OpiniónOpinión Nacional

Los EE.UU. de Donald Trump

Los EE.UU. de Donald Trump, evidencia notables limitaciones de su poder hegemónico en el mundo, es decir, los EE.UU. no están hoy en capacidad de modelar el mundo a su gusto, pues la inestabilidad de todo orden es el signo distintivo de las estructuras del mundo globalizado de estos tiempos. Hoy la preocupación fundamental es lo que sucederá a partir de la situación geopolítica y los desequilibrios económicos, lo cual representa un enorme desafío para la paz y la seguridad del mundo. Así observamos como el terrorismo es una manifestación asociada a la lucha por el poder, lo cual contribuye peligrosamente con la desestabilización global.

El terrorismo tiene como característica común la utilización del terror, es así como en marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo utilizo gas sarín en el metro de Tokio. Despiadados e incontrolables, son dos características cínicas de los terroristas, las cuales les resultan propicias y adecuadas con las metas que persiguen y los procedimientos que ponen en prácticas para alcanzarlas.

La situación del terrorismo en el mundo se ha agravado como consecuencia del patrocinio de algunos Estados, por cuanto ello pone en manos de los terroristas servicios de inteligencia, entrenamiento y financiamiento. En el 2014 murieron 32. 658 personas por actos terroristas, mientras que los costos económicos en este mismo año, se estiman en 52.900 millones de dólares.

Una de las situaciones preocupantes de lo apuntado anteriormente, es que el 78% de todas las muertes y el 57% de todos los ataques ocurrieron en una de las zonas más conflictivas del mundo en estos tiempos, es decir, Afganistán, Irak, Nigeria, Pakistán y Siria, a lo cual habría que sumarle a Somalia, Ucrania, Yemen, República Centroafricana, Sudan del Sur y Camerún, estos últimos con serios conflictos étnicos y nacionalistas sometidos al igual que los cinco primeros a intereses geopolíticos debido a su estratégica situación entre Europa y Asia.

En el escenario anteriormente descrito, existe la preocupación de que los EE.UU. de Trump, decida intervenir militarmente para salvaguardar sus intereses y el de sus aliados. La acción militar en Siria e Irak y su participación en el conflicto de Yemen, hacen presumir que los EE.UU. de Trump opte por lo militar y descarte la estrategia política ante los conflictos del Medio Oriente y la situación planteada entre los palestinos e israelitas. Una decisión de naturaleza militar ante la tensión que hoy se vive en la OTAN, pudiera desencadenar guerras violentas como que se vivieron en Corea, Vietnam, Afganistán e Irak, las cuales serían mucho más graves por la existencia de miles de cargas nucleares instaladas hoy en los aviones, barcos, submarinos y demás “pertrechos” militares. El riesgo de una guerra nuclear pudiera dejar de ser una ficción. Capitulo este último que el Presidente Barack Obama intento ponerle fin abriendo la estrategia de la negociación política.

A la incertidumbre de la paz y la seguridad mundial, se le suman los graves desequilibrios económicos que confronta la globalización. Lo que se está viviendo en la economía mundial desde la crisis del 2008, es de pronósticos reservados. Por primera vez desde los años treinta, la economía mundial está padeciendo de una falta persistente de la demanda. Este problema hipotéticamente estaba resuelto, pero se ha repetido y la solución no está clara. Veamos porque

Los economistas liberales ante la crisis, persisten en la modalidad de la economía de mercado, ignorando (no se sabe si interesadamente), que esta no funciona cuando existe una significativa y alarmante desigualdad en el ingreso, “En un mundo en el que el 1% de la humanidad concentra el 99% de la riqueza, jamás será estable” (Barack Obama) y jamás será estable como bien apunta el Presidente Obama, por cuanto esta monstruosidad en la distribución de la riqueza genera al mismo tiempo desigualdad política, es decir, la situación va más allá, de moderar los excesos de la economía de mercado.

La discusión de los actuales desequilibrios de la economía mundial, trasciende el postkeynesianimos que hace hincapié en la demanda y a los neoschumpeterianos que insisten en la innovación y en el papel que desempeñan los empresarios. Para los postkeynesianos los problemas de la economía son por definición una falta de demanda, con lo cual desvinculan la economía del efecto productivo, vale decir, del problema de oferta. Mientras no se termine por aceptar que la crisis actual de la economía mundial no es otra cosa que, el predominio que adquirido la economía financiera sobre la economía real, donde el valor de las acciones de las empresas es más importante que la producción de bienes y servicios.

En 1980, la relación entre activos financieros y producción era de 109%, mientras que en el 2005 alcanzo en la zona euro el 306% y en los EE.UU. el 405%. Como vemos pues, la composición de los ingresos a escala global privilegia la renta del capital sobre la del trabajo, al tiempo que evidencia la preferencia de la especulación financiera, sobre la producción real de la economía. De forma pues, que la economía mundial es cada vez más parasitaria donde gigantescos capitales especulativos buscan ganancias fáciles y rápidas en los “casinos” de los mercados financieros.

A pesar de todo lo anterior, los economistas liberales continúan con su “cháchara” del libre mercado y su retórica de las libertades económicas, mientras que en los países pobres la población con menores recursos gastan en comida el 75% de sus ingresos.

Ante de que estallase en el 2008 la crisis alimentaria, ya existían en el mundo 854 millones de personas gravemente subalimentadas, mientras que el 18% de la población de América Latina y el caribe padece hambre, a pesar de que en la región se produce un 40% más de los alimentos que se necesitan para abastecerse. Cuando las personas son muy pobres compran menos alimentos o los compran más baratos y menos nutritivos, lo cual se traduce en más hambre y menos probabilidades de un futuro saludable. “Cada día mueren de hambre 25.000 personas, ocho veces más que los fallecidos en los atentados del 11 de Septiembre del 2001” (Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU). Mientras esto ocurre, en los EE.UU. se tiran a la basura 43.000 millones de kilos de comida, es decir, 145 kilos por persona.

Que mala suerte tiene tanta gente que tiene la desgracia de vivir en sociedades donde la única libertad que existe, es la libertad de morirse de hambre, para que la libertad del mercado continúe siendo generadora de bienestar, salud y longevidad de los países ricos en tanto sus habitantes, son creyentes y practicantes de la “religión” del libre mercado.

La globalización financiera lo que ha logrado hasta ahora es aumentar el riesgo y la volatilidad de los mercados financieros internacionales, con lo cual se han profundizado los problemas de la inversión en la economía real. En todo este contexto descrito, los EE.UU. de Donald Trump, es una nación dividida con serios problemas de intereses corporativos en paralelo con una deuda de 19 billones de dólares. Los EE.UU. ha acumulado pasivos a un ritmo mayor que el de su crecimiento económico durante los últimos 14 años, con un incremento notable a partir de la crisis financiera del 2008. Todo esto en un mundo con serios y complejos conflictos e intereses geopolíticos.

Los EE.UU. ya no están en capacidad de imponer al mundo su Way of Life, pues atraviesan por serios y complejos problemas en el Medio Oriente, en Asia y en Europa (el Brexi, el Deutsche Bank). Todo induce a creer que la próxima crisis que les espera, pudiera ser peor que la del 2008, lo cual podría hacer estallar a Wall Street. «Esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos». Barack Obama

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba