¿Qué hacer con Guyana?
El problema limítrofe con Guyana se caldea una vez más en la opinión pública nacional. Los expertos relatan una y otra vez el proceso histórico que nos colocó en la situación de un reclamo territorial nunca resuelto… sino; congelado; por no decir olvidado.
El Universal del pasado domingo publicó el inventario de lo que titula como violaciones, hechas por el Gobierno de Guyana a una salida pacífica, reseñando todas las concesiones otorgadas a empresas internacionales para realizar actividades comerciales en esa zona que dibujamos como un apéndice rayado en el mapa de Venezuela.
Todo indica que el conflicto no tiene salida pacífica… por el simple hecho que resulta imposible imaginar que Guyana renuncie a un territorio mayor que su superficie legal, y, sobre el cual ejerce soberanía… cuestionada, sí, pero ellos la ejercen y Venezuela la reclama.
Dicen que, cuando el gobierno del general Pérez Jiménez, todo estaba preparado para ocupar militarmente el territorio objeto de reclamo y consagrar la soberanía venezolana a lo largo de la ribera izquierda del río Esequibo. Según el mismo decir, el asunto abortó por la crisis política interna del país ante la inminencia de la caída de aquel régimen. Cierto o falso el rumor, en aquellos tiempos todo parecía asegurar el éxito de una operación militar pues ni la corona inglesa ni los nativos tenían mayor presencia en la región. Más bien, Venezuela podía ofrecerles un futuro mejor que los británicos.
Sin salida pacífica, todo apunta a retomar el plan de ocupación militar. Sin embargo, sería un grave error no agotar los recursos diplomáticos antes de tomar una iniciativa semejante. Nadie duda de la superioridad militar de Venezuela sobre Guyana. Pero ambos deben tener presente el costo que ello involucra y el desgaste que implica en sus respectivas y golpeadas economías. Guyana tiene, además, un conflicto fronterizo álgido con su otro vecino, Surinam, donde ya ha habido movimiento de tropas e intercambio de disparos. Finalmente queda pendiente saber cuál será la posición que adopte la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos e Inglaterra, ambos con importantes intereses económicos en ambos países.
Los reclamos territoriales suelen ser caldo de cultivo para la exacerbación de los sentimientos patrióticos y para las acciones bélicas. El Gobierno de Guyana mantiene una página en el Internet, con su versión de la historia del conflicto en guyana.com. El Gobierno de Venezuela no ha registrado aún venezuela.com…, la dirección más solicitada a través de la búsqueda primaria y elemental.
Hay una dirección oficial: www.venezuela.gov.ve , cuya actualización y promoción es urgente, pues no aporta ningún dato sobre el tema. El Internet es la nueva tribuna internacional que debe alimentarse permanentemente a fin de satisfacer la demanda global por información y evitar que el tema sea manipulado por una sola de las partes.
Para Venezuela, esas tierras esequibas, aunque distantes y desconocidas para muchos, siguen siendo parte de su territorio. No hay espacio para renunciar a ellas y muchas razones para integrarlas a los proyectos de desarrollo que se llevan a cabo en el resto de nuestra Guayana. Se impone pues, por nuestra parte, una diplomacia más agresiva, objetiva y ejecutiva para encontrar el punto de encuentro donde ambos intereses puedan coincidir. Venezuela, con sus instituciones remozadas y relegitimadas, debe asumir el liderato de esas negociaciones y llevarlas a buen término dentro del tiempo de la presente administración.
