El equipo de Toledo
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AIPE. Alejandro Toledo ha empezado su gobierno con el pie derecho. Ha demostrado capacidad para aglutinar, con cierto eclecticismo, posiciones diferentes para conformar un gabinete que, en general, pinta bien.
(%=Image(1437223,»R»)%)Roberto Dañino, Primer Ministro: Abogado, con especialidad en banca de inversiones. Tiene experiencia en cargos gubernamentales. Fue secretario general del ministerio de Economía, cuando Manuel Ulloa ejercía esa cartera. Ha presidido el comité de asesores externos del BID para las actividades privadas y ha sido uno de los negociadores de la deuda externa. Toledo ha delegado en él la conducción del gabinete. Todas las referencias que se conocen de Dañino, quien ha vivido fuera del país los últimos años, indican que es una persona que garantiza seriedad y responsabilidad.
Pedro Pablo Kuczynski, Ministro de Economía: Economista de Oxford y Princeton. Fue ministro de Energía en el gobierno de Fernando Belaunde. De ideas claras, PPK inspira confianza desde la sobreviviente clase media peruana, pasando por el sector empresarial, hasta Wall Street, donde Perú necesita obtener confianza e inversión extranjera. En la medida que marque la pauta y no ceda a las presiones populistas y mercantilistas, PPK también es garantía de manejo económico responsable.
Luis Chang en Transportes: Debe ser el peruano más capacitado para la cartera que le han encomendado. Tiene una maestría en ingeniería sanitaria en Holanda, así como estudios en control de contaminación de agua en Alemania y evaluación de proyectos en Dinamarca. Ha prestado servicios en Argentina, Brasil, México y Colombia, entre otros países. Tiene la película clara. Su primera intervención fue para enmendar las pampiroladas de su antecesor, quien no tenía la menor idea de la función que cumplen los organismos reguladores.
Los hermanos Quijandría. Alvaro en Agricultura: Ingeniero agrónomo con amplia experiencia en su sector. Y Jaime en Energía y Minas: Economista especializado en dicha área. Ha sido presidente de Petroperú y gerente general de Lima Gas y de YPF, es, en opinión de la mayoría de analistas, la persona más idónea para dicho ministerio.
Fernando Rospigliosi en el Ministerio del Interior: Sociólogo y periodista. Es uno de los civiles que más ha estudiado las relaciones cívico-militares y policiales. Su viceministro, Gino Costa, quien no se queda atrás y acaba de culminar con eficiencia su labor como jefe del Instituto Nacional Penitenciario, asesoró exitosamente la reorganización de la policía salvadoreña.
Diego García Sayán en Cancillería: Jurista e internacionalista, García Sayán fue de lo mejor que tuvo el gobierno de transición de Valentín Paniagua. Ha dirigido la prestigiosa Comisión Andina de Juristas y en junio pasado fue elegido miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El cargo está hecho a su medida.
Al resto del gabinete hay que verlo en acción para poder evaluarlo. Sin embargo, se trata de gente honorable, íntegra e intachable. Lo que más llama la atención es la designación del segundo vicepresidente, David Waisman, como ministro de Defensa, de impecables credenciales democráticas, pero que conoce de las Fuerzas Armadas lo que este modesto comentarista sabe de física nuclear o sociobiología.
El gabinete no es homogéneo del todo. Algunos temen que aparezcan varias alas a su interior y que Toledo, en un afán por contentar a muchos, sacrifique la línea del mercado que es la que debe regir para que el Perú salga del atraso. Buena suerte.
