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Mi abuelo me dijo

«Mi abuelo me dijo que emigrar no era cosa fácil, que dejar a los tuyos, tus raíces, tus recuerdos, tus amores y tus paisajes de siempre, te llena el alma de ese sentimiento que sientes cuando muere un familiar: duelo. Me dijo que emigrar cuando no quieres hacerlo es doblemente difícil. El luto es doble y prácticamente indefinido, siempre conservas la esperanza del reencuentro y el recuerdo de lo vivido.

Me dijo que te toca pensar poco y trabajar mucho para superar la partida. Nadie decide salir de su zona de confort por voluntad propia a empezar de cero, aunque de mi abuelo aprendí que la constancia y el esfuerzo son premiados estés donde estés, prefiero que ese lugar siga siendo Venezuela.

Aquí todos los días empiezas de cero y puede haya días donde retrocedas a menos cero, pero no hay nada tan imposible para no intentarlo. Cuento con una mano los amigos de infancia que permanecen en Venezuela, como en mi familia, en las suyas hay historias de lo que significa la persecución contra un pueblo por ser diferente y pensar distinto. Saben lo que significa emigrar y han decidido, tal como sus antepasados, marcar un nuevo comienzo afuera.

Sobra sabiduría en todas estas historias. Pero ratifico que lo sigo intentando aquí, sigo intentado que a través de lo que hago pueda cambiar vidas y maneras de pensar, que aunque eso no signifique mucho a nivel macro, vaya sumando y construyendo grandes cambios con el trabajo de otros jóvenes venezolanos, que pudieran estar en cualquier parte del mundo, pero decidieron seguir aquí.

Mi abuelo también me dijo que él no se dejaba arrancar de nuevo sus raíces, que aquí moriría. Porque él pudo haber perdido un país, pero ganó una tierra que lo adoptó y recibió con los brazos abiertos. Ese amor por Venezuela es su mayor enseñanza para mí, su constancia y esfuerzo el aprendizaje que me servirá para toda la vida. Estoy seguro que nadie podrá detener el camino de Venezuela hacia mejores tiempos y que tal como mi abuelo, yo también podré contarles a mis nietos lo que significa amar, luchar y creer en Venezuela, aun en sus peores tiempos.

 

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Un comentario

  1. Ciertamente, nunca abandonar nuestra tierra es para algunos ´´dogma de Fe´´. Nuestros hijos quieren que nos vayamos con ellos a sus países de adopción. Pero, ¿ cómo vivir en otros lares donde la tierra no huele igual ni los pájaros trinan de igual manera ?, Éllos porque son jóvenes y no pueden sentir lo que uno siente después de sentir la tibieza de nuestro sol y nuestras costumbres ancestrales. Nuestros vocablos, modismos y todo aquello que nos ata a esta parte del planeta a la que podemos llamar con toda propiedad: Mi Tierra.

    Porque unos dinosaurios se hallan adueñado de ella no quiere decir que les pertenece ni que serán eternos al creer que la han conquistado por siempre. Morirán y desaparecerán y otras nuevas generaciones la poblarán y la harán más justa y decente. No temamos : Venezuela será de nuevo esta tierra de gracia donde en algún momento viviremos en paz y tranquilidad, como ha sido y será.

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