Opinión Nacional

Cruzada contra Isaías

El secuestro y posterior asesinato del padre Jorge Lorenzo Piñango Mascareño, constituye uno más en la escalada criminal que se vive en el país, arreciada con crímenes abominables como el de los hermanos Fadul, el empresario Sindoni y el del propio presbítero. Sin embargo, este último tiene como particularidad, la tergiversación de los hechos por parte del Régimen, a fin de aprovechar el asesinato como oportunidad para perjudicar a la institución eclesiástica.

Esta herejía del Régimen se manifestó por las cobardes e insinuosas declaraciones del Fiscal General de la República, del 25 de abril, complementadas por las del Ministro del Interior y Justicia, del 28 de ese mes y secundadas por esa bazofia de Diputado de la Asamblea Nacional en el programa “La Hojilla”, a través de las cuales pretenden asomar la comisión de una serie de actos por parte de la victima, que son contradictorios con el predicado de la Iglesia católica.

Este genio maligno con que actúa el Régimen, con el propósito de atormentar a la sociedad y destruir la credibilidad de sus instituciones, debe ser atacado de raíz, para así evitar el monumental incremento de la criminalidad, e impedir que sucedan hechos ominosos, propios de la clerofobia oficialista, ocurridos en otros países como el asesinato de Monseñor Gerardi Conedera, en Guatemala; del Arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero; de los sacerdotes Gabriel Arias Posada y José Luis Cárdenas, en Colombia; de los presbíteros polacos Sbigniew Adan Strzalkowski, Michael Tomaszek y el sacerdote italiano Alessandro Giussepi Dordi, en Perú, etc., todas victimas de la violencia e intolerancia política
Las declaraciones del Fiscal, del Ministro y del Diputado son contrarias al valor moral y ético que debe ceñir sus actividades, como agentes del Poder Público. Las tres son hechas dentro de un profundo resentimiento, que siempre ha caracterizado a los personeros del Régimen, en contra de la institución de la Iglesia Católica, como se refleja en artículo intitulado “Clerofobia Oficialista” publicado el 28 de julio de 2005 en el diario Correo del Caroní, el 19 de julio de ese mismo año en Noticierodigital y Venezuela Analítica.

Estas aseveraciones hechas por el Gobierno, no tienen otro objetivo que el deformar los hechos con la finalidad de dañar a la institución eclesiástica, con lo cual estos tres perversos personajes cometen un crimen en contra de la sociedad, en contra de la ética y la moral cristiana, y por ello la sociedad no puede pasar por alto esas vilezas pronunciadas, y debe acometer toda serie de acciones para lograr la renuncia o destitución de este trío diabólico que ha llenado de infamia al pueblo venezolano.

Lo lógico sería que renunciaran, pero todos conocemos el caradurismo y la desvergüenza con que actúan los jerarcas del régimen, y es por ello que debemos montarnos todos en una cruzada, que tenga como objetivo el desalojar del Gobierno a sus personeros más herejes, capaces de violentar derechos humanos como la vida y la dignidad de las personas. No importa el método, no debemos avergonzarnos del tamaño de la protesta, no debemos parar mientes en los mecanismos utilizados, lo que si no podemos hacer es no emprender esa cruzada, porque recordemos, que el que vive al lado de un río contaminado, con el tiempo se acostumbra a su hedor.

No existe un solo tema, ni un solo desafuero cometido por el régimen que unifique más a los venezolanos, que el de la inseguridad, y específicamente, el persistente ataque en contra de la institución eclesiástica, por ello no debemos descansar en la defensa de nuestra iglesia, y en la defensa de la vida de todos los venezolanos. Esta cruzada es por el bienestar de todos, es en defensa de nuestros valores y principios, y es contra quienes nos atacan a nuestras vidas y nuestras almas.

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