Opinión Internacional

La Perestroika venezolana

La recepción de un correo electrónico (enviado a un Grupo) de un militar venezolano nos puso a pensar y recordar las ocurrencias del fin de la Guerra Fría y la “caída del Muro de Berlín”. Vi por desgracia el lenguaje de los temas de guerra que manejamos en las escuelas militares, que son los mismos que hoy manejan los que creen en revoluciones y en divisiones pluri y multipolares, haciendo una desviación para omitir el último fenómeno del mundo: la globalización, que por sus efectos comunicacionales trasciende lo político y lo económico, hasta alcanzar lo mas preciado de la humanidad: la conciencia. Trasciende por lo tanto al elemento más importante de la comunidad: lo social.

En un libro (¿premonitorio?) publicado en 1989 «Seguridad, Defensa y Desarrollo – Una Visión Global y Actual», visualizamos los modernos conceptos de soberanía, integración, globalización y otros referidos a la seguridad del Estado, desarrollados mas tarde en mayo del 2000 en tesis presentada al IAEDEN: «La Seguridad del Estado en un Mundo Globalizado».

Es verdad, como dicen algunos «estadistas», todos estos conceptos han cambiado, pero no hacia el pasado, sino con visión de futuro, en un mundo donde la ciencia que domina es la cibernética y la visión espacial. Es imposible volver a la flecha y a la lanza para hacer la guerra. No por capricho y decisión de algún «poderoso», sino porque la teoría de la relatividad y su concomitante era del espacio, solo permiten lo globalizado. Como dijo Gorbachov: «Todos somos pasajeros a bordo de un barco, la Tierra, y no debemos permitir que naufrague. No habrá una segunda Arca de Noé”.

Estos nuevos conceptos, que queremos resaltar dada la imbricación que quiere dársele a Rusia (ex URRSS), China y Cuba como paradigmas de la “revolución” quinta republicana, nos llevan a recordar que, cinco años antes de la estupidez «revolucionaria» de los actuales conductores políticos (1987-1992), el Secretario General soviético, el líder Mijail Gorbachov, con su “glasnost” (transparencia o apertura política), considerada como una nueva orientación del socialismo, pensó convencido que ella le permitiría penetrar las transformaciones o democratización expresadas en su política denominada “perestroika”.

Durante esos tiempos, con mayor énfasis al efectuarse la cumbre Reagan-Gorbachov del 8 al 11 de diciembre de 1987, en Washington, conmovió la atención mundial el ideario reformista del líder soviético, eliminando las dudas creadas especialmente en los analistas políticos occidentales, luego que éste, en su discurso con ocasión de celebrarse el 70 aniversario de la Revolución de Octubre, puso de manifiesto que las reformas económicas impulsadas por la ‘perestroika” y la apertura democrática, que conllevaría la libertad de expresión y los cambios culturales y sociales de la glasnost”. Fueron ideas, con características radicales que produjeron un impacto con visos de revolución desde arriba, tanto a nivel de la URSS, como a nivel internacional, por cuanto ello conllevaría una mayor interrelación a nivel mundial’

Comparándola con lo que los bolivarianos llaman «revolución», la Perestroika, a decir del propio Gorbachov: “ha surgido porque no estamos satisfechos con como se han desarrollado las cosas en nuestro país en los últimos años”.

Esta renovación, que se inició en abril de 1985, cuando comenzaron a ejecutarse algunos cambios, los cuales tomaron mayor profundidad drástica a partir del 27 Congreso del Partido en febrero de 1986, donde aparecieron las primeras referencias sobre la necesidad de democratizar la sociedad soviética.

Nadie puede negar que el comunismo tuvo su mayor auge y duración en la Unión Soviética con el «despertar» de la Revolución Bolchevique, pero es en enero de 1987, cuando para enfrentar las oposiciones al cambio se considera a “la perestroika” como la tarea más urgente del partido y se aprueba la aplicación a partir del 1º de enero de 1988, la nueva ley de empresas estatales que establece la descentralización de la producción, el autofinanciamiento, el estímulo a la eficiencia y a la autogestión mediante la elección de los directivos por sus trabajadores.

Para Gorbachov, el origen y la urgencia de estos cambios procedían por la convicción de la necesidad de impulsar las reformas por el estancamiento generalizado de la economía soviética y por la también necesidad de penetrar y hacer más efectiva la profundizarían en los avances tecnológicos que se han alcanzado su mayor desarrollo en Occidente. Vemos, que es todo lo contrario de lo que piensan los «revolucionarios». Para él, “Perestroika es una palabra con muchos significados. Pero si vamos a elegir entre sus muchos sinónimos posibles la clave que exprese su esencia más exactamente, entonces podemos decir así: Perestroika es una revolución. Una decisiva aceleración del desarrollo socio-económico y cultural de la sociedad soviética que involucra cambios radicales, camino a un Estado cualitativamente nuevo, es, indudablemente, una tarea revolucionaria”. «pese a todas las contradicciones del mundo actual, pese a toda la diversidad de los sistemas sociales y políticos existentes y a todas las diferentes elecciones hechas por las naciones, en épocas diferentes, este mundo es, sin embargo, una totalidad. Como puede verse, cuando Gorbachov propone el cambio, está rompiendo con la bipolaridad y, por supuesto, no da cabida a la multipolaridad, es todo lo contrario a globalidad».

Esta nueva revolución rusa, a decir de Gorbachov, «tiende hacia la presentación de una realidad social libre de problemas». Fue una visión de que la realidad presente hasta ese momento produjo efectos desastrosos, que crearon un abismo entre las palabras y los hechos y fomentó la pasividad del pueblo y su incredulidad hacia las consignas que se proclamaban.

La terquedad de los comunistas no escapó al criterio y visión de Gorbachov. En su «Mensaje a Rusia y al Mundo Entero», este decía: «…lógicamente, esta situación condujo a una pérdida de credibilidad: todo lo que se anunciaba desde las tribunas y se imprimía en los periódicos era puesto en tela de juicio. Comenzó la decadencia de la moral pública; se debilitó el gran sentimiento de solidaridad mutua forjados desde los tiempos heroicos de la revolución, los primeros planes quinquenales, la gran guerra patriótica y la reconstrucción de posguerra; aumentaron los problemas del alcoholismo, drogadicción y delincuencia, y se intensificó la penetración de estereotipos de la cultura de masas, ajena a nosotros, que di fundían la vulgaridad y el mal gusto y daba lugar a una total esterilidad ideológica…” Sin embargo, se convenció Gorbachov, que el mundo de las realidades cotidianas y el mundo de la prosperidad fingida divergían cada vez más.y que, el partido comprendió la necesidad de un cambio real y de transformaciones fundamentales”.

En cuanto a la “glasnost” en su libro “Perestroika: un nuevo pensamiento para nuestro país y para nuestro mundo”, Gorbachov indica que: “La Perestroika sólo puede darse por la vía de la democracia. La democratización abre el camino para la más poderosa fuerza creativa del socialismo”, así como también para el trabajo libre y el pensamiento libre en un país libre”.

La Perestroika en CUBA

Es curioso que, si lo llevamos al criterio comparado, no se entiende la conducta contraria que asume el comunismo revolucionario venezolano. Nunca nos imaginamos que viviríamos el regresionismo político de hoy en Venezuela, bajo la connotación de «bolivariano». En su momento, el líder cubano indicó que estos cambios o reformas promovidas por el líder soviético en su país, inevitablemente, se reflejarían en los demás países comunistas del mundo y traería como consecuencia serios cambios tanto en la política interna de muchos otros países, como en las relaciones internacionales. En CUBA, se notó el reflejo o “eco de la revolución rusa”, tan marcadamente como en Checoslovaquia y otros países comunistas. Coincidiendo con la aparición de “la perestroika”, Fidel Castro lanzó su política denominada «rectificación de errores” en 1986, de la cual dijo que era similar a la rusa. Los dirigentes cubanos manifestaron que ambos procesos de renovación buscan nuevos caminos “por diferentes vías”; sin embargo, los analistas de la materia consideran que existen ciertas divergencias entre los dos líderes en cuanto al contenido y orientación de ambas políticas, y aún cuando Castro consideraba que Gorbachov había emprendido una gran lucha por impulsar las reformas y cambios necesarios al socialismo, deseándole éxito en su empresa, manifestó que era partidario de la mayor amplitud en las publicaciones, pero no absoluta y total, calificando la intervención del gobierno en las publicaciones como “una selección” y no “una censura”, aunque manifestó que, ‘un libro contrarrevolucionario no lo publicamos”. Al final, consideró el líder cubano que, tanto URSS como Cuba tenían iguales objetivos para la construcción de la sociedad socialista, pero que no siempre las vías son las mismas.

La Perestroika en CHINA

En China, el 25 del octubre de 1987, el Jefe del Partido Comunista Zhao Zyaug, inauguró el primer Congreso Partidista en cinco años, lamentándose del tiempo perdido y afirmando que era el momento de dar cabida a la iniciativa privada dentro de un paquete de reformas económicas para salvar a China de la pobreza. En esta iniciativa, fueron respaldados ideales como: vivienda privada, gerencia industrial Independiente, emisión de acciones, empresa privada y aceptación del derecho a enriquecerse de empresarios exitosos.

En su declaración Zhao pidió a su partido, la creación de “un servicio civil moderno”, habiéndosele calificado como un dirigente que inició “un gran paso histórico en la ideología marxista”, al referirse al programa de reformas políticas y económicas de Deug Xiaoping que se orientaron a una economía capitalista de mercado.

En la referida declaración se expresó diciendo que: “hemos perdido mucho tiempo en el pasado, en el intento de tratar de imponer un socialismo radical a los 1.000 millones de habitantes de China, cuya política fracasó en una nación retrasada, donde casi un cuarto de su población es analfabeta o semianalfabeta y 700 millones de campesinos siguen utilizando herramientas de mano para sobrevivir; y donde muchas industrias están casi un siglo retrasadas en comparación con los niveles actuales”.

Dentro de estas ideas de reforma, contempló el campo de orientación del comunismo en China: el aumento de la producción, la introducción de tecnología moderna, la apertura a las ideas e invenciones extranjeras y el alcanzar de mejores niveles en la demanda del consumidor. Este cambio contiene además la creación de un servicio civil profesional y la continuación del desmantelamiento de la economía orientada por una planificación compulsiva.

¿Y la revolución bolivariana adonde quiere llevarnos?

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