castrochavismo llevan meses compitiendo entre sí por la declaración más grotesca, la que más adultere la fea Realidad (el genuino legado de Chávez); A pesar de que no hay forma de sostener la falacia de la “guerra económica promovida por la oposición apátrida y lacaya del imperialismo”, una ficción que ya aburre por lo manoseada e irreal, todavía vemos a la menguante militancia del -otra ficción con bases de barro y engaño- “socialismo del siglo 21”, repetir como loros lobotomizados esa monserga (frágil fachada, insuficiente para ocultar la fealdad de la multitud de fincas y empresas –expropiadas y ocupadas a lo macho– en manos de la “revolución, que exclusivamente aumentaron las Nóminas, la exagerada cantidad de enchufados que fueron embutidos en las empresas agropecuarias e industriales. 4 millones de hectáreas y cientos de empresas, que hoy no producen sino pérdidas, entre las cuales destacan las industrias básicas de Guayana, Agropaaaatriaaa y la PDVSA roja rojita, que botó a 20.000 empleados capaces -la mitad de una Nómina de 40.000 con la cual PDVSA llegó a ser una de las primeras empresas petroleras del planeta-, hoy con 140.000 enchufados, produce menos barriles que antes de la toma pirata, pero venden pollos en mal estado en mercados a la intemperie. El régimen no rinde cuentas de las empresas a su cargo, pero a diario hostiga a la POLAR, la que nos salva del desabastecimiento total.

Maduro inventa un decreto de emergencia (con dos años de retardo, durante los cuales nada hizo por resolver aunque fuese parcialmente los problemas que, por su incapacidad se produjeron y por su negligencia se incrementaron), la AN no lo aprueba pero el celestino TSJ le da un barniz de tramposa legalidad. El lapso del fulano decreto vence, el TSJ lo renueva, dos veces, sigue sin producir algo más que la implícita burla. Inventa los CLAP (comités locales de abastecimiento y producción) el 3 de abril, y en 5 meses apenas hemos sabido de bolsas que aparecen en Cúcuta y una foto del Ministro Torres piloteando una carretilla con bolsas, rodeado de bolsas. Dice la leyenda que algunas personas han recibido una bolsa y les ofrecieron otra, a entregar antes de que el niño Jesús celebre su nacimiento. Los genios del neoestalinismo recalcitrante inventan CAMIMPEG y el Arco Minero, un esquema paralelo (que antes correspondía a un Ministerio de Petróleo y Minería, hoy aumentada la enchufocracia en dos Ministerios, el POPO de Petróleo y el POPO de “desarrollo minero ecológico”), donde los civiles están absolutamente vetados. El “arco” hasta ahora controlado por bandas armadas (una de ellas masacró a 17 mineros ilegales, por “marcar territorio”), 238.800 Km2 en los que -también- el régimen sacrifica lo “participativo y protagónico”, y el equilibrio ambiental de las numerosas tribus que allí habitan, desde tiempos precolombinos, y de miles de familias mestizas, cuyos derechos han sido pisoteados por las bandas armadas, por los mineros ilegales, y ahora por un régimen inescrupuloso, en la imperiosa necesidad de procurarse los dólares que han dejado de ingresar por la caída de los precios petroleros. Del Brain Storm chavista del cual surgieron las brillantes ideas mencionadas (reclamo por no votar masoquista, convocatoria a asamblea comunal, decreto de emergencia 2 veces renovado y aún estéril, CLAPs, CAMIMPEG y Arco Minero), emergió hace poco el destello genial de la gran misión abastecimiento soberano, a cargo del minpopo de defensa, general Vladimir Padrino, quien asombró al mundo entero al diseñar un prodigioso esquema, que ni Clausewitz, Sun Tzu y el tocayo del indocumentado, Maquiavelo, en sus respectivos mejores tiempos. Elaboró la lista de los 18 productos básicos escasos, y asignó un general a cada uno, de manera que los historiadores habrán de referirse a las hazañas de cada uno de esos oficiales asociándolo a su correspondiente batalla; El general del aceite Diana, el general de la harina Juana, el general del jabón Las llaves, el general del papel toilette. 18 generales que pondrán a la Venezuela chavista en sitial de honor de la historia militar planetaria, y sin duda al  estratega supremo, mi general Padrino, encabezando a la élite de los que salieron victoriosos de los más grandes retos bélicos que la Humanidad ha conocido. En su biografía estará el detalle de su último apodo, a raíz del nombramiento maduriano, el “CiDí pirata” o “quemadito”, la condición que no podrá evadir cuando, transcurrido el tiempo que corresponde a cualquier campaña militar excepcional, destinada a derrotar la “guerra económica” que el malvado imperio ha implementado, con mercenarios endógenos, malucos y obviamente apátridas, todos en este geoide que ocupamos hace apenas uno o dos millones de años, advertirán que “Chávez vive, el desastre sigue -igualitico o peor- y la GMAS fue otro fiasco (del que más de un vivián habrá sacado su buena y revolucionaria tajada).

Por todo lo expuesto en los párrafos anteriores, que son un breve resumen de la tragedia que la franquicia del castrismo produjo en Venezuela, tras 17 años y medio de empeñarse en cuadrar el círculo, la mayoría de los venezolanos hace meses se aboca a ejercer el Derecho de REVOCAR al incompetente que dirige la destrucción del país y, para variar, en lugar de asumir la gravedad de la situación que provocó y respetar la voluntad de la ciudadanía, decidida a quitar a los inservibles y perjudiciales, cambiar el rumbo y retomar la ruta en que estábamos, hacia la profundización y el mejoramiento de la Democracia, la Economía, la Institucionalidad y la Convivencia, es decir, volver al Futuro hacia el cual nos encaminábamos cuando nos frenó y nos puso a retroceder esta plaga roja rojita, con su alienada terquedad de resucitar el oprobio del COMUNISMO -que todas las veces ha generado estancamiento, miseria e injusticias-. Hoy desatan una campañita que pretende interpretar la MARCHA del jueves 1º de septiembre, cuyo objetivo primordial es protestar por las abusivas maniobras para entorpecer el ejercicio del DERECHO CONSTITUCIONAL A REVOCAR AL FUNCIONARIO INÚTIL Y DAÑINO, y presionar para que el correspondiente trámite para la realización de ese Referendo, tenga la CELERIDAD inherente e imprescindible en toda actuación legal apegada al marco legal y mundial vigente.

El secretario general de las Naciones Unidas declara que en Venezuela hay Crisis Humanitaria, y el terror de El Furrial –Diosdado Cabello– afirma que Ban Ki Moon está mal informado. Miguel Salazar en su pasquín “las mentiras de miguel”, da una versión catastrofista, interpreta la democrática Marcha del 1S como una confabulación violenta y golpista (“Ladrón juzga por su condición”, aunque a estos especímenes les disgustan sólo algunos golpes y algunas dictaduras). Salazar no termina de pagar la hipoteca por lo de su hijo y las FARC. Jaua llega al delirium tremens al afirmar “No queremos el revocatorio porque viola nuestro derecho a gobernar” ¿?. Y el indocumentado, todavía tibias sus tremendas torpezas, ya mencionadas, nos obsequia otras barbaridades suyas, como: 1. Llevarse él mismo la contraria, en diciembre ordenó a los militares “Volver a los cuarteles”, luego aumentó la improductiva y muy corrupta militarización, en paralelo a su enfermiza sumisión a la dictadura cubana. 2. Ordenar el secuestro de trabajadores de todas las empresas, públicas y privadas, para obligarlos a trabajar en el campo (su humilde homenaje a Pol Pot). 3. Autorizar el uso de armas de fuego contra manifestaciones civiles (sabe que el descontento crece más que la verdolaga, y que pronto desconfiará hasta de Cilia). 4. A través de Sudeban, exigir a los bancos remitir diariamente los movimientos y saldos de sus clientes (gesto indudablemente orwelliano, junto a su entusiasmo por celebrar los 90 años de su Gran Hermano personal. 5. Ante la creciente ola de manifestaciones en contra suya, incluyendo cuestionamientos provenientes de chavistas (Aporrea, Nícmer Evans de Marea Socialista, Felipe Pérez Martí, Clíver Alcalá, Juan Barreto, Giordani, Navarro, etc), atrincherado detrás de su Padrino, amenaza con erdoganizar al país, lo que equivale a patear la mesa, evacuarse sobre la Constitución y disponerse a nadar contra todas las corrientes, lo que le augura un destino peor que el de sus Narcosobrinos.

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