Songo le dió a Gorondongo
“¡¿Qué revolución ni que demonios mi hermano?!. –exclamó el médico cubano solicitando asilo -. A mi que me liberen de esa felicidad de 25 dólares mensuales, y de esa mentira revolucionaria que a diario devora gente dichosa, porque en ese mar de la felicidad, los únicos que comen bien son los tiburones”. Anonadados quedamos. Y hablando de hambre, …¿que les parece el banquete que se va a dar Ricardo Koesling con este caso?. ¡Por Dios, cómo le echan esa tronco de broma al de Sabaneta!. Ahora le toca el turno a José Vicente, que además de Canciller, y de novia vestida para una Vicepresidencia que nunca le dieron, juega también el papel de traductor oficial y maquillador de las palabras del presidente. Ya lo veo diciendo: “Todo esto es parte de una campaña de descrédito orquestada por los enemigos del gobierno y del cambio que utilizando a los médicos cubanos… eso no fue lo que quiso decir el presidente.. .lo que el presidente quiso decir fue ….”. ¡Gracias a Dios que existe José Vicente!, sino, cómo haríamos tanto retrasado mental, hijo de esta gloriosa patria bolivariana, para saber lo que quiere decir el presidente cada vez que habla, y habla, y habla, y habla, y habla. Por eso, si usted como yo, no tiene la paciencia, ni el estómago, ni la inteligencia para calarse tres horas de anecdotario presidencial, tan simpático como inútil …no se de mala vida, sólo oiga el resumen que seguro, seguro, hará José Vicente al día siguiente con aclaratorias incluidas.
En fin, ya que hablamos de José Vicente y con este mar de fondo cubano, es imperativo reseñar el estreno de la nueva obra épica de los bolivarianos, magistralmente interpretada por Luis Miquelena, Isaías Rodríguez y el propio canciller en representación del sector civil (MVR); y Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta Hernández, en representación del sector militar (MBR). Songo le dio a Gorondongo, es el nombre de esta pieza maestra del apaleo y el tropezón político. El realismo con que cada personaje asume su propia arrechera augura una larga temporada para la obra. Sólo cabe una duda… ¿por cuánto tiempo podrá el director del sainete contener una reyerta que parece inevitable y que explotará tarde o temprano?. Lo cierto, es que no puede haber Songo y Gorondongo sin Bernabé, sin Muquilanga, sin Gurundanga, y pare usted de contar negritos. Y así, sin que nadie les diera vela en el entierro, aparecieron de la nada (donde siempre han estado), Leopoldo Puchi, José Albornoz, Roberto Hernández, Oscar Figuera, y Pedro Ortega Díaz –por ahora-. En otras palabras, el MAS, el PPT y el PCV. ¿Se acuerdan ustedes de esa gente?. Pues bien, volvieron al baile de los trompicones como llegaron también un día, es decir como bailarines de relleno.
Todos sabemos por Celia Cruz que alguien terminará con los pies jinchados de tanto pisotón. Por lo pronto, los comandantes han desplegado baterías pesadas. El misil “Multinacional de Seguros” hizo graves destrozos en la débil paciencia del octogenario. Las “curvitas” que Miquelena sugirió para ayudar al financista de la campaña de Chávez (“curvitas” que ya venían siendo denunciadas desde hace tiempo por algunos medios como el Semanario La Razón, por supuesto, no sin que existan graves quejas por acoso e intimidación gubernamental sobre este medio impreso), esas “curvitas” que tanto le molestaron a Urdaneta Hernández y que tanto se le parecieron al puntofijismo, eran una auténtica carga de profundidad ante un gobierno que expone en vitrina el Poder Moral bolivariano. Y si La Razón llegara a tener razón,… ¿que pasará, por ejemplo, con la “curvita” de 4 mil millones de bolívares por los que Fogade contrató pólizas de seguro; o con el shopping de la primera dama en los EEUU viajando en el avión privado del presidente de la empresa aseguradora; o con la designación del Vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia, quien es ( o era) consultor jurídico de esa empresa?. ¿Saldrá ponchado alguien en medio de tanta “curvita”?.
Era inevitable, el golpe venía de regreso. Entonces el anciano le recordó a los muchachos revoltosos sus antecedentes como “repartidor de la leche de Caldera”, y como comensal silente en el Consulado de Vigo. El propio traductor del presidente se ocupó de denunciar los favores con los que él personalmente había complacido al exdirector de la DISIP. ¡Pobre del presidente, tanto pisotón a su alrededor, y él con zapatos nuevos!.
¿A quién da usted como ganador en este primer asalto?. Porque quienes crean que la pelea terminó están pecando de ilusos. Por más que el de Sabaneta intervenga arbitrando, tengan ustedes la certeza de que los comandantes vienen desde hace tiempo acumulando un profundo desencanto sobre las cualidades del líder improvisado que resultó ser más exitoso como agitador de masas que como militar y jefe de Estado.
Nada de fondo ha cambiado en esta Venezuela. Uno que otro show de circo sirve de entretenimiento cotidiano a la brutal inercia que aplasta al gobierno, a la economía y las fuerzas creadoras en fuga. Tendrá todo esto alguna relación con la lectura que viene haciendo José Vicente del libro de Sergio Ramírez, titulado “Adiós, muchachos”. ¿Sugestivo verdad?.
