Opinión Internacional

Un Plan Colombia made in EE.UU.

La tarde avanza aceleradamente y la lluvia empuja con fuerza las puertas de la tasca donde estamos. Afuera el agua rompe el paisaje de concreto.

– Hay mucha liquidez, Malaver.

Alfredo Padilla Pérez es licenciado en Estudios Internacionales. Asesora a empresarios que confían en él por sus constantes estudios y sus conocimientos en el área andina.

Está terminando de leer la última novela del escritor colombiano Santiago Gamboa: Vida feliz de un joven llamado Esteban.

– En Colombia, a pesar de la guerra, de Pastrana, de Clinton, de Carlos Castaño con sus paramilitares, se sigue escribiendo la mejor literatura, y esta novela de Gamboa lo demuestra una vez más.

Es viernes, y La Candelaria está llena de periodistas y poetas y oportunistas y políticos y pare usted de contar. La Casbak está llena. En cada mesa están solucionando problemas políticos. Problemas de estado. Los problemas personales quedan para otro día.

Un doloroso vallenato

– El Plan Colombia es un doloroso vallenato. Estados Unidos tiene un plan para Colombia, pero Colombia no tiene ningún plan para nadie, ni siquiera un plan de gobierno. Esos mil trescientos millones de dólares que Estados Unidos le está donando a Colombia para una supuesta lucha contra el narcotráfico, se van a convertir en mil trescientos millones de problemas y ninguna solución.

Alfredo Padilla en un solo párrafo se ha mandado con muchas ideas, y entiende que el periodista va a tener problemas porque no sabrá cómo enfrentar ese caudal de posibilidades noticiosas.

El hombre explica :

– Me apoyo en Antonio Caballero para decirte que, “cuando un presidente de los Estados Unidos niega algo, se puede tener la certeza de que lo que está diciendo es cierto”. Es decir, cuando Clinton dijo que “esto no es Vietnam”, es porque verdaderamente sí lo es.

Quiero sentarme contigo en la yerbita

Sigue diciendo :

– Ante el eminente repunte turístico de Tirofijo. Recuerda que todo el mundo quería visitar a Tirofijo y tomarse la foto de costumbre. Hasta el presidente de la bolsa de Nueva York. Yo pienso que la mayor desilusión de Clinton cuando fue a Colombia, fue que no se entrevistó con Tirofijo, todos lo han visto, menos él. Cinton sabía que para muchos americanos el gobierno no es Pastrana, el gobierno es Tirofijo, o sea las Farc. Y Clinton sabía que para llegar a Tirofijo tenía que pasar por Pastrana. Y el gran temor de EE.UU es que algún estado reconozca a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia como un verdadero estado. Ese es un problema que tiene Pastrana allí. Internacionalmente Tirofijo y su gente pueden ser reconocidos, porque tienen los cuatro elementos necesarios para ser reconocidos como estado: gobierno, territorio, población y un lenguaje común.

El mesonero levanta las cervezas y pone unas tapas o pasapalos o pasabocas, y sirve en los vasos la nueva bebida. En todas las mesas hay gente. Casi todos jóvenes, destaca una pareja de pavas que sonríen pícaramente entre ellas mientras pican unos calamares en su tinta.

– Clinton también quería sentarse en la yerbita del Caguan con Tirofijo. Y no pudo. Lo que debo decir es que la cosa va en serio. Fíjate que Clinton llegó a Colombia el año pasado, con el Presidente de la Cámara de Representantes: Denis Hastert, con diez congresantes de los partidos demócrata y republicano, y con la plana mayor del gobierno, lo que quiere decir que la cosa va en serio.

Padilla toma un trago de cerveza y sigue :

– Y ¿cuál fue la gran preocupación en Brasilia el año pasado? Los doce gobernantes que estuvieron en la Cumbre Suramericana no tenían el tema del Plan Colombia en agenda, pero fue de lo que más hablaron, porque ellos saben que el problema se va a extender más allá de Colombia. Y Venezuela, Panamá, Ecuador, Brasil, los países que rodean ese territorio, saben que les va a salpicar el problema.

Toma un nuevo trago y continua :

– Antes Estados Unidos le quitó la visa a Samper, después Clinton se abrazó con Pastrana, y ahora Bush está ojo avizor. Y a todas luces se nota que quieren escudarse en la droga para caerle encima a la guerrilla. Porque el Plan dice – los que lo han leído, porque hasta ahora no sabemos cuáles son los términos de ese plan- que la ayuda es para enfrentar el problema de las drogas, pero sucede que en Colombia, desde hace años, hay miles de agentes de la DEA trabajando duramente.

Afuera sigue lloviendo torrencialmente. Y en la mesa de al lado, un tipo, por debajo de la mesa, alarga su mano derecha y la pone sobre la excitante pierna de una pava que tiene una minifalda que asombra por lo corto. La mano sigue avanzando mientras la pava sonríe, y Padilla también avanza en su conversación.

– Hay que estar alerta con el Plan Colombia, porque no olvides que también hay un compromiso de fumigar los cultivos de la coca en las montañas colombianas, eso, que Daniel Samper llama el hongo Frankenstein, no sólo va a acabar con los cultivos de coca, también va a acabar con los demás cultivos, y cuando un cultivo se acaba, el sembrador busca otros terrenos, ojalá no sea el nuestro.

Y sigue diciendo:

– Como será la cosa, que hasta Kissinger ha declarado públicamente su preocupación por el plan.

Padilla levanta el vaso para tomarse un nuevo trago, mientras tanto la mano del tipo ya está perdida debajo de la minifalda de la pava que, con una cara de felicidad, también se toma un trago a la salud del tipo que tiene enfrente y debajo.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba