Opinión Internacional

¿Cómo terminar con el contrabando?

Ciudad de México (AIPE)- El primer paso para entender un fenómeno es conocer sus orígenes. Contrabando es acción contra un bando o ley que prohíbe o fija una tarifa para que una persona o mercancía ingrese a un territorio. Quienes vieron la última película de Robin Hood recordarán que cuando ese personaje iba a cruzar un bosque un grupo de bandidos le pidió dinero para permitirle el paso. Robin Hood se niega, pelea con ellos y termina incorporándolos a su banda.

Muchos gobernantes descubren que los peajes o aranceles que cobraban algunas gavillas por permitir el paso de mercancías y personas era una fuente de ingresos. Así nacen las aduanas que regulan la entrada de personas y mercancías a un territorio. Esa institución, como la esclavitud y el botín de guerra, va contra el derecho natural y la lógica económica, pero debido a que se vuelve costumbre, hay quienes la consideran necesaria o las presentan como políticas nacionalistas y de “protección”.

Los países que han llegado a ser potencias económicas redujeron o eliminaron las aduanas y los peajes con sus vecinos. Las 13 colonias norteamericanas empezaron a progresar significativamente cuando liberan el tráfico de personas y mercancías entre ellas. A finales del siglo pasado, Europa suprimió las aduanas y permitió el libre tránsito de personas y mercancías. La desaparición de las aduanas se tradujo en un mejor de nivel de vida para todos los europeos y especialmente los que estaban más atrasados y pobres.

El contrabando es un fenómeno que siempre ha existido, existe y existirá mientras haya aduanas y leyes que prohíban o limiten el libre tránsito de mercancías. Se puede reducir pero no se puede eliminar. La tendencia mundial, sobre la base de la lógica económica, es abolir las aduanas, las que dejan ingresos al estado y benefician a algunos productores, pero a costa de encarecer los bienes y servicios a todos los consumidores. Los países que más empleos generaron en el siglo XX fueron aquellos con mayor intercambio libre de mercancías y personas.

Mientras lo producido en otro país sea de menor precio y mayor calidad que lo fabricado internamente habrá contrabando, corrupción y deformaciones de la economía. La única forma de terminar totalmente con el contrabando es abolir las aduanas y garantizar el libre intercambio de mercancías y servicios. Lograr que no sea contra ningún bando comprar mercancías de cualquier parte del mundo.

(*): Director del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa.

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