Opinión Nacional

Caminata en Caracas

El domingo pasado se realizó en Caracas el cierre de la sorprendente y exitosa campaña de Henrique Capriles Radonski para sacar al autócrata Hugo Chávez de la presidencia de Venezuela. A sólo una semana de la votación del próximo domingo 7 de octubre, el diario español ABC estimó en alrededor de un millón a los partidarios de Capriles que caminaron de 8 a 10 kilómetros, o más en algunos casos, para escuchar a su candidato pronunciar un conmovedor discurso de 35 minutos en la emblemática Avenida Bolívar.

Con un día perfecto para una manifestación política: 24 grados; cielos azules, casi sin nubes; prácticamente sin tráfico. El candidato Capriles, de pie en la plataforma de un pequeño camión, se hizo camino lentamente a través de la multitud hasta un estrado construido especialmente al final de la Avenida Bolívar. Sus emocionados partidarios coreaban consignas, mientras su candidato disfrutaba lanzándoles gorras de la campaña electoral, inspiradas en la bandera nacional en todas direcciones.

Al mismo tiempo, en la cercana Plaza Bolívar, un pequeño grupo de tal vez unas 500 personas observaban las entrevistas al aire libre que realizaba una comentarista de la televisión estatal VTV a una serie de funcionarios del gobierno de Chávez, todos los cuales afirmaban que todo anda muy bien en el país. Sin embargo, RCTV, el canal de televisión líder en Venezuela antes de ser cerrado por Chávez, tuiteó un poco más tarde con sorna: «Chávez está buscando gente para llenar las calles, mientras que Capriles anda buscando calles para poner la gente».

Contrariamente a lo que afirman los políticos en el canal del gobierno, todo está muy lejos de andar bien en el país. Las tribulaciones económicos y sociales de Venezuela no tienen precedentes en la historia del país. Una inflación promedio de más de un 25% anual durante los últimos cuatro años ha causado estragos entre los ciudadanos y el sector comercial. El sustento de la vida económica de la nación, la empresa petrolera estatal PDVSA, está produciendo un 33% menos  de petróleo que hace 10 años, a pesar de tener las segundas reservas probadas del mundo. Seis de los 29 millones de ciudadanos venezolanos están desempleados o viven por debajo de la línea de pobreza, formando parte de la llamada «fuerza de trabajo informal».

El veinte por ciento de la población no tiene servicio de agua potable confiable; el pobre mantenimiento de las instalaciones ha dado lugar a frecuentes apagones y quema de aparatos eléctricos en todo el país; la situación de la seguridad es tan mala que la mayoría de los ciudadanos afirma que temen salir de sus casas después del anochecer cuando son encuestados [el crimen violento es mayor en los barrios afectados por la pobreza, o sea entre la gente normalmente considerada como seguidores incondicionales de Hugo Chávez]. La corrupción, considerada por los economistas como un factor clave que impide el desarrollo económico y un factor significativo en toda América Latina, constituye una pandemia tanto en el gobierno como en el sector privado. Todo esto, a pesar de Chávez haber avanzado vigorosamente en su interminable Revolución Bolivariana, tras casi 14 años como presidente.

Nadie debe sorprenderse de que Hugo Chávez se enfrente a la primera gran prueba de su popularidad, una prueba que ahora muchos observadores creen que no logrará pasar el día de las elecciones. La masiva manifestación popular del domingo en apoyo a Henrique Capriles es posiblemente la más grande registrada en la región, y desde luego en Venezuela; pero está lejos de ser la primera manifestación masiva de apoyo, puesto que durante las últimas ocho semanas, ha logrado congregar grandes multitudes donde quiera que ha ido.

Ganar tampoco es algo nuevo para Capriles. En enero de 1999, con apenas 26 años, fue electo vicepresidente de la Cámara de Diputados del antiguo Congreso de Venezuela y se convirtió más tarde en el presidente más joven de su historia. Luego logró ganar dos veces las elecciones para Alcalde del Municipio Baruta y las de Gobernador del Estado Miranda.

En las elecciones primarias de febrero pasado para elegir al candidato presidencial del Movimiento de la Unidad Democrática [MUD], organizadas para presentar un candidato opositor único, Capriles ganó con un excepcional 64% de los más de tres millones de votos emitidos, entre un total de cinco candidatos.

Durante su discurso desde el estrado construido al final de la Avenida Bolívar, transmitido en vivo por el único canal de televisión independiente del país, Globovisión, como siempre ignorado por VTV, Capriles atacó el cacareado programa de Chávez y resumió el suyo. Tal vez lo más impresionante haya sido la lectura de una lista de proyectos fallidos e incompletos del régimen de Chávez, con el telón de fondo de un gigantesco letrero que decía «El Gobierno No Pudo», subrayando en cada caso lo prometido en tantas ocasiones y toda una serie de indispensables proyectos tales como: la construcción de viviendas; la reparación de carreteras mal mantenidas; la construcción de nuevas carreteras y puentes; la creación de cientos de miles de puestos de trabajo; el establecimiento de áreas verdes; la construcción de hospitales especializados; y la creación de nuevas universidades.

Durante el discurso, se logró ver una elocuente pancarta que decía “¿Te imaginas 6 años mas de ESTO? ¡Tu decides!”

Algo realmente inusual en la política venezolana se produjo al final del discurso de Henrique Capriles, quien habló solo desde la tarima, en contraste con el otro candidato que siempre está rodeado de numerosos guardaespaldas. La madre del joven candidato corrió a abrazar a su hijo. La multitud rugió en aprobación y durante unos 15 minutos madre e hijo saludaron y lanzaron un sinnúmero de la ahora ubicua gorra de la campaña hacia la multitud.

Capriles ha visitado más de 270 ciudades y pueblos en todo el país durante la campaña, mientras que Chávez habrá ido a no más de 65. Muchos observadores creen que la diferencia puede estar relacionada con la renovada enfermedad del presidente, quien en junio aseguró que su cáncer estaba en remisión total.

Será interesante ver lo que suceda en la concentración de Chávez en Caracas este jueves. ¿De qué tamaño será la muchedumbre? Aparentemente se le dará el día libre a los empleados públicos. ¿Cómo lucirá el presidente?  Las fotos más recientes revelan no sólo a un Hugo Chávez con exceso de peso, sino también con mucha menos energía y espíritu.

Pero mucho más importante aún que todo ello es quién va a ganar la elección del 7 de octubre y sus consecuencias, no sólo para los venezolanos, sino también para la región en general.

John R. Thomson, analista geopolítico y el ex diplomático, se centra en el mundo en desarrollo. Norman Pino De Lion, ex embajador venezolano de carrera, es un frecuente colaborador de Analítica.com y del diario El Universal.

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