Opinión Nacional

Carta a los estudiantes

Resumir es bien difícil y lo logró el profesor Ángel Hernández con una charla dirigida a los participantes del movimiento estudiantil venezolano emergente, a la que me invitó durante los Foros sobre Política y Juventud organizados por las Asociaciones de Egresados Universitarios de las Universidades: Central de Venezuela, Católica Andrés Bello, Simón Bolívar, Metropolitana y Monte Ávila. Gracias a él aparece esta publicación.

Recomendaciones, no consejos, éstos solo cuando se les pide, no sea que pase como a una parlamentaria británica que acosaba a Churchill con «lo que hay que hacer es…»: «Señora, contestó con fuerza Churchill a la dama inoportuna: «Yo siempre estoy interesado en aprender, ¡pero detesto que traten de enseñarme!» Observar, sentir, reflexionar, planificar, tener paciencia y perseverancia, ser honesto, leer, actuar éticamente y preguntar para quévas a hacer algo. Si la respuesta es porque, evítalo. Diferencia para qué, el objetivo y descarta los porque, la imitación.

Fabrícate y cuida una reputación de persona competente, honesta y que nadie se envanezca por lo que ha sido, sino por lo que haya podido realizar, lo que ha dejado: ensaya y verás, porque «cría fama y acuéstate a dormir», y sobre todo la fama de honestidad es un patrimonio que no puedes descuidar ni un instante. Las cosas son lo que son a la vista de otros, no solo lo que es para ti. Humildad y sentido crítico.

Sí ya tienes preferencia política, vincúlate a un partido. Si perseveras, si no desilusionas, el partido te necesitará más que tú a él. Militar en un partido es como para un médico la práctica del hospital y exige sensatez y, más todavía, mucha paciencia. Es una disciplina inexplicada, que tienes que adivinar, que tienes que aguantar para poder tú, más tarde, saber exigirla. Hay que saber esperar. Cambiar de partido no ayuda. En el caso de la política el para qué es mejorar la situación, la suerte de los venezolanos.

En la política y la medicina se diagnostica y pronostica; y lo mismo tienen el cuerpo social y el cuerpo humano: circulación, órganos y sistemas, fiebres y reacciones. Toda moda debe moderarse.

Lee, lee muchísimo, sin olvidar que las teorías valen lo que las medicinas, y que tienen sus modas. Un buen político es como el buen médico: aplica la medicina y la dosis que conviene, sin dejarse influir, ni por la moda ­que las hay­ ni por la marca o nacionalidad.

Disciplina es disciplina; la civil se debe tener; y en otros, se obtiene mediante persuasión y ejemplo.

Si eres el responsable de algo pregunta sobre quiénes te acompañarán: ¿Qué clase de profesional es? ¿Qué estudios, qué experiencia, qué reputación profesional tiene? No crees un puente, solo.

Sé honesto. Sé escrupulosamente honesto. Inspira y merece confianza. Nada da más satisfacción, nada da más fuerza, ni más influencia, que ser honrado y honorable. El trabajo honesto y duro, también la profesión permite ahorrar. El ahorro da independencia económica. Tener el poder de dominar tus decisiones, es la base política más sólida. Vacuna contra la corrupción. Antes de un puesto público, consolídate una base económica. «Quemar las naves» es poético, pero poco realista. Calcula, pregúntate siempre: ¿Y si me derrotan, pa’ dónde cojo? Evita generalizar ya que quienes truenan contra «La Corrupción» y no sobre cada delito contra la cosa ajena, aquí, ya y ahora, muchas veces son quienes concluyen: Si todos lo hacen, ¿por qué yo no? O dicen: «vamos a investigar», pero no dicen cuándo. No hay alternativa a la honradez.

Conoce muy bien a Venezuela. Viaja, ve y siente a Venezuela. La Historia enseña mucho y sirve para hacer proyecciones, entrever el futuro. Y, si no tuviéramos más con qué pagar la importación de comida? ¿Cómo pagar esta enorme deuda? Esa es la Venezuela que tenemos que estudiar, que reflexionar.

Pero, no te equivoques, no sigas pensando con un siglo de atraso en tus datos sobre la realidad. Giro, revolución, o no, piensen qué y cómo son. Igual se desgasta y el ciclo se repite. Se retrocede y se avanza.

¿Cómo será Venezuela cuando ustedes tengan mi edad? Esto no es de risa. Un político debe saber proyectar con sentido estadístico, económico y demográfico: la población crece al 1,2% al año. La producción, el empleo decrecen más y más. Avanzar tiene una velocidad útil máxima, posible. Y, en Venezuela, la pendiente, la subida, parece suave, 1,2%, pero quiere decir ¡que tienes que producir, no solo más alimentos, sino más de dos millones, casi tres millones de empleos por año! ¡Nuevos! Sin embargo, no desesperen. Eso sucede en todas partes. Y nosotros además todavía tenemos petróleo. Pero endeudarnos, endeudarte tú, cada quien, eso sí que es bien malo. ¡Y Venezuela se está endeudando! Y tú y tus hijos, y tus nietos, tendrán que pagar.

«Venezuela progresó como nunca entre 1936 y 1999. Hubo gobiernos mediocres y gobiernos ejemplares, pero todos agregaron, pagaron, aumentaron, construyeron. Tuvimos algunos, realmente, que hicieron brillar a Venezuela en el firmamento de las naciones. Eso, repetir y aumentar eso, brillar, es lo que yo pido a Dios para ustedes».

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