La asfixia económica internacional
Por: Manuel Avendaño
Hablar de default en nuestro país se hizo costumbre en los últimos días . Muchos no entendieron y aún no entienden de qué se trata, pero en los días por venir lo irán sintiendo en la escasez y en el precio de los productos como una consecuencia directa.
Hoy, podemos hablar de que oficialmente estamos afrontando un default y un proceso de hiperinflación, que proyectado al año 2018, sería de 4 digitos. La calificadora de riesgo estadounidense Standard & Poor’s, declaró que el estado venezolano no cuenta con el dinero líquido para hacer frente a su deuda sobre los bonos soberanos 2026 y 2025, luego de que el plazo de pago por $237 millones, correspondientes a los intereses, se venció.
La pasada semana la comisión encabezada por el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, los Vicepresidentes y Ministros del área económica y al Presidente de PDSVA, Nelson Martínez, se reunieron con los acreedores de la deuda soberana. De allí no salió ninguna propuesta concreta, ni ningún calendario puntual para poder cancelar la deuda. Esa reunión, fue una mala señal de lo que se avecina.
¿Qué significa que estamos en default?
La respuesta corta a esta pregunta es que quedó en evidencia la falta de capacidad de pago del Estado, que no hay plata sin embargo, lo que más nos debe preocupar de esta situación, son las consecuencias. En un país como el nuestro cuya economía va en picada y con un paronama mucho peor, quienes terminaremos pagando las secuelas seremos los venezolanos que ya no sabemos que hacer ante la inflación, la escasez y peor aún, la desfachatez del régimen.
En Venezuela es poco o nada lo que se produce, nos convirtieron en una economía de puertos dependientes de las importaciones que cada día son menores, las reservas internacionales han registrado las cifras más bajas en los últimos diez años, no hay acceso a divisas porque el DICOM no está realizando subatas, las transacciones electrónicas son precarias porque colapsaron por la falta de efectivo en la calle en fin, un aletargamiento económico total, sin precedentes en nuestra historia contemporánea.
Y ¿cuál ha sido la solución propuesta por el régimen? Politicas populistas sumamente peligrosas: aumento de sueldos ficticios e impresión de papel moneda que no tiene ningún tipo de respaldo.
El mundo sabe que Venezuela no está en capacidad de pagar los compromisos contraídos años anteriores y por ello, crece la desconfianza, la negativa a nuevos préstamos y la imposibilidad de tener nuevos proveedores. El mundo sigue cercando a la tiranía puesto que los soportes financieros se van resquebrajando.
A pesar de toda la asfixia financiera a la cual está sometido el régimen, Maduro está intentando imponer una política de recuperación basada en una estrategia de cártel petrolero; de ahí que Maduro haya salido a recorrer el mundo intempestivamente a tratar de buscar nuevos aliados que le permitan sostenerse y para tratar de recuperar los precios del petróleo.
Ante esta realidad cabe preguntarnos ¿Será esta la razón por la que el régimen está buscando una negociación ahora? ¿el régimen de Nicolás Maduro podrá soportar toda esta asfixia financiera sin ninguna previsión favorable para la estabilización hacia el alza de los precios del petróleo? ¿Sin reservas monetarias suficientes podrá Maduro hacer frente a todos los pagos previstos para el 2017 y el 2018? ¿El control social establecido en Venezuela podrá seguirse manteniendo y sus bases podrán soportarlo sin costo social? ¿Se verá el régimen obligado a negociar en base a la disminución de los ingresos que soportan su gasto? Y más importante, ¿tendrá el régimen dinero para poder financiar una elección presidencial en el 2018? Veremos.
