Opinión Nacional

Coaching: conversaciones desde tus intenciones

PRIMER ACTO:

“Hola María Elena”. “Cómo te fue hoy en la reunión de operaciones?. “Me fue bien Miguel, aunque uno de los componentes del proyecto me presiona”. ¿Cuál es ese componente Mary?. “El componente relacionado con física cuántica”. “Y específicamente, ¿cómo te presiona?. “Miguel, no sé cómo conceptualizarlo ni por dónde entrarle”. “Mary, de los proyectos y desafíos operacionales que más te han retado en tu fructífera carrera, ¿de cuales te acuerdas en este momento?. “Del ecológico, el de los vehículos eléctricos de transporte de coque y el de la fundación de la empresa de producción social?. “Y cómo te serviría María Elena identificar y revisar las estrategias y los criterios que utilizaste en aquellos proyectos para clarificarte sobre el componente del proyecto actual que te presiona?. “¡¡Si va Miguel, qué bueno!!, me acabo de dar cuenta que en esos proyectos tengo una fuente de estructura y clarificación sobre cómo empezar, además me va a dar mucha seguridad porque ya he tenido en el pasado proyectos difíciles como los que me recordaste ahorita”. “¿Tienes en mente alguna fecha para revisarlos Mary?. “Lo voy a hacer ya Miguel, porque en este momento veo el camino muy claro. Me voy a quedar esta noche y mañana hasta tarde”. ¿Y cómo vas a saber que estás en el camino correcto Mary, sobre cómo conceptualizarlo y por dónde entrarle?. “¡Ahhhh!, porque lo siento, mi cuerpo me lo dice, que al desaparecer la presión, es porque ya sé cómo y por dónde”. Por favor, avísame María Elena cuando te hayas clarificado, porque yo voy a estar bastante libre esta semana, y si la apruebas y te parece adecuado, podemos tener otra conversa”. “Si Miguel, antes de presentarlo como definitivo te comento lo que hice, además, no sé por qué, pero después de tu conversa, se me prendieron otras luces. Me gustó mucho que no me dieras tus propias ideas para resolver mis desafíos, como ha ocurrido en otras ocasiones”.

SEGUNDO ACTO:

El coaching anda por el mundo desde hace mucho tiempo, aunque sólo recientemente se ha convertido en una disciplina académica legitimada, en un saber sistematizado en conceptos, prácticas y herramientas específicas de probada eficacia. Coaching es lo que hacen miles de padres y madres, líderes sociales, políticos, empresariales, hombres y mujeres en familias, organizaciones y naciones alrededor del mundo, unos sabiéndolo, otros sin saberlo, para apoyar, acompañar, destrabar, potenciar, disparar y activar los valiosos recursos con los que cuentan los seres humanos, en su vida personal y organizacional. En el primer acto, presento una conversación real que sostienen uno de mis clientes más hábiles en el ejercicio del coaching –Miguel, Gerente General de una empresa mixta petroquímica- y María Elena, su Gerente de Operaciones. El final de la conversación, es revelador del poder generativo y seminal del coaching: “Si Miguel, antes de presentarlo como definitivo te comento lo que hice, además, no sé por qué, pero después de tu conversa, se me prendieron otras luces. Me gustó mucho que no me dieras tus propias ideas para resolver mis desafíos, como ha ocurrido en otras ocasiones”. Preguntas sin juicios, sin recomendaciones, ni consejos. El arte de formular preguntas desde las intenciones del actor para que construya los caminos que elije, es la esencia del coaching. El primer acto, evidencia una conversación, anclada exclusivamente en 8 preguntas, centradas en el interés del Gerente de Operaciones quien es ayudado o potenciado (el coachee), con la precisión de unas acciones a realizar y un desenlace significativo para ella. Y significativo quiere decir: Obtener el mejor resultado posible, con su propio esfuerzo y los recursos que tiene. El apoyador-facultador (el coach), trabaja utilizando sus habilidades de indagación y no de imposición; sus habilidades de acompañamiento y no de manipulación; sus habilidades de influencia y no de poder controlador. En coaching se dice que el coach (apoyador-facultador) tiene todas las preguntas, la persona apoyada-acompañada (o coachee) tiene todas las respuestas. Por eso, coaching no es mentoría porque el mentor es una persona a imitar, alguien de quien se aprenden sus valiosas respuestas. Tampoco es terapia, porque en coaching nunca se asume que algo anda mal con el coachee, por lo cual requiere de alivio. Mucho menos es consultoría, porque en coaching el saber experto del consultor y sus probadas estrategias de solución de problemas organizacionales, son totalmente irrelevantes.

ACTO FINAL.

El ejercicio del coaching hace esfuerzos deliberados para producir “insights”. En la conversación citada, hay dos afirmaciones de María Elena muy significativas del poder generativo del “insight”, el efecto magistral buscado con el ejercicio del coaching: “…me acabo de dar cuenta que….”; y “…después de la conversa se me prendieron otras luces.” Traduzco el término “insight”, como revelación e iluminación muy personal, referida a comprensión y entendimiento inesperados sobre algo; todo momento humano en el que ocurre en la mente del coachee, un sorpresivo entendimiento revelador muy personal; o una iluminación de comprensión diferenciadora muy significativa. Investigaciones científicas evidencian (Coach David Rock y Dr. en Medicina Jeffrey Schwartz, “The Neuroscience of Leadership”, Booz, Allen & Hamilton Journal of Strategy+Business, edición No.43, de 2006) que, la producción de “insights” a través del coaching, crea nuevas y múltiples conexiones a lo largo de muchas partes del cerebro, antes desconectadas. Este nuevo y complejo cableado de interconexiones cerebrales, impacta positivamente la percepción y las expectativas de las personas sobre si mismos, sus posibilidades, su desempeño y el entorno, constituyéndose en la fuente creadora de soluciones personales y organizacionales inéditas. Y en esto reside la magia seminal de las preguntas poderosas en el ejercicio del coaching: Centran a la persona para que contacte y haga conciente soluciones antes impensables, a partir de si mismo, con sus propios recursos, ejerciendo su libre albedrío. La creación de iluminaciones y revelaciones cognitivas significativas, se pueden producir con coaching personal, coaching ejecutivo o gerencial y coaching de equipos, tres de las vertientes más importantes de la disciplina. Coaching: Termino que se originó en la ciudad húngara de Kocs, muy popular entre los siglos XV y XVI, ubicada entonces a 70 Km de Budapest, entre Viena y Pest. Kocs se convirtió en parada obligada entre ambas ciudades, por lo que se hizo muy común el uso del Kocsi, o carruaje de Kocs, símbolo de excelencia para moverse entre una ciudad y otra. La palabra Kocsi, comenzó a pronunciarse cochi, integrándose al español convertida en la palabra coche. Por tanto, la palabra coach (coche) es de origen húngaro, y se refería a un vehículo tirado por animales para transportar personas excelentes de un sitio a otro. Esta bella analogía no podría ser más elocuente de lo que es -ciertamente también-, el coaching: La práctica de transportar a las personas de un lugar a otro: Del lugar donde se encuentran, al lugar a donde quieren llegar, a partir de conversaciones poderosas, desde el dominio de sus intenciones, en el carruaje de sus “insights”.

Consultor Gerencial Certificado
ICC Certified International Coach (C-2675)
Diplomado en Habilidades de Coaching Organizacional (IESA)
Miembro de la International Coach Federation

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