Avanzamos y podemos hacerlo todavía más
El resultado del referendo efectuado el 15 de febrero está muy lejos de significar una grave derrota para el conjunto de las fuerzas políticas y sociales que promovieron la votación por el NO. Ellas obtuvieron, no obstante el multiforme y desmedido ventajismo practicado por el Gobierno, con la anuencia cómplice del Consejo Nacional Electoral (CNE), una muy elevada cantidad de votos, apenas a 7% por debajo de lo alcanzado por su adversario.
Un factor especialmente destacable de la intensa lucha realizada por el campo de la oposición fue el gran esfuerzo que realizó el movimiento estudiantil. Bien organizados en casi todos los estados de Venezuela, preparados para realizar con efectividad las exigentes tareas que requerían la creación de un clima que estimulara la adhesión al NO y el ejercicio del sufragio, la réplica democrática a los adversarios, la designación de testigos en los centros de votación para defender los votos conquistados, los estudiantes fueron un factor fundamental de la lucha realizada.
A lo largo de la campaña fueron claramente perceptibles limitaciones de la acción realizada por las direcciones de los partidos democráticos. Lo decimos con apego a la observación de los hechos, sin otra intención que la de contribuir a que los errores y las deficiencias sean seriamente discutidas y superadas, para bien de las luchas necesarias y de las victorias que tanto necesita Venezuela.
En el episodio recién concluido, al cual seguirán prontamente otras de mucha importancia, el campo democrático de oposición no obtuvo, ciertamente, la victoria buscada. Empero, estuvo más cerca que nunca antes. Con plena seguridad afirmamos que es posible avanzar y que avanzará
