Opinión Nacional

¿Cómo constatar y quienes, la enfermedad?

Hoy dedique buena parte de mi tiempo para presenciar el show montado por el PSUV en la AN y aplaudir hasta rabiar a mis diputados MUD, cuyo comportamiento fue serio, comedido, severo, grave, imperturbable, cívico y PACIENTE. Sus tres intervenciones fueron verticales sobre los puntos que había que resaltar y destacar para el mundo que estaba presenciando el bochornoso acto en el cual una supuesta democracia del partido de gobierno que quedó expuesta a su inexistencia, arrojaba con grosera prepotencia, inconsiderada y deshumanizada, improperios contra la oposición que por cierto y muy bien dicho en el acto, representa el 53% de la fuerza electoral que eligió a esa asamblea.

No obstante que la presunta mayoría en la que se apoyan, no les permitía el comportamiento que con honda tristeza observamos, el gobierno pasa un momento de severísima crisis, su líder único e insustituible no está con ellos y posiblemente no lo vuelvan a tener, lo que quiere decir que todo lo que se hizo esta mañana pende de un frágil hilo que en cualquier momento puede reventar y no será en otro momento, sino en aquel que se anuncie que Ch. no pueda regresar al país.

Es necesario entonces ATACAR con fuerza, mucho ruido y convicción, como lo requiere el momento, para exigir a la AN que se constituya una junta médica con médicos venezolanos de credenciales válidas, especialistas en oncología, cirugía y cardiología para que examinen al enfermo y den su diagnostico e inclusive dictaminen, si es que acaso pueda recuperarse o si está en condiciones de volver a ejercer la magistratura.

 

La salud del presidente es un asunto de ESTADO, concierne a todo el país, a su soberanía, a su seguridad estratégica, a su desarrollo, a la estabilidad de sus instituciones y a su misma sobrevivencia. Se trata de un grave asunto de ORDEN PÚBLICO que no puede ser del desconocimiento de la Nación.

 

No se trata de una leve amigdalitis, sino de un estado de tanta gravedad que los voceros de la enfermedad lo han admitido así.

 

No se trata de piedad cristiana o sentimientos de humanidad, se trata de la vida del país que está por sobre la vida de todos sus ciudadanos.

Este dictamen es temido por el chavismo porque comenzará su desbandada y más temido aún, por el gobierno cubano que reteniendo al enfermo garantiza maniobras que pueden conducir a la implantación de una abominable dictadura comunista en nuestro país. Es el arma que la oposición tiene y la única para evitar la destrucción total de lo que resta de democracia y de la propia asamblea la cual será sustituida en cosa de meses por delegados de las comunas cuyo crecimiento puede acelerarse con el fin de trastocar todo el sistema constitucional, un golpe de estado incruento.

De tal manera que se hace imperativo emprender esta batalla por el examen médico del Presidente enfermo, ya que ello significa la sobrevivencia del residuo de libertad que aún queda en país. Ahora somos la fuerza más importante, porque la oposición tiene la mayoría del país, aunque ellos tengan la mayoría formal. El arraigo popular y la fuerza que nace de él, está en la MUD y sus partidos, y este momento puede pasar casi imperceptiblemente si no se hace algo con verdadera repercusión nacional e internacional.

Con severa angustia,

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