Los discursos en la ONU
En la actualidad hay 193 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas y eso significa que un gran porcentaje de estos querrá tomar la palabra en la Asamblea General.
El error de muchos países en vías de desarrollo es creer que los discursos que pronuncien sus presidentes tendrán relevancia; cuando en realidad, muchos de ellos son una repetición de lugares comunes destinados a hacer creer en sus respectivos países que dijeron algo de importancia en esa plataforma de alcance mundial.
Ayer hubo una sesión especial dedicada al cambio climático, en ella el presidente de los EEUU anunció una iniciativa para coordinar una acción mundial y reducir el efecto invernadero. De paso, aprovechó la ocasión para pedir la libertad de presos políticos en varios países entre los cuales hizo mención expresa de Leopoldo López.
Maduro por su lado, se limitó a repetir una serie de lugares comunes culpando al capitalismo del cambio climático; olvidando que China es tal vez el país más contaminante del mundo. Por cierto el Presidente de China, Xi Jimping, optó por no participar en la cumbre.
La hora de las críticas a las causas del cambio climático es retórica sin contenido lo que se necesita ahora son medidas concretas y una mayor cooperación mundial.
Del viaje del presidente Maduro a los Estados Unidos lo mas significativo fue su afirmación de que no estaba planteado el vender a CITGO y que por el contrario, se buscaría su fortalecimiento y expansión. Verdad o mentira, es lo mas sensato que le hemos escuchado a nuestro Jefe de Estado en los últimos meses y que de alguna manera contribuye a apaciguar la incertidumbre y angustia que el tratamiento de ese tema ha producido entre todos los venezolanos. Lo que si fue triste de verdad fue esa desolación al hablar de un tema tan crucial como el del medio ambiente y observar la mas absoluta indiferencia para con sus palabras por parte de un público que optó por dejarlo prácticamente solo.
Y es que como muchos países, tenemos leyes penales que supuestamente han sido aprobadas para proteger el medio ambiente y hacerlo coincidente con un crecimiento sustentable, pero en la practica ello no se cumple o se cumple a medias. Y es que existe un mayor grado de consciencia entre los ciudadanos del mundo que entre sus mismos gobiernos ; máxime, cuando la capacidad de producir alimentos en el planeta es ya menor a la demanda de los mismos, lo que augura tiempos de hambrunas y de mucha escasees a nivel global. Problema tan grave como el calentamiento global y sus implicaciones, que ya están afectando a los países desarrollados y no desarrollados, no han sido atendidos adecuadamente y pareciera que no hay una uniformidad de criterios para afrontar el problema de una buena vez y de manera realista y efectiva.
Con el predominio del sistema capitalista y la desaparición de modelos alternativos priva el criterio de la máxima ganancia al menor costo posible, algo al que ningún país esta dispuesto a renunciar y con lo que se hace impracticable cualquier buen deseo de dedicar tiempo, esfuerzo y dinero en buscar tecnologías alternativas realmente aplicables en el mediano plazo a objeto de aliviar el problema. Y es que mientras sea rentable el trabajar con una fuente de energía como es el petroleo, la depredasion ambiental seguirá su curso inexorablemente. Y es que todo apunta a que no se abandonará esa ruta hasta que dicho recurso no desaparezca.
Ya pareciera que no es cuestión de el ´´modelo´´, sino de una propiedad inherente a la correlación entre la tecnología y la civilización en un momento de su desarrollo histórico. Y es que desde aquella lejana época de la edad de piedra al inicio de la superación de la edad del acero, para ahora entrar de lleno a la era de la biotecnología, nanotecnología, manipulación genética, realidades virtuales, robótica y demás innovaciones, pareciera que nos estamos adentrando en un nuevo mundo que ya esta a la vuelta de la esquina. Quizá, los que dominen la nueva tecnología, dispongan de los recursos, monopolicen el conocimiento y exploten los recursos limitados, serán los que gobiernen el mundo, llámense corporaciones o como se las quiera denominar. Lo cierto es que ese Nuevo Orden del que tanto hablamos, no sea ese utópico paraíso socialista, anarquista o comunista del que por estos lares tanto gusta de hablar, pero que no tiene nada que ver con la realidad. Tal vez, viviremos en un mundo feroz y competitivo en grado sumo, donde solo el mas preparado y adaptable podrá sobrevivir. Un mundo sin fronteras, sin creencias trascendentales y donde la noción de poder se ejercerá sin contemplaciones de ninguna especie. Un mundo muy diferente al que hemos conocido, pues habremos entrado a una nueva etapa en la historia de las civilizaciones…
NOTA : escasez*